Ecopetrol, un manojo de esperanzas

En medio de la recuperación petrólera, analistas dicen que las metas de la compañía son difíciles pero cumplibles.

Óscar Güesguán Serpa
26 de mayo de 2015 - 11:19 p. m.

Las pinceladas que había dado el nuevo presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, a su llegada, sobre el futuro de la petrolera, en las que advertía sobre el fortalecimiento del equipo en Houston, la agresividad en la exploración off shore y la eficiencia en la producción, quedaron consignadas en su nueva estrategia corporativa, que fue aprobada ayer por la junta directiva.

Este plan, que como aclaró la compañía está sujeto a variables que pueden alterarse por el comportamiento económico, fue hecho bajo un supuesto de precios del Brent que oscilan entre los US$70 y US$80, en los próximos cinco años, cifra que, según los pronósticos del especialista en petróleo y gas del BID, Ramón Espinasa, no es descabellada.

“Las fuerzas que provocaron los cambios en el precio del petróleo son de carácter estructural y tienen que ver con el desarrollo de los no convencionales en Estados Unidos. Arabia ha aumentado la producción y está cerrada en Libia e Irán y el boom de demanda se está desacelerando. Por esto creo que los precios se podrían mantener en los niveles actuales moviéndose US$10 para arriba y alcanzar los US$70 en promedio para el Brent”.

Este plan —que marca el inicio de la gestión del exministro de Hacienda y establece la hoja de ruta para los próximos cinco años de la firma— resulta “ambicioso” para el expresidente de la Asociación Colombiana de Petróleo Alejando Martínez.

Entre los objetivos que fueron establecidos están las inversiones en producción del orden de US$6 mil millones entre 2015-2020, la adición de 1.700 millones de barriles a las reservas y un crecimiento de la producción de 1 o 2% en ese mismo período.

La preocupación recientemente expresada por el presidente de la ACP, Francisco Lloreda, quien alertó por la caída de más del 90% de la exploración y los riesgos que esto traía a largo plazo para las reservas del país, en el caso de Ecopetrol, fueron atendidas de manera parcial, pues mientras anualmente la producción recibirá US$4 mil millones por año, la exploración durante 2015 sólo contará con recursos de US$600 millones y posteriormente recibirá entre US$1.000 y US$1.500 millones anuales.

Ómar Suárez, analista de Alianza Valores, explicó que “Colombia no es un país como Venezuela o Arabia Saudita, que tienen reservas por más de 100 años. Por eso para Ecopetrol es importante aumentar el número de yacimientos. De manera que la estrategia actual de la iguana, de invertir mucho en producción y no tanto en exploración, podría implicar que la vida en años de las reservas se reduzca. La meta de incrementar en 1.700 millones de barriles el nivel de reservas para 2020 es un desafío, pues implicaría prácticamente duplicar el actual”.

El nivel de las reservas, que se calcula durarían 6,6 años, inquieta al senador del Centro Democrático Iván Duque, quien asegura que éstas dependen en un 50% de Ecopetrol. Además, advierte sobre la necesidad del mantenimiento de la capacidad de producción, contemplada en la nueva estrategia que fijó que en 2020 serían de 870 mil barriles diarios, 115 mil más que la meta lograda en 2014, la segunda mayor producción de la historia, cuando aún Javier Gutiérrez lideraba la compañía.

“Hay unas cosas críticas en el manejo de la empresa que necesitan fortalecerse financieramente, porque de allí van a tener los recursos para lograr las metas de exploración y explotación. Ecopetrol viene teniendo una práctica que el mercado está castigando, y es la de distribuir cifras cercanas a 70 u 80% de sus dividendos cuando otras empresas reparten entre 34 y 44%. Necesita que no la sigan exprimiendo desde el Ministerio de Hacienda”, manifestó Duque.

Para el presidente de la Cámara Colombiana de Servicios Petroleros (Campetrol), Rubén Darío Lizarralde, la gran apuesta consignada en el documento que deja claro el protagonismo de la exploración costa afuera —yacimientos como Orca (operado con Petrobrás), Kronos y Calasú (Anadarko) y 3 pozos exploratorios por año— retrasaría el cumplimiento de las metas planteadas.

“La única duda, por ahora, es la de aumentar la producción cuando me voy a focalizar fundamentalmente a exploración off shore. Si tenemos éxito en ese proceso y encontramos petróleo, antes de ocho años no vamos a poder utilizarlo. Y, por lo tanto, las metas que tienen de aumentar reservas y producción se van a demorar”, dijo.

En la misma vía del Gobierno Nacional, la petrolera espera que al finalizar este año la refinería de Cartagena, en la que fueron invertidos cerca de US$7 mil millones, entre en funcionamiento. De ser así, más de 165 mil barriles diarios podrán ser convertidos en gasolina.

Esta es la meta de más corto plazo y con impactos significativos en la industria, considera el exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta. “El primer beneficio será para la economía, ya que le imprimirá un gran impulso al crecimiento del sector industrial, que se ha visto lastrado por la parálisis de esa obra. Se duplica la capacidad de refinación y con ello el país recuperará la autosuficiencia en materia de combustibles. Hoy se importa más del 60% del diésel que se consume en el país. Además, por fin, Colombia podrá cargar su principal refinería con crudo pesado (que hoy no es posible, sólo se pueden cargar, tanto la de Cartagena como la de Barrancabermeja, con crudo liviano), en momentos en que mas del 60% de la producción de crudo del país es pesado. Ya no tendrá que comprarles crudos a terceros para cargar sus refinerías. Hoy, por lo menos, el 34% se lo compra a terceros (a otras empresas y a la ANH)”.

Esta estrategia, ambiciosa y optimista en tiempos de crisis, fue la que Juan C. Echeverry escogió. El sector lo sigue de cerca.

Por Óscar Güesguán Serpa

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