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Clima no afectaría precios de alimentos

Mientras en Boyacá y Cundinamarca hay inundaciones, en el Caribe, Atlántico y Antioquia no cae una gota de lluvia. Aunque no ha subido el valor de la comida, analistas prevén un alza en los próximos meses.

Sergio David González
02 de julio de 2015 - 03:45 a. m.
En junio Corabastos recibió en promedio 10.000 toneladas de alimentos al día. /Archivo
En junio Corabastos recibió en promedio 10.000 toneladas de alimentos al día. /Archivo
Foto: ARCHIVO

La mayoría de los analistas en Colombia prevén que la inflación de junio se ubicará en 0,14%, con un rango de probabilidades de entre el 0,06 y el 0,20% mensual. De cumplise este pronóstico, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del sexto mes del año superaría al de junio de 2014, que fue de 0,9%.

El renglón de alimentos es uno de los más importantes dentro de la ponderación del IPC, y el arroz, que era uno de los productos con precios elevados en el primer trimestre del año, ha venido corrigiendo a la baja su tendencia. De acuerdo con Fedearroz, la agremiación que reúne a los arroceros en el país, el valor de este grano bajó en junio 2,27%, a $2,626 por kilo frente a los $2,687 de mayo pasado, teniendo en cuenta que en febrero el arroz blanco alcanzó su mayor precio del año a $2,897.

En el último día de junio, según datos del DANE a través del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (SIPSA), las principales centrales mayoristas del país reportaron un ascenso en la cotización de la zanahoria. Por ejemplo, en la Central Mayorista de Antioquia se incrementó el precio en 67% y se negoció el kilo a $572, pues la oferta desde los municipios de El Santuario, Marinilla y San Pedro de los Milagros fue menor. De la misma forma, en el mercado de Santa Helena, en Cali, aumentó la cotización un 58% y se negoció el kilo a $864, debido a que no llegó zanahoria procedente de Bogotá. Igualmente, en Plaza la 21 de Ibagué se transó el kilo a $1.300 y subió el precio 55%, por el menor abastecimiento desde la sabana de Bogotá.

Asimismo, el SIPSA cita que subió la cotización de la cebolla junca, la arveja verde en vaina, la remolacha, el pimentón, el chócolo mazorca y la cebolla cabezona blanca. Por ejemplo, en Cúcuta se incrementó el precio de la cebolla junca un 60% y se cotizó el kilo a $1.250, ante la menor oferta procedente de Tona (Santander). También en Medellín aumentó la cotización un 28%, ya que se contó con poco ingreso desde los corregimientos de Medellín; allí se vendió el kilo a $1.010.

Aunque expertos aseguran que el desorden climático que vive el país, en donde regiones que han estado inundadas como Cundinamarca y Boyacá y por otra parte sequías en el Caribe y Antioquia, no se verá reflejado en la inflación de junio, pero sí prevén que en el séptimo mes afecten el comportamiento del precio de los alimentos.

Ángela González, analista económica del Banco de Bogotá, manifestó que la entidad está esperando una variación mensual de 0,13 y de 4,45% para los últimos 12 meses. “Los efectos climáticos en el país aún no se han visto reflejados en los precios de los alimentos y esperamos que se vean en los meses siguientes. En cuanto al precio del arroz, lo hemos visto ajustándose a la baja al igual que el precio de la papa”. Agregó que con el aumento de importación en el arroz este producto de la canasta familiar puede seguir bajando, impactando en los bolsillos de los colombianos.

De acuerdo con el SIPSA, en la ciudad de Bucaramanga subió el precio de la papa criolla un 60% y el kilo se ofreció a $1.600 el último día de junio, ya que se redujo la recolección durante el festivo, especialmente en Tona (Santander) y el altiplano cundiboyacense. Igualmente, se incrementó la cotización un 49% en la ciudad de Medellín, debido a que se redujo el ingreso de carga procedente del oriente antioqueño, en donde el kilo se vendió a $1.488.

Voceros de la Corporación de Abastos de Bogotá (Corabastos) manifestaron que en junio no se registró desabastecimiento de productos agrícolas en la capital colombiana a causa de las inundaciones en el centro del país ni por sequías en el Atlántico y la Orinoquia. Confirmaron, además, que en ese mes se registró un ingreso promedio de 10 mil toneladas de alimentos diarios con precios estables.

Para Fabián García, economista de estudios económicos del BBVA, en julio se esperaría una variación negativa en el IPC de alimentos, lo que ayudaría a disminuir las presiones en la inflación anual. “Hemos visto presiones de invierno en Bogotá y Cali, y de sequía en Barranquilla, especialmente en papa, plátano y frutas. En cuanto el arroz, ya hemos visto una ligera corrección a la baja, lo que ayudaría que los alimentos en general bajen de precio”.

 

 

sdgonzalez@elespectador.com

Por Sergio David González

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