El llamado que hizo Washington en la antesala de la reunión de los ministros de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (CEAP), en la ciudad china de Qingdao, hace parte de la maniobra estratégica entre EE.UU. y China con respecto a qué papel debe jugar Beijing en las negociaciones de comercio mundiales.
EE.UU., la Unión Europea y otros han enmarcado el Acuerdo de Tecnología de la Información (ATI) como un caso de prueba para China, al tiempo que busca unirse a discusiones más grandes, lideradas por EE.UU. para fijar nuevas reglas mundiales para el comercio anual de US$4,6 billones en servicios.
Las discusiones de la ATI, que se harían bajo los auspicios de la Organización Mundial de Comercio (OMC), también están siendo vistas como una prueba para la OMC, al tiempo que sus miembros debaten sobre cómo revivir la paralizada ronda de negociaciones de Doha. “Si no podemos resolver la ATI, ¿entonces cómo podremos resolver los temas más grandes de acceso al mercado que están de nuevo en el centro de la agenda de la OMC?”, dijo un funcionario del área comercial en Ginebra.
Las conversaciones para actualizar la ATI con 256 categorías de productos adicionales libres de tarifas, que van de las televisiones de pantalla plana a la nueva generación de semiconductores, fracasaron en noviembre pasado, luego de que China, que es ahora la exportadora más grande de bienes de tecnología de la información en el mundo, buscó mantener sus tarifas sobre más de 100 de estos productos.
Desde entonces, dijeron las personas involucradas en las conversaciones, ha habido poco progreso, al tiempo que algunos ministerios en Beijing han seguido opuestos a reducir las barreras tarifarias, y querían seguir protegiendo las industrias.
Sin embargo, EE.UU. está usando el liderazgo de China en las reuniones de este año de la CEAP como una manera de poner nueva presión sobre Beijing, y lograr así que vuelva a la mesa de negociación y reduzca su lista a una extensión razonable.