Su puerto carbonífero ubicado en la ensenada de Alcatraz, en Ciénaga (Magdalena) y operado por la compañía American Port Company, no seguirá operando mientras no esté funcionando el sistema de cargue directo de carbón, anunció ayer la ministra de Ambiente, Luz Helena Sarmiento, desde Santa Marta.
El mismo presidente Juan Manuel Santos había hecho la antesala para el anuncio: “La Drummond está incumpliendo la ley y está contaminando la bahía de Santa Marta (...) A los gobiernos les toca tomar decisiones a veces difíciles; unas que causan problemas, otras que causan alegrías”, dijo Santos ayer tras ordenarle a la ministra viajar a Santa Marta y encargarse personalmente del caso. Sarmiento le dio un plazo de cuatro días a la minera para que termine la carga del material que tiene en el puerto.
Aunque la multinacional tuvo siete años para reemplazar el uso de barcazas por un sistema de bandas transportadoras más seguro, no cumplió el plazo legal para terminar las obras (el 1º de enero de 2014) que, han asegurado sus directivos, estarían listas en marzo. “En caso de que la Drummond vuelva a incumplir la ley, nos veremos obligados a actuar de manera policiva y eso agravará su situación”, dijo la ministra.
El ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta Medina, respaldó la decisión a pesar del golpe que significa para la economía colombiana y aceptó que el sistema de cargue de carbón mediante barcazas trajo riesgos de contaminación como lo ocurrido con las 1.800 toneladas de carbón que la Drummond arrojó hace un año en el mar Caribe.
La minera ha estimado que por cada día que deje de operar, Colombia dejará de recibir $11.471 millones, entre regalías, impuestos y pagos de nómina. En 2013, la Drummond vendió al mundo cerca de 30 millones de toneladas de carbón colombiano. Sus activos en el país valen US$7.600 millones, según el New York Times.