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El consorcio Segundo Bicentenario, que lidera Carlos Collins, mantendrá el contrato para construir el cruce de la Cordillera Central, que incluye el túnel de La Línea.
Así lo anunció el director del Invías, Carlos García, quien no solo descartó la caducidad del contrato que había anunciado en enero de este año, sino que amplió el plazo para la terminación de las obras hasta noviembre del próximo año.
El vicepresidente Germán Vargas Lleras, que era el más interesado en que se declarara la caducidad del contrato, por considerar que a ese ritmo de trabajo que llevaba el consorcio, la obra no se terminaría ni en seis años, informó escuetamente en un comunicado de prensa que se había logrado un acuerdo entre las partes para continuar las obras y terminarlas en noviembre del 2016.
“En la tarde de hoy (martes) se suscribió un acta de compromiso que esperemos se cumpla, estrictamente, para finalizar las obras del túnel de La Línea”, explicó en un comunicado de prensa.
Según la ministra de Transporte, Natalia Abello, quien lideró el proceso que terminó por destrabar este conflicto, el acuerdo permitirá mantener la obra en manos del consorcio Segundo Bicentenario y evitarle al país la dilación del proyecto que requiere el país para hacer más competitivo el país.
El acuerdo señala que el constructor Carlos Collins deberá desembolsar $30 mil millones para poder retomar las obras. Y mientras que el Invías presenta el veredicto jurídico, el próximo 24 de marzo, el constructor deberá renunciar a cualquier tipo de reclamación o tribunal de arbitramento contra el Estado.
El domingo pasado estaba todo listo para el encuentro de los dos frentes de trabajo, sin embargo esperaron la jornada de la audiencia para retomar las obras y hacer el cale, que es la unión de los dos sectores que dan vía libre al túnel.
La gran pregunta que queda en el aire es quién colocará los 400 mil millones de pesos que hacen falta para terminar las obras, como lo denunció el gobierno hace algunos meses durante una inspección a las obras.