Control de capitales paralizan la economía griega

Los 60 euros de límite que los ciudadanos de este país pueden sacar cada día no alcanzan para cumplir con las obligaciones diarias. Y tanto las grandes como las pequeñas empresas están siendo afectadas.

Redacción Economía
02 de julio de 2015 - 04:21 p. m.

Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores del sábado pasado no resultaron de la mejor manera, luego de que el primer ministro de este país, Alexis Tsipras, abandonara las conversaciones y sorprendiera con un llamado a un referendo el próximo 5 de julio, para preguntarles a los ciudadanos si están de acuerdo o no con aceptar las medidas de austeridad propuestas por sus prestamistas a cambio del auxilio económico de 7.200 millones de euros que le servirían para pagar los 1.600 millones de euros que le debía desembolsar al Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado martes.

El mal resultado de las negociaciones provocó que miles de personas corrieran a los bancos y a los cajeros automáticos para sacar su dinero por el temor del descalabro de su sector financiero. Por lo que, temiendo una corrida nacional, el gobierno griego decidió el domingo cerrar el sistema bancario durante varios días e imponer controles de capital hasta el próximo 5 de julio. La política restringe a 60 euros el monto de efectivo que pueden sacar los ciudadanos helenos cada día, una cantidad de dinero que debe alcanzarle pagar cumplir con todas sus obligaciones: Comida, arriendo, facturas, educación, etc.

El Wall Street Journal (WSJ) contactó Angeliki Andreaki, una ciudadana griega de 82 años quién explicó que ella paga sus cuentas en efectivo. Su arriendo suma 330 euros y tiene factura del teléfono de 39 euros que vencía el miércoles. Por esta razón ella no tiene más remedio que primero pagar su cuenta telefónica, y volver al cajero por 5 días seguidos para conseguir lo de su alojamiento. “Tsipras ha convertido a este país en Corea del Norte”, afirmó.

Este es tan solo uno de los millones de casos parecidos que hay en Grecia. El control de capitales representa uno de los peores episodios de la crisis de deuda helena que ya completa cinco años. El resultado es que la vapuleada economía sufre un nuevo apretón. Puede que el país nunca regrese por completo al euro, la moneda que adoptó hace más de una década.

Hasta este miércoles, el sistema bancario de Grecia tenía cerca de 1.000 millones de euros en efectivo, según un experto consultado por el WSJ. Incluso con el límite de 60 euros diarios sobre los retiros en cajeros automáticos, “es cuestión de unos pocos días” antes de que el dinero se acabe, añadió la fuente.

Las restricciones de capital son muy nocivas para los pequeños comerciantes ya que no cuentan con el musculo financiero para hacer frente a este periodo de poca liquidez en todo el país que fue algún día la cuna de la democracia. Sin embargo las grandes corporaciones también están sintiendo el efecto de esta política.

Varios cajeros automáticos en el centro de Atenas han tenido filas constantes de gente esperando retirar su límite diario. Los comerciantes dicen que la gente gasta menos, los mayoristas no pueden pagar sus suministros y los exportadores extranjeros prefieren no hacer transacciones con sus contrapartes griegos.

“La peor pesadilla en lo que se refiere a la comunidad empresarial se ha hecho realidad”, le contó Constantino Michalos al WSJ presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Atenas, quien además tiene un negocio mayorista de alimentos y 65% de su línea de productos es importada. A partir de esta semana, los proveedores extranjeros dejaron de enviar productos, dejándolo con unos 20 días de inventario. “Tengo la capacidad y los fondos necesarios en mi cuenta bancaria para importar”, aseveró, pero “no se me permite hacer una transferencia electrónica” el empresario.

Ryanair Holdings, la mayor aerolínea de bajo costo de Europa, informó el martes pasado que aceptaría efectivo por los pasajes en los aeropuertos griegos porque los clientes han tenido problemas para pagar con tarjetas de débito. Esta compañía tiene su sede en Irlanda pero los pagos electrónicos en el extranjero están prohibidos.

Desde enero hasta finales de mayo, el Banco de Grecia había emitido alrededor de 45.000 millones de euros en billetes, muy por encima de su asignación normal de 18.000 millones. Sin embargo esto no ha sido suficientes porque las entidades bancarias helenas siguen con poca liquidez, y no han podido conseguir créditos internacionales para hacer frente a la situación.

Si los griegos se pronuncian a favor de un acuerdo en el referendo del próximo 5 de julio, Tsipras, que ha hecho campaña por el ‘No’, seguramente renunciará como primer ministro. La formación de un nuevo gobierno y la negociación de un pacto podrían tomar tiempo. Un triunfo del ‘No’ dejaría a Grecia y a Europa en posiciones aún más distantes.

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Por Redacción Economía

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