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De petroleros a banqueros constructores

El segmento financiero está ganando relevancia por su participación en las carreteras 4G.

Camilo Vega Barbosa
28 de junio de 2015 - 02:00 a. m.
El sector construcción y financiero se encuentran en sinergia pues los grandes  bancos colombianos participarán en la financiación  de las carreteras 4G. / Archivo
El sector construcción y financiero se encuentran en sinergia pues los grandes bancos colombianos participarán en la financiación de las carreteras 4G. / Archivo

Por más de 10 años el petróleo fue el producto estrella de la economía colombiana. Su jugosa renta fue por mucho tiempo el mecanismo de financiamiento de gran parte de los proyectos en el país, a tal punto que alcanzó a representar el 25% del presupuesto general de la Nación. Y aunque siempre existieron problemas en el sector, éstos no parecieron importar sino hasta hace un año, pues la cotización del barril de crudo a US$100 solventaba dichas ineficiencias.
 
Sin embargo, la caída de más del 50% que han tenido los precios del petróleo desde julio de 2014, ha puesto fin al boom de las materias primas en Colombia y en toda la región, lo que ha provocado que el sector estrella sea ahora uno de los más deficientes y el principal culpable de la actual desaceleración económica colombiana. Hace un año el Gobierno decía que el país podría crecer en promedio 5%, pero bajo la coyuntura actual han tenido que modificar su pronóstico a 3,6%.
 
Según el Departamento Nacional de Estadística (DANE), el dato de crecimiento económico de Colombia durante el primer trimestre de 2015 cerró en 2,8%, superior al 2,7% proyectado por el Banco de la República. Las cifras mostraron que los sectores de comercio, construcción y financiero fueron los que más jalonaron la economía, al presentar incrementos de 5, 4,9 y 3%, respectivamente. El rubro de explotación de minas y canteras presentó un leve decrecimiento de 0,1%, pero el componente de industria manufacturera mostró una significativa reducción de 2,1%.
 
No es casualidad que el sector manufacturero y el de explotación de minas y energía fueran los únicos que decrecieron en el último reporte del PIB. Aunque la producción de petróleo tuvo variación anual de 2,3% y un crecimiento trimestral de 1,3%, esto no alcanzó a compensar las pérdidas ocasionadas por los componentes de gas, carbón y oro que en el primer trimestre de 2015 cayeron 11,1, 5,6 y 33,9%, respectivamente. No obstante, los datos suministrados por el DANE muestran que gran parte de la caída de 2,1% en la industria se debió a los rubros de refinación de petróleo.
 
“Mientras la refinería de Cartagena no entre en funcionamiento, la industria seguirá golpeada. Se espera que lo haga al final de 2015. Sin embargo, la reactivación de la planta no alcanzará a compensar la pérdida que habrá en los próximos meses. Por esta razón el producto colombiano estará cercano al 3% para el cierre este año”, advirtió el exministro de Minas Amylkar Acosta.
 
La nueva composición del PIB es la muestra de que Colombia está dejando de ser tan petrolera y se está convirtiendo en una economía de banqueros constructores. El sector financiero, aparte de ser el tercero que más creció durante la primera parte del año, fue el rubro que más contribuyó para que el producto creciera 2,8% en el primer trimestre de 2015. Por otro lado, la construcción es actualmente el componente en el que más invierte el Gobierno por medio de proyectos de vivienda y el de las carreteras 4G.
 
Ambos sectores se encuentran en sinergia, pues los grandes bancos colombianos han manifestado públicamente que participarán en la financiación de las carreteras 4G, las cuales tienen un costo total aproximado de $50 billones, por lo que estas entidades se tendrían que acomodar y diseñar estrategias para poder soportar en sus balances los grandes préstamos que harían a los consorcios que construirán las nuevas vías del país, y no sería extraño que algunos optaran por restarles importancia a otros servicios como los créditos de consumo, comerciales o hipotecarios. 
 
Camilo Silva, director de Análisis Técnico de Valora Inversiones, explicó que “es posible que el sector financiero le esté apostando más al financiamiento de las carreteras de las 4G, que a las demás carteras, porque estarían asegurando los grandes flujos por los próximos años y la coyuntura actual prevé una reducción de los demás créditos. La desaceleración económica provocaría una reducción importante en la utilización de las tarjetas de crédito y la eventual alza de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos elevaría el costo de los demás tipos de préstamos, sobre todo el hipotecario”.
 
Por su parte, Ómar Suárez, analista de Alianza Valores, considera que “el financiamiento de las carreteras 4G por parte de los bancos colombianos es una inversión de mediano plazo. De manera que los efectos beneficiosos de éstos no revertería la tendencia que se registra por el momento, la cual sugiere que la cartera local se está comenzando a desacelerar. Pero aun con el menor dinamismo del sector financiero, éste seguirá aumentando su importancia dentro del PIB, sobre todo mientras que la industria petrolera en Colombia no se reactive”.
 
Al igual que la cartera, la construcción en Colombia ha venido desacelerándose. Mientras en el tercer trimestre de 2014 este componente se incrementó 12,7%, en los últimos tres meses del año pasado sólo presentó un alza de 5,9%. De manera que la variación anual de 4,9% en el primer cuarto de 2015 muestra que la desaceleración continúa. Y no se puede ignorar que las licencias de construcción cayeron 6,25% en los primeros tres meses de este año y que su efecto se suele reflejar en el mediano plazo.
 
Hay varios retos para la transición de petróleo hacia la economía híbrida entre construcción y financiero. Para empezar, la anterior reforma tributaria ha dejado una huella significativa en los balances de las entidades bancarias del país, recursos a los que tuvieron que renunciar y que pudieron ser utilizados para el financiamiento de las carreteras 4G. Por ejemplo, Bancolombia y Davivienda pagaron por tan sólo el impuesto a la riqueza durante el primer trimestre de 2015, $162 mil millones y $66 mil millones.
 
Además, los $5,3 billones que se esperaban recibir por la venta de la generadora de energía Isagén siguen en duda. Hasta que el Consejo de Estado resuelva las demandas que buscan impedir la privatización de estas compañías, la Financiera de Desarrollo Nacional no podrá apalancar la mayoría de los recursos de las carreteras 4G.
 
Clemente del Valle, presidenta de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), ha mencionado que “hasta que se concreten los recursos de la venta de Isagén, el financiamiento de las carreteras 4G quedará limitado. El objetivo de los $5,3 billones que se esperaba recibir consistía en apalancarlos y convertirlos en más de $25 billones, un monto que iba a permitir financiar las nuevas vías de la Nación y los demás proyectos de infraestructura”.
 
En este momento la prioridad son los cierres financieros de la primera ola. Según Del Valle,  “podrían ser financiados por un tiempo con una alianza que tenemos con el Banco Agrario. Pero el tema se comenzaría a volver más crítico en el segundo semestre con el financiamiento de la segunda etapa de las 4G, y es el momento en que se volverá más determinante el tema de Isagén”.

Por Camilo Vega Barbosa

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