El real y las acciones de Brasil encabezaron las declinaciones en América Latina ante la especulación de que una contracción económica se profundizará conforme se desacelera el crecimiento del principal socio comercial del país.
El Ibovespa cayó al nivel más bajo en seis años luego de ingresar el viernes a un mercado bajista en un contexto de caída de los mercados globales que alimentó los temores a que el crecimiento de China se desacelere más rápido de lo provisto mientras la Reserva Federal estadounidense se dispone a subir las tasas de interés. Un índice de monedas latinoamericanas declinó al menor nivel desde por lo menos 1992, en tanto el real brasileño y el peso chileno caían a los niveles más bajos en 12 años.
“Es un baño de sangre”, dijo Bernd Berg, un estratega en Londres de Société Générale SA. “Hay ventas por pánico debido al temor por el crecimiento global y a la incertidumbre sobre los próximos pasos de la Fed”.
Las acciones y las monedas de los países en vías de desarrollo se han derrumbado desde que China dispuso una inesperada devaluación del yuan este mes, lo que alimentó el temor a que la desaceleración de la segunda mayor economía del mundo sea mayor que la esperada. Los escándalos de corrupción desde Brasil hasta México y un derrumbe de las materias primas también han contribuido a la liquidación en momentos en que se pronostica que América Latina se contraerá por primera vez desde 2009.
El Ibovespa bajaba 5,3 por ciento a las 11:16 en Sao Paulo, mientras que el fondo que cotiza en bolsa iShares MSCI Brazil Capped caía al nivel más bajo en una década. El real se debilitaba 1,7 por ciento, a 3,5580 por dólar. El riesgo de los bonos de Brasil medido por las permitas de riesgo crediticio subía al nivel más alto en seis años. Las acciones mexicanas es encuentran en corrección técnica luego de bajar más de 10 por ciento respecto del pico de septiembre, mientras que el peso declinó a un récord de 17,1875 contra la moneda estadounidense.
Posición bajista
Los operadores adoptan una posición bajista respecto de América Latina ante los pronósticos de que Brasil, la economía más grande de la región, anunciará la recesión más prolongada desde 1930 en un contexto de crisis política y de un creciente escándalo de corrupción en la compañía petrolera estatal. El aumento de los costos crediticios desacelera el gasto en consumo, lo que lleva el índice de aprobación a la presidenta Dilma Rousseff a un bajo nivel récord y a oscurecer las perspectivas de ganancias de las empresas.
La situación en el resto del continente no es mucho mejor. La inflación más rápida del mundo hace que Venezuela padezca escasea de alimentos y medicinas, mientras que Argentina enfrenta a acreedores “holdout” luego de un impago del año pasado y México trata de reanimar el crecimiento. Chile y Perú, que están los mayores productores de cobre y zinc, han experimentado una caída de los ingresos por exportaciones conforme caen los precios de los metales.