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Luego de que el Gobierno aprobara un alza de $99 para el galón de acpm y de $130 para el de gasolina, que comenzó a regir el pasado 1º de enero, entre algunos gremios del transporte de carga no cesa el malestar y ya se escuchan voces que alientan a tomar el camino de un nuevo paro camionero como el que afrontó el país entre agosto y septiembre de 2013. Según los líderes de los transportistas, el Estado y el Congreso de la República no han tomado en serio la discusión de una nueva fórmula que dé estabilidad a los precios de los combustibles.
Luis Orlando Ramírez, director de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), asegura que los camioneros le han insistido al Estado en el desacierto en el que se ha traducido la actual política para ajustar los precios del acpm e insiste en que las reuniones entre representantes del Gobierno y transportistas para plantear soluciones no se han hecho efectivas. “No descartamos la iniciativa de la protesta social. El Gobierno no nos ha dejado otra estrategia”. Sin embargo, representantes del Ministerio de Minas y Energía sostienen que las mesas de conversación sí se han hecho efectivas bajo el liderazgo del Ministerio de Transporte.
Adicional a esto, Ramírez señaló que el Congreso de la República durante el cierre de la pasada legislatura tampoco se comprometió con los transportadores. “Teniendo un proyecto serio, el Legislativo ha debido hacer los debates. No nos gusta como éstos se manejan”.
Lo cierto es que apenas en la segunda semana de marzo sería retomada en el Congreso la discusión de una nueva fórmula que, según el ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, consistiría en una banda para el combustible que pretende dar estabilidad frente a la volatilidad internacional del petróleo. Esto significa que mensualmente el galón no subiría más de 1,9% y tampoco bajaría más de 1,9%. Sin embargo, el senador Luis Fernando Velasco ha venido impulsando una propuesta que consiste en buscar una reducción de $1.000 por galón.
Orlando Cabrales Segovia, viceministro de Energía, recalcó que el aumento de $99 en el galón de acpm “no es un incremento importante”. Sin embargo, resaltó que el fisco nacional continúa subsidiando el diésel.
“Antes del más reciente ajuste, el subsidio por cada galón de acpm en el país era de $542. Con el incremento, la diferencia se reduce a $442. Eso tiene un impacto fiscalmente hablando”, explicó Cabrales, quien resaltó que tan sólo en diciembre de 2013 las subvenciones al diésel le costaron al fisco $80.000 millones y las de la gasolina, $40.000 millones. “Si se mantiene la diferencia entre los precios internacionales y los internos, esto le costaría al Estado $1,5 billones al año”.
De acuerdo con Cabrales, cuando en el Congreso se retome la discusión de la fórmula para los combustibles se puede proponer el restablecimiento del mecanismo de ahorro en coyunturas en las que los precios internacionales de los combustibles estén bajos. “Hoy día no lo podemos hacer Tenemos la situación contraria. Sin embargo, ha habido meses de pequeños ahorros”. Añadió que cualquier otro tipo de solución para reducir los precios del acpm significa tocar los recursos de otros sectores y explicó que el valor del diésel en Colombia —con impuestos incluidos— está al nivel de naciones como Nicaragua, Brasil e, incluso, Canadá.
El país del millón de barriles
Pese a que el Gobierno tenía como meta una producción promedio diaria de crudo para 2013 de 1’040.000 barriles, el Ministerio de Minas y Energía dio a conocer que el resultado estuvo levemente por debajo de lo estimado: 1’007.000 barriles al día, lo cual se traduce en un aumento de 6,6% frente a 2012.
“Nos impactaron los ataques terroristas en el último tramo del año. Algunos campos tuvieron problemas operacionales. Si esto no hubiera pasado, se habrían extraído 50.000 barriles adicionales al día”, contó el viceministro de Energía.
Las alzas que trajo el año nuevo
Con el incremento del 4,5% en el salario mínimo para 2014 llegaron las alzas en las multas de tránsito en todo el país, en el servicio de patios y grúas para Bogotá y en el Seguro Obligatorio para Accidentes de Tránsito (SOAT). Además, llegó un incremento de 4,4% en el valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), que es el valor que paga el Sistema General de Seguridad Social en Salud a las EPS por la prestación de servicios contenidos en el Plan Obligatorio de Salud (POS). Adicionalmente, con el dato de inflación correspondiente a todo 2013 —y que el DANE revelará este sábado—, se ajustará el precio de servicios notariales, peajes y tarifas de telefonía móvil. Entre tanto, las matrículas de colegios privados se incrementarán de acuerdo con lo que establezca el Ministerio de Educación.
Salud prepagada
Esta semana llegó a El Espectador una carta de un lector identificado como Carlos Andrés Hernández, quien denunciaba un aumento desmesurado en la tarifa de Colsánitas medicina prepagada (que en su caso pasó de $695.100 a $971.250 en 2014) y se preguntaba por el control a estas empresas. Al ser cuestionado por este hecho, el superintendente de Salud, Gustavo Morales, aseguró que aunque existe libertad en este mercado “porque es un contrato voluntario, no forma parte del sistema público de salud”, la Supersalud sí vigila a estas empresas para garantizar que cumplan lo que ofrecen y que no existan conductas abusivas o discriminatorias. Dijo, además, que se están investigando varias empresas por posibles prácticas abusivas, incluida Colsánitas.
hsandoval@elespectador.com
@hector_sandoval