Luego de que la calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P) redujo dos escalones la nota de la deuda española dejándola en “BBB-” debido a la profundización de los problemas que afrontan los bancos de ese país, el gobierno español anunció este jueves que dejará sin bases las aseveraciones hechas. “Queremos con acciones desmentir estas proyecciones”, aseveró el secretario para Asuntos Europeos, Íñigo Méndez de Vigo.
Pese a esta defensa, reconoció que la rebaja en la nota de deuda es la respuesta a una tendencia en la que España venía “hace ya algún tiempo”. Según el análisis de S&P, haber reducido la calificación a España atiende a una “percepción de riesgos crecientes para las finanzas públicas españolas debido a crecientes presiones económicas y políticas”.
Además, la firma advirtió que en el mediano plazo podría anunciar un nuevo recorte a la nota de deuda. “La profundización de la recesión está limitando las opciones del Gobierno”, señala el informe.
En su reporte, S&P dudó del respaldo que podría dar la Eurozona a la recapitalización de los bancos españoles, lo que puede traducirse en una carga fiscal mayor para el gobierno de España y por supuesto, para la deuda. “La perspectiva negativa muestra los persistentes riesgos que pesan sobre el crecimiento de la economía y la falta de una dirección política clara de la Eurozona. Creemos que el espacio de maniobra del gobierno para contener la crisis ha disminuido”, aseguró S&P.
Pese a los pronósticos de riesgo, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, sostuvo que España va rumbo a la recuperación gracias a la estabilización de la prima de riesgo y a unas exportaciones con mejores resultados. De acuerdo con el jefe del Consejo, los datos de las exportaciones que han mostrado España, Portugal e Irlanda son muestra de que las reformas de austeridad emprendidas por estas naciones han sido efectivas.