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“Damos la bienvenida a venta de Isagén”

Valerie Cerra cree que en Colombia se debe ampliar la base tributaria de corporaciones y personas naturales para asegurar más ingresos.

Daniel Pacheco*
16 de junio de 2015 - 02:00 a. m.
Valerie Cerra ve en Colombia un compromiso con la reformas estructurales que den lugar a mayores recaudos tributarios. /Natalia Ramírez
Valerie Cerra ve en Colombia un compromiso con la reformas estructurales que den lugar a mayores recaudos tributarios. /Natalia Ramírez

Valerie Cerra es la jefa de misión para Colombia del Fondo Monetario Internacional (FMI). Encabeza la sección de la entidad multilateral financiera más grande del mundo, que viaja a los países y hace evaluaciones de su política económica y proyecciones de su desempeño. Acaba de publicar el informe anual sobre Colombia, luego de la visita de marzo. Aunque reconoce retos importantes a nuestra economía, principalmente externos por la caída de precio de petróleo, la visión del FMI es optimista. Su evaluación, que predice que los peores efectos de los bajos precios de los commodities se superarán este año, choca con visiones cada vez más apocalípticas de opinadores y políticos en Colombia.

¿Cómo le fue a Colombia en su chequeo anual?

En términos muy generales cumplieron su examen de salud. Colombia es un país con un marco de política económica fuerte y muy buena gestión. Los resultados se ven en el crecimiento económico fuerte de los últimos años. De hecho, su crecimiento actual está muy por encima de sus pares en la región.

Hay retos que se mencionan en su reporte, en especial los precios del petróleo.

Representan un reto importante para Colombia porque el 50% o más de sus exportaciones son petróleo, y el petróleo también constituye una parte relativamente importante de sus ingresos fiscales. Esto presenta un viento de proa (head wind) para el sector externo y posiblemente para el crecimiento. Es una de las razones para la disminución de su crecimiento este año frente al resultado muy fuerte del año pasado (4.6%).

Pero en su reporte esperan una recuperación del crecimiento a mediano plazo. ¿Cuál es este plazo?

Este año, proyectamos que el crecimiento será de 3.4%, el próximo año subirá ligeramente, a 3.7%, y luego, gradualmente, seguirá incrementando hasta el 2018 cuando llegue a 4.25%, el equivalente al potencial de crecimiento de mediano plazo de la economía colombiana.

¿Cuál es la evaluación del FMI a cómo se están enfrentando en Colombia estos retos externos?

Se están asumiendo de una manera muy sensata. Primero, manteniendo un marco de política que ha sido establecido y contiene muchos buffers. Por ejemplo, el Banco de la República ha aprovechado flujos importantes de los últimos años para acumular reservas en moneda extranjera. El gobierno ha tenido un marco acertado de política fiscal, incluyendo la introducción de la regla fiscal, que ayudará al gobierno a enfrentar estos choques externos. Pero al mismo tiempo, el gobierno ha mostrado su compromiso con reformas tributarias, como la aprobada al final de 2014, y medidas sobre el gasto público que ha implementado este año, para cumplir con la regla fiscal. Además, hay una comisión de política fiscal que ha sido establecida para pensar en las opciones de reforma tributaria, para cumplir con la regla fiscal en el futuro.

¿El déficit fiscal actual es una preocupación para ustedes?

Diría que no es una preocupación. Colombia mantiene un nivel relativamente bajo de deuda pública en términos del PIB, incluso comparado con países con un grado de inversión similiar. Cuando proyectamos el nivel de deuda hacia el futuro vemos que en tanto se recupere el crecimiento, la deuda tenderá a estabilizarse.

Retos claves que ustedes mencionan: elevar ingresos de sectores distintos a los commodities y generar crecimiento inclusivo…

Vemos la necesidad de incrementar los ingresos que no provienen del petróleo y hay muchas opciones para hacerlo. Vemos un espacio importante en el futuro ampliando la base del impuesto al ingreso corporativo (corporate income tax), simplificando la estructura tributaria, y en el impuesto al patrimonio (personal income tax) también ampliando la base, haciéndolo más progresivo, y haciéndolo más sencillo para que la gente pueda cumplir con sus obligaciones y la agencia de impuestos (DIAN) sea más efectiva. En algunos casos será necesario incrementar las tasas de impuestos, incluyendo en los de consumo.

Hay un debate en Colombia sobre si la reforma fiscal pasada fue muy dura con la empresa privada. ¿Qué piensa el FMI?

Creemos que hay muchas opciones y entendemos que la que tomó el gobierno fue parte de una necesidad para cerrar una brecha inmediata. Eso es parte del diálogo que se está llevando a cabo, al considerar las distintas opciones que hay, de manera que las voces del sector privado, así como el gobierno, tendrán una oportunidad para discutir estas experiencias.

¿Cree que hay algo que deba hacer el gobierno para controlar las fluctuaciones en la tasa de cambio?

Creemos que la tasa de cambio flexible de Colombia es una parte muy importante de su buffer(amortiguador). La tasa de cambio es el primer punto donde se absorben los choques externos en el país y ha servido en este sentido. Es muy típico que países que tienen tasas de cambio flexibles experimenten fluctuaciones de tasas de cambio cuando hay un shock, como el que se ha presentado ahora con los precios del petróleo. Entonces creemos que la depreciación, a lo largo del tiempo, ofrecerá incentivos a las compañías exportadoras del sector no petrolero, que serán efectivas para incrementar la producción, y recortarán temporalmente las importaciones. Estos movimientos han sido totalmente naturales y hacen parte del marco de política económica.

¿Qué piensan de los proyectos de gasto público en infraestructura que ha propuesto el gobierno?

Apoyamos estos proyectos. Los vemos como un elemento importante en (shoring up) aumentar el crecimiento sostenible a mediano plazo, y llegar a las tasas de crecimiento más altas que hemos visto en los últimos años.

Parte de estos proyectos se financiarán con la venta de Isagén, que está detenida por un debate legal. ¿Es sensata esta venta?

El gobierno tiene un objetivo para financiar estos proyectos de infraestructura con distintas fuentes; bancos domésticos, empresarios, fondos de pensiones, y el Fondo Nacional de Desarrollo. Este programa será muy exitoso así la venta de Isagén se dé o no. Pero hemos tomado la postura de que le damos la bienvenida a la venta de Isagén para promover financiamiento adicional, a través del Fondo Nacional de Desarrollo.

¿Cuáles son sus recomendaciones para que el crecimiento económico ayude a disminuir la desigualdad?

La estabilidad macroeconómica es conducente a mejorar la desigualdad. Estos temas son de largo plazo. Yo sé que en Colombia están buscando avanzar con la inclusión financiera, para ayudar a la gente a encontrar bienes colaterales para acceder a créditos. También, como ya hemos discutido, debe haber una reforma tributaria progresista, y creemos que hay espacio para mejorar en el impuesto a los ingresos de personas naturales (personal income tax). Por otro lado, hace un año discutimos, en más profundidad, la necesidad de una reforma pensional, entendiendo que el sistema actual también contribuye a la desigualdad, porque aquellos en un nivel de ingresos superiores son los que terminan tomando la mayoría de los beneficios pensionales.

 

* Corresponsal de Noticias Caracol y Blu Radio en Washington.

Por Daniel Pacheco*

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