Las economías emergentes tendrán mayor resistencia a los cambios mundiales. Por fin habrá un crecimiento global de los desarrollados y Europa, junto con Estados Unidos, este último el principal comprador del mundo, saldrán de esa baja racha en la que andaban producto de la crisis mundial. Los commodities no caerán tanto de precio como sucedió este año y la volatilidad que fue protagonista en 2013 producto de las decisiones de la FED, se notará menos por estos lados.
Ese es el escenario que para 2014 proyectan los investigadores económicos del BBVA Colombia y bajo el que, con cifras en mano, se aventuraron a pronosticar qué pasará el año que entra en el país: “La economía crecerá 4,7% y para el 2015 lo vemos en un 5,1%. Eso será posible gracias a que se pondrán en marcha las obras civiles tan esperadas y que creemos aportarán 0,5% del PIB en esos dos años. Esas obras civiles crecerán 8% entre 2013 y 2017 porque son una fuente real de crecimiento”, contó Juan Téllez, economista jefe de BBVA Colombia y encargada de hacer la presentación del informe.
De acuerdo con el análisis hecho por los banqueros, se notará una destacable creación de empleo asalariado, lo que ayudará y, claramente, potenciará el consumo, una de las variables que más pesa en una economía como la colombiana, en donde el crecimiento de la clase media ha permitido que los consumidores sean más activos y aporten más a la economía nacional, a pesar de que los industriales en el tercer trimestre de este año sintieron que no se comportaba como esperaban. “La duda es si ese empleo asalariado será permanente”, detalló la investigadora.
La otra columna que sostendrá el crecimiento el año que viene será la construcción de edificaciones, “que tendrá una expansión moderada” y que mostrará “una mayor concentración en la Vivienda de Interés Social”. Lo que está más que claro es que “no habrá exceso de oferta” y su sostenimiento permitirá “un mayor encadenamiento con los sectores de suministros, creando más plazas de trabajo”. Se refiere, por ejemplo, a la producción de cemento y concreto, a la mano de obra de los obreros y a la necesidad de compra determinada para las viviendas, lo que se traduce en activación directa de los industriales que están en el negocio de los acabados.
La confianza de los hogares en materia laboral tiene una buena lectura y la inflación estará “por debajo del 3,0%, esperando que al cierre del año esté por los 3,2%, esto influenciado por los choques alimenticios. En cuanto al gasto fiscal el país está muy bien. En lo que se debe trabajar es en pensar de dónde van a salir los ingresos para cuando se deje de recibir el impuesto al patrimonio, en 2015, y el 4x1.000, que se prolongó para ayudar al agro”, recalcó.