Luego del “jueves negro” registrado en las principales plazas bursátiles del mundo y de un viernes con un tenso cierre de mercados tanto en Europa, Estados Unidos como Latinoamérica, las grandes bolsas comenzaron su jornada ayer acumulando pérdidas alimentadas con un panorama pesimista: la crisis de la deuda europea y la reducción de la calificación de la deuda de EE.UU. por parte de la calificadora de riesgo Standard & Poor’s.
A su vez en Colombia las cosas no comenzaron bien —pese a que el Gobierno asegura que la economía nacional es fuerte contra estos embates—: el Índice General de la Bolsa de Valores de Colombia al mediodía caía 2,58% y al término de la jornada cerró con un notable descenso de 4,11%.
Durante la jornada de ayer, en que no dejó de rondar un gran temor frente a una nueva recesión económica, las bolsas de Asia, Nueva York, Frankfurt, Londres, París, Atenas, Moscú, entre otras, registraron caídas por encima del 4%. Asimismo, el precio del oro —refugio en tiempos de crisis— alcanzó un nuevo récord: US$1.700 la onza Troy, y en contraste, el petróleo abrió a la baja.
Desde la lectura del presidente de la comisionista de bolsa Serfinco, José Manuel Vélez, la situación de la economía colombiana, pese a la crisis externa, es buena. Explicó que esta situación sí va a impactar la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), pero no como sucedió en 2008 durante la crisis de la burbuja hipotecaria registrada en Estados Unidos.
A su vez, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno Mejía, dijo que la situación crítica de los mercados no va a impactar a Colombia, aunque señaló que si se presenta una recesión, Latinoamérica no estará exenta de su impacto.
Enrique Velásquez, presidente de la comisionista de bolsa Asesores en Valores, explicó que una de las repercusiones que ha traído la crisis en el mercado accionario nacional es que, por ejemplo, el título de la firma Ecopetrol —que ha perdido valor— se consigue más barato en el mercado secundario que a través del precio fijado para la segunda emisión accionaria ($3.700 por acción). “Esa es la disyuntiva de esta acción”, dijo el directivo, quien consideró que invertir en acciones —pese a la volatilidad del mercado y de temporadas no muy buenas— ha demostrado ser rentable.
Velásquez no descartó un efecto negativo en la economía nacional debido a la crisis de las plazas bursátiles del mundo y señaló que las grandes economías “deben abrocharse el cinturón” en materia fiscal aunque no estén acostumbradas a ello. Señaló que las dificultades económicas no van a desaparecer en menos de dos años.
Prueba de ello es que “Estados Unidos no ha empezado a hacer ajustes”, pese al llamado del presidente Barack Obama, quien aseguró que con “voluntad política” los líos económicos serán solucionables.