Durante el arranque del Congreso de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas), el presidente de la organización, Álvaro José Cobo, le pidió al ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, la puesta en marcha de una actualización a la política pública del subsidio familiar.
El directivo manifestó que el objetivo de revisar entre Gobierno, cajas, empleadores y trabajadores, las políticas que benefician a 21 millones de personas, radica en dar sostenibilidad al sistema, buscar más seguridad jurídica y un mayor impacto entre los trabajadores afiliados.
Cobo explicó que la discusión de la modernización del subsidio familiar en el país debe girar en torno a la ampliación de su cobertura, fortalecimiento de las prestaciones, desarrollo regional y un mejor acompañamiento al trabajador.
Antes del congreso, Cobo había señalado a este diario que las cajas de compensación del país se encontraban realizando funciones que deberían estar en manos del Estado. Por ejemplo, la distribución de apoyos escolares.
De acuerdo con cifras del gremio, durante el año pasado las cajas de compensación entregaron subsidios por $1,3 billones los cuales se hicieron efectivos a través de 4,8 millones de cuotas monetarias que recibieron las familias de los trabajadores con menores ingresos.
Frente a los planes de vivienda que alista el Gobierno para beneficiar a 400.000 familias durante la segunda administración del presidente Juan Manuel Santos, el directivo dejó claro que las cajas están listas para apoyar a las familias que devenguen entre dos y cuatro salarios mínimos a través del otorgamiento de subsidios a tasa de interés. En un año, indican las cifras de Asocajas, se están entregando 50.000 apoyos equivalentes a $400.000 millones.
Un subsidio a la canasta
Por otra parte, el presidente de la junta directiva de Asocajas, Juan E. Zuluaga, propuso al ministro Garzón que como complemento al mecanismo de protección al cesante -puesto en marcha por el Gobierno-, se implemente un subsidio a la canasta básica para los trabajadores que reciben menores ingresos.Adicional a esta iniciativa, Zuluaga propuso al Ejecutivo que dentro del mecanismo en mención se cree un seguro de desempleo que sea manejado por las cajas de compensación.
Zuluaga concluyó advirtiendo que los intentos para sustraer recursos de las cajas para programas que no tienen que ver con sus funciones, son un peligro para los afiliados.
“Parten de algo erróneo que es pensar que existen recursos en las cajas que no se están invirtiendo, cuando la realidad es que están destinados a subsidios en dinero, bienes y servicios que se quedan cortos para las necesidades de los afiliados”, concluyó el directivo.