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De las cartas al 'e-commerce'

El operador postal le apuesta a la paquetería de productos comprados en internet. Este mes lanza un casillero para recibir estos artículos.

Óscar Güesguán Serpa
04 de noviembre de 2014 - 01:49 p. m.
Las bandas clasificadoras hacen parte del proceso de sistematización de 4-72. / Archivo 4-72
Las bandas clasificadoras hacen parte del proceso de sistematización de 4-72. / Archivo 4-72

¿Sabe cómo enviar una carta? ¿Sabe dónde está ubicada la oficina postal más cercana a su casa? ¿Tiene idea de cuánto cuesta despachar una postal? Si no lo sabe, no se preocupe, seguramente es hijo de la generación de internet, la herramienta que nos puso a hablar otro lenguaje y a otro ritmo.

A menos que usted sea un nostálgico del pasado, se podría decir que ya no importa si no tiene respuestas a esas preguntas porque, como asegura Adriana Barragán, presidenta del operador postal oficial de Colombia 4-72, “las personas de este país ya no mandan cartas de amor”.

Mientras la humanidad se desplazaba hacia las redes, los carteros, la pluma, el papel y, por supuesto, el negocio fueron cambiando, pero algunas empresas no.

El miedo al cambio le pasó factura a 4-72: “Desde 2008, las utilidades venían cayendo. En 2012, la empresa entró en crisis, con utilidades que no superaron los $4.600 millones”, dice Barragán.

“Nosotros éramos los más ineficientes del mundo. Colombia estaba en 8.034 envíos por persona, mientras el promedio de América Latina es de 55.000. Estamos cerca, porque ya cada empleado entrega 31.000 piezas”, agrega.

Las cifras siguieron mejorando: la efectividad, que en 2013 llegaba a 63%, es decir, por cada 100 envíos 63 llegaban a tiempo, mejoró. Ahora llega al 93%.

Sin embargo, los procesos se seguían haciendo manualmente. Es decir, en pleno siglo XXI —con competidores como Fedex, Servientrega, Coordinadora y Deprisa—, un hombre que por experiencia sabía de direcciones y barrios en la ciudad iba repartiendo los paquetes dependiendo del recorrido de los carteros.

Y ellos, los encargados de que el envío llegara a su destino, por fallas en el proceso anterior llegaban a lugares equivocados. Tiempo perdido.

Desde 2013, como medida paliativa y con el ánimo de automatizar los procesos, se han invertido $45.000 millones.

Una de las inyecciones de capital se hizo en bandas clasificadoras que, por medio de la identificación de un código de barras que viene en el paquete, automáticamente define el destino. Mientras tanto, en las regiones los operadores van a tener una brazalete que cumple la misma función.

Las personas encargadas de entregar los envíos tendrán unos móviles “con los que vamos a tener control sobre su ubicación y número de entregas. El registro hecho con estos dispositivos permitirá que se conozca la ruta que hizo el paquete hasta su entrega final”, cuenta la presidenta de 4-72.

Con la “extinción” de las cartas y la reducción del correo certificado, que, a pesar de haber disminuido, a esta empresa le representa $30.000 millones al año, un gran porcentaje de la actividad se centró en la paquetería, sobre todo en la entrega de productos comprados por internet, ese es hoy el negocio.

* De compras en la web

La proyección y el fortalecimiento de las empresas, dice Barragán, está en las compras que las personas hacen por internet y en los tratados de libre comercio que les permitirán a los colombianos consumir más productos de otros países.

En su Casillero Virtual, 4-72 suma más de 40.000 usuarios, un estimado de 22.000 más al finalizar el año y una proyección de crecimiento del 37% en el año siguiente. La mayoría de ellos compra en Estados Unidos y, aunque en las cifras oficiales de la firma aparezcan computadores, artículos electrónicos, ropa y videojuegos como los artículos más comprados, lo cierto es que son los vibradores sexuales lo que más se consume hoy en Colombia cuando de compras por internet se trata.

Obedeciendo a las necesidades de un mercado creciente, la empresa se la jugó con una inversión, en principio, de $800 millones para un servicio que estará disponible para el público a partir de este mes. Se trata de Sr. Pack, casilleros públicos que estarán ubicados en ocho puntos de la ciudad.

Luego de realizada la compra virtual, el usuario escoge a qué casillero quiere que se la envíen. Con un código asignado va hasta ese punto, retira el paquete digitando su clave en el dispositivo y, como si de un dispensador de gaseosa se tratara, su paquete saldrá, evitándole tener que esperar al cartero y los titubeos por cuál dirección es la mejor para recibir el artículo. En 2015 habrá 50 máquinas de estas en Bogotá. La inversión: unos $3.000 millones.

La renovación de 4-72 empieza a dejar atrás las estampitas y las cartas. Mientras tanto, el Consejo Filatélico sigue aprobando sellos para un correo que no es el que se envía por internet.

oguesguan@elespectador.com

@oscarguesguan

Por Óscar Güesguán Serpa

 

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