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“Con crisis fronteriza pierde más Colombia”

La exembajadora de Colombia en Venezuela y exdirectora de la Cámara de Comercio entre ambos países analiza la situación. Dice que la agenda binacional se debilitó y perdió las bases institucionales que otorgaban el escenario de la Comunidad Andina.

Redacción Negocios
27 de septiembre de 2015 - 02:00 a. m.
María Luisa Chiappe fue embajadora de Colombia en Venezuela. / “El Tiempo”
María Luisa Chiappe fue embajadora de Colombia en Venezuela. / “El Tiempo”

¿Qué opina del encuentro entre Santos y Maduro?

Me parece muy importante que haya habido una reunión entre los dos presidentes. Creo que la frontera más temprano que tarde tendrá que abrirse por el bien de los países. Es muy reconfortante saber que por lo menos los temas se están tratando por la vía diplomática, del diálogo.

¿Qué hay de fondo en este conflicto? ¿Diferencias políticas, por ejemplo?

El problema actual no creo que se deba a las diferencias de concepción política, sino que más bien, como lo han dicho muchos, la única explicación que veo viable es que se esté utilizando el tema como parte de la agenda política interna de Venezuela. La verdad, la confrontación con Colombia no es un tema que le llame la atención a la opinión pública venezolana, y las encuestas siempre han demostrado que la gente no aprueba las políticas en contra de Colombia por lo general. No veo que el tema fronterizo vaya a servir para ganar votos para el gobierno en estas elecciones que vienen.

¿Qué responsabilidad recae sobre cada gobierno en esta crisis?

En la frontera siempre ha habido una situación de ilegalidad muy grande, siempre ha habido bandas criminales, paramilitares, guerrilla, tráfico de personas, de armas… Son innumerables los problemas que han existido y no son nuevos. Por eso uno no entiende que el gobierno venezolano de repente adopte políticas tan intransigentes en contra de los colombianos cuando estos problemas habían ocurrido desde hace mucho tiempo. Eso lo lleva a uno a pensar que la situación actual puede tener una motivación diferente a la solución de esos problemas. No se resuelven agrediendo a los colombianos.

¿Qué se hizo o se dejó de hacer de ambos lados para que este fenómeno tomara las dimensiones que tomó, en temas de seguridad, tráfico, entre otros?

Los temas que podríamos llamar conflictivos en la relación, que han existido desde hace muchos años, no tendrían que haber llevado a esta situación si los países hubieran creado una agenda mucho más compleja de actividades y de compromisos mutuos en la frontera, objetivos por los que tendrían que trabajar y que desafortunadamente no se crearon. La agenda entre Colombia y Venezuela se ha vuelto bastante monotemática desde hace algunos años. Lo más importante de todo era el tema de las negociaciones en La Habana. Por fortuna eso ya está resuelto, se va a firmar la paz y podemos empezar a crear una agenda más enriquecedora con Venezuela. Pero en los últimos años ha existido un temor muy grande por parte del Gobierno para concentrarse en temas diferentes y se había dejado que la agenda de la frontera y del comercio la dictara principalmente Venezuela.

¿Qué impacto tendría una guerrilla desmovilizada en términos fronterizos?

Una guerrilla desmovilizada elimina una gran parte de los problemas que existen hoy en la frontera. Pero ese no es el único problema, hay otra cantidad de situaciones ilegales que la hacen un lugar conflictivo. Y son conflictos que no se originan exclusivamente del lado colombiano, también de parte de los venezolanos, hablando de aquellos que están fuera de la ley.

¿En su paso por la Embajada y la Cámara vio posible una crisis como esta?

Claro que sí, siempre ha habido posibilidad de momentos críticos. Es decir, específicamente lo que ocurre ahora, con estas causas, probablemente no. Pero siempre en la relación bilateral ha habido una susceptibilidad muy grande, una desconfianza entre los dos países, y eso hace que las crisis ocurran con más frecuencia. Eso, desde que los dos gobiernos tienen orientaciones tan sumamente distintas. Desafortunadamente para los dos, abandonamos el esquema de la Comunidad Andina, que nos servía como base institucional muy fuerte y nos impedía llevar los problemas tan lejos como se están llevando ahora.

¿Previó también que en un punto la economía de Colombia iba a superar de esta manera a la venezolana?

Claro que sí, eso ha ocurrido en muchas etapas de la historia entre ambos países. La economía venezolana es mucho más cíclica que la colombiana debido a su alta dependencia en el petróleo. En muchas oportunidades ha estado mejor la economía colombiana, de manera que esto no es de extrañar. Es otra crisis más de baja de precios del petróleo.

¿La informalidad en Cúcuta puede aumentar como consecuencia de la crisis?

Claro que sí. Una situación con esta cantidad de colombianos que ya no son bienvenidos (en Venezuela) perjudicará enormemente la situación social de Cúcuta y los municipios vecinos. Es muy importante que se sigan adoptando medidas incluso más efectivas que las que se han planteado para poder reintegrar a estas personas a una vida económica y social activa y normalizada.

¿Quién es más dependiente de quién, Colombia de Venezuela o viceversa? ¿Quién pierde más?

Por supuesto que pierde más Colombia, porque los refugiados se habían ido buscando una mejor situación económica, la habían encontrado no sólo por la prosperidad de ese país, que siempre había tenido un ingreso per cápita más alto que el colombiano, sino porque el gobierno venezolano les había dado subsidios, abiertamente, para salud, alimentación, vivienda y en varios momentos se emprendieron programas de cedulación para los colombianos anunciando que con eso se legalizaba su situación en ese país. Ahora Venezuela no tiene la capacidad económica para seguir financiando esos subsidios, ni siquiera para su propia población, de manera que esta también es una manera de reducir la demanda de subsidios en lo que se refiere a habitantes de origen colombiano.

En la frontera con Ecuador también hay problemas, por ejemplo de contrabando. ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos casos?

La situación es muy distinta. La que hay entre Colombia y Venezuela es la segunda frontera más activa en el continente americano, después de la de México y Estados Unidos. No son comparables. Aquí hablamos de una cantidad de migrantes más alta, de movimiento de personas, capitales, que el que existe en la otra frontera.

¿Qué medidas se deberían tomar contra el contrabando en la frontera con Venezuela?

Los problemas que se ven en la frontera son un reflejo de los problemas macroeconómicos de Venezuela. Es muy difícil que las distorsiones que se presentan en la economía venezolana por efecto de sus políticas económicas no se reflejen en la frontera. Distorsión cambiaria y las que producen los subsidios.

¿Colombia es un mal vecino?

La frontera tiene problemas de ambos lados, también hay patologías que se presentan del lado venezolano, que se originan de ese lado. Sólo se pueden resolver mediante acuerdos y compromisos de largo alcance e impacto, acuerdos que deben tener un componente multilateral y participación binacional. No sacamos nada con hacer proyectos sólo colombianos, escuelas o centros de salud que beneficien sólo a colombianos. Debe haber unos que en la frontera cumplan con un objetivo social y político de beneficio mutuo para los países. Deben tener una financiación suficiente para lo cual seguramente será necesario recurrir a organismos multilaterales como puede ser la CAF, y un componente multilateral de ejecución de proyectos. Unasur podría tener un papel muy importante. Nos retiramos de la Comunidad Andina y se acabaron los compromisos, y las comisiones no han estado muy activas. Hemos descuidado todo el fundamento institucional que sostenía las relaciones fronterizas.

 

Por Redacción Negocios

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