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Coletazos de la liquidación del Fondo del Ganado

Preocupación por las contribuciones de los lecheros y atomización gremial son algunas de las situaciones evidentes en el sector.

María Alejandra Medina C.
09 de junio de 2016 - 03:56 a. m.
Los productores de leche no deberián verse  afectados por la crisis de Friogán, un proyecto cárnico, según Analac. / Archivo
Los productores de leche no deberián verse afectados por la crisis de Friogán, un proyecto cárnico, según Analac. / Archivo

La promesa que hizo el Gobierno, según la cual el ciclo de vacunación de ganado se iniciaría con normalidad, se cumplió, de acuerdo con ganaderos consultados por este medio. Pero en otros ámbitos se empiezan a sentir los coletazos del limbo en el que se encuentra el Fondo Nacional del Ganado, que entró en liquidación el pasado 27 de mayo.

Los ganaderos fueron informados de que todos los programas que se fueran a ejecutar con recursos del FNG después del 31 de mayo quedaron congelados, salvo la vacunación, que garantiza no sólo la seguridad sanitaria nacional sino que es indispensable para siquiera aspirar a exportar carne.

Algunos productores, como los de la región Caribe, afirmaron que esa decisión es la más conveniente dada la coyuntura. “Somos conscientes de que los recursos se deben congelar hasta que por ley se tome la decisión que se deba respecto al Fondo”, dijo José de Silvestri, director de la Asociación de Ganaderos de la Costa Norte (Asoganorte).

No obstante, la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac) mostró rechazo y preocupación. Su argumento es básicamente que los lecheros, aunque aporten a la misma cuenta parafiscal, no tienen por qué salir afectados por un problema que provino del sector cárnico. El FNG entró en liquidación por respaldar deudas de Friogán, empresa que tiene plantas de sacrificio, maquila y distribuye carne bovina y sus subproductos.

“La parafiscalidad no se ha dejado de cobrar, es obligación cobrarla, pero es para reinvertirla en servicio al contribuyente (por ejemplo, en programas para certificación de la leche). Hoy se cobra pero no se reinvierte”, dice Carlos Estefan, gerente de Analac. Basado en la ley 101 de 1993, según la cual “los recursos que se generen por medio de contribuciones parafiscales agropecuarias (...) deben ser invertidos en los subsectores (...) que los suministran”, Estefan asegura: “la parafiscalidad de la leche no se puede destinar a algo diferente a brindar un servicio a los contribuyentes, es decir, los productores de leche”.

El Ministerio de Agricultura, sin embargo, recordó que “el fondo es uno solo” y las decisiones de avalar las deudas de Friogán se tomaron en la Junta Directiva de los años 2005, 2007 y 2009, con la presencia del sector lechero (Analac, Unaga, cooperativas lecheras y un representante del sector escogido por Fedegán).

Fracturas en el sector

Fedegán administró el FNG desde 1993, cuando fue creado, hasta 2015 cuando, bajo su manejo, el Fondo entró en reorganización. Desde entonces ha sido evidente el rifirrafe entre Fedegán y el Gobierno, y más recientemente entre grupos de ganaderos y Fedegán.

Los de Córdoba, a través de Ganacor, le pidieron la renuncia al presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, en mayo pasado. Luego se sumaron los de Sucre, La Mojana, los de doble propósito, entre otros. Y ayer, precisamente, se realizó una reunión en Barranquilla para definir hacia dónde irá la ganadería colombiana en esta coyuntura.

La reunión, según Alfredo García, presidente de Ganacor, fue promovida por los ganaderos de Córdoba, con el fin de que, sin la presencia de la junta directiva ni la del presidente de Fedegán, los asistentes pudieran expresarse libremente. Sin embargo, de acuerdo con García, Fedegán empezó a ejercer presión y acoso, “que ya está acostumbrado a realizar el doctor Lafaurie”, dijo un comunicado de Ganacor, gremio que, como protesta, finalmente no asistió al encuentro.

Por el contrario, José de Silvestri, de Asoganorte, afirmó que el objetivo de la reunión era que fuera incluyente, que los miembros de junta de Fedegán que asistieron lo hicieron por ser representantes de comités y que incluso fueron miembros de Demogán, un gremio que dice promover la democratización en el sector y cuya existencia Lafaurie ha descalificado.

De acuerdo con Silvestri, se discutieron cambios que sería conveniente hacer en los estatutos de Fedegán y que, del lado del Gobierno, se haga una política pública para la ganadería “que hoy está viviendo una incertidumbre a raíz de los enfrentamientos entre el presidente de Fedegán y el Gobierno”. Según él, quieren estar al margen de esa discusión. Del lado de los cordobeses, que tienen dos millones de cabeza de ganado, de las cerca de 20 millones que hay en el país, la petición de que Lafaurie dé un paso al costado se mantiene.

Por María Alejandra Medina C.

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