No hace más de 10 años la cuenta corriente era uno de los canales transaccionales de mayor uso entre los empresarios de Colombia, y la chequera a la que se podía acceder con ella le otorgaba cierto estatus a su titular, aunque en algunas ocasiones este papel no garantizaba los fondos disponibles a la hora de pisar un negocio o pagar a proveedores.
Hoy en día este producto financiero se encuentra en vía de extinción. Según los datos del reporte de inclusión financiera realizado por la Superintendencia Financiera y Banca de las Oportunidades, en 2014 sólo el 4,7% de este mecanismo transaccional estaba activo y ha sido desplazado por otros canales que no manejan excesivas comisiones por mantenimiento y administración, las transferencias emitidas, el ingreso de cheques, la recepción de correspondencia, las tarjetas asociadas y, sobre todo, por retirar efectivo de un cajero automático.
“Las empresas están usando las cuentas corrientes como segundo producto. Ya no son tan importantes como antes y ahora vemos la mayor utilización de cuentas de ahorro. Además, los productos transaccionales por internet y medios electrónicos las desplazarán cada vez más”, señaló Juliana Álvarez Gallego, directora de Banca de las Oportunidades, y agregó que los usuarios tienen actualmente más conocimiento sobre la rentabilidad de su dinero y por eso prefieren tener sus recursos en canales que les permitan hacerlo crecer. “El reto fuerte es para las entidades financieras, que deben generar más productos dirigido a este tipo de clientes”, anotó.
El reporte de inclusión financiera también reveló que al finalizar 2014 el número de adultos vinculados al sistema había ascendido a 23,7 millones, incluyendo los vinculados a establecimientos de crédito, cooperativas vigiladas por la Superintendencia de Economía Solidaria y ONG microcrediticias. De este total un millón de adultos ingresaron por primera vez, el 81,7% de los cuales lo hizo a través de una cuenta de ahorro, y el 5,5%, de un depósito electrónico.
Para David Salamanca, director general de regulación financiera, este reporte refleja avances en los canales de acceso, pero también identifica retos a futuro. “Vemos un avance porque actualmente llegamos al 100% de los municipios con entidades financieras, pero también vemos una brecha en el uso y es donde nos vamos a concentrar para que las personas utilicen de manera más intensiva los productos financieros y que la cuenta de ahorro no sea sólo para recibir un subsidio sino que sirva para acceder a otros productos, como el de crédito”.