“El agro debe tener reglas justas y equitativas”

Por primera vez, y en compañía de 45 empresarios del Viejo Continente, el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea, Phil Hogan, estará de visita en el país.

María Alejandra Medina C.
06 de febrero de 2016 - 09:00 p. m.

Durante el lunes y el martes de la semana que comienza se reunirá, entre otros, con el presidente Juan Manuel Santos y el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri. Entre los principales temas que se abordarán están la producción orgánica, el comercio, la inversión y la cooperación.

En entrevista con este diario, hace énfasis en que el tema de tierras, por ejemplo la formalización de títulos para pequeños propietarios y la restitución, será vital. También subraya la necesidad de dotar a los campesinos de herramientas para potencializar la competitividad.

¿Cuáles son los principales beneficios que el agro y el mundo rural colombiano puede obtener de la relación del país con la Unión Europea?

El acuerdo comercial entre la Unión Europea y Colombia ofrece muchas oportunidades para nuestros productores agropecuarios, de ambos. En términos de intercambio comercial, hay que resaltar que entre enero y octubre de 2015 las exportaciones agrícolas colombianas crecieron un 22% y alcanzaron un valor total de 1.700 millones de euros. Productos como banano, café, café soluble, aguacate, piña, flores, cacao, tabaco, azúcar, gelatina, ron, aguardiente, mermeladas, aceite de palma, naranjas, preparaciones de frutas, entre otros, han contribuido a mantener una tendencia positiva para las exportaciones del país. Por ejemplo, las exportaciones de café colombiano hacia la UE crecieron un 31%, 533 millones de euros, entre enero y octubre del año pasado; exportaciones de piña colombiana crecieron 59% y aguacates, 228%. El reconocimiento por la UE de “Café de Colombia” como una indicación geográfica protegida (IGP) en el mercado europeo significa un reconocimiento de su calidad y, por lo tanto, significa un valor añadido por los productores. Este sistema de propiedad intelectual rural es un elemento importante del modelo agropecuario europeo y me consta que el sector colombiano está deseando desarrollar, comenzando con el café.

¿Cuáles son los principales beneficios que la Unión Europa puede obtener del sector agropecuario y rural colombiano?

El consumidor europeo busca cada vez más la calidad en su alimentación. Colombia tiene fama de buena calidad en el café y en las frutas y verduras tropicales, entre otros, y para ellos se crearán más oportunidades de exportación a medida que el sector se desarrolle y evolucione en el ámbito de la calidad y en la producción orgánica. Cuanto más comercio haya, más beneficios se obtendrán, tanto en el aprendizaje como en el gusto de productos.

¿En qué programas o planes quiere enfocarse la UE para cooperar con el agro colombiano?

Voy a contribuir en el debate participando en el evento “Oportunidades comerciales y de inversión entre el Pacífico colombiano y la Unión Europea: socios para el desarrollo integral sostenible agrícola”, que se llevará a cabo en Cali en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, el próximo 9 de febrero. Es organizado por la Gobernación del Valle del Cauca, la Agencia de Promoción de Inversión en el Pacífico Colombiano (Invest Pacific) y la Unión Europea. Busca fomentar las oportunidades de intercambio comercial en el sector agrícola entre la UE y Colombia. Asimismo, representantes de diferentes países de la UE presentarán estrategias para mejorar el aprovechamiento del acuerdo comercial y se intercambiarán experiencias y buenas prácticas para dar valor agregado a la producción agrícola.

¿Y en una etapa de posconflicto?

Habrá muchas oportunidades para el desarrollo rural, ya que gran parte del país estará desmilitarizada, y se dispondrá de terreno fértil y productivo. En Europa disponemos de un programa de desarrollo rural que también se ha aplicado en zonas de posconflicto, incluido Irlanda del Norte, y podría ser un modelo para el posconflicto en Colombia. La UE ha decidido acompañar al Gobierno Nacional en la implementación de su Plan Nacional de Desarrollo, en particular a nivel de las políticas de “transformación del campo” y “crecimiento verde”. El valor agregado de la cooperación de la UE está en la inclusión del enfoque territorial en las políticas públicas nacionales. Éste busca la articulación de los mercados, las políticas públicas y la sociedad civil para promover la transformación productiva, social e institucional de los territorios rurales. Los temas de más interés son las tierras: titulación de territorios colectivos a comunidades étnicas, titulación a pobladores rurales y formalización de títulos a pequeños propietarios y restitución de tierras a población afectada por el conflicto. También acceso a factores productivos y el fomento de bienes públicos, agricultura familiar y la asociatividad. Y vivienda rural, aspecto esencial para generar mejores niveles de calidad de vida y aumentar el arraigo de los pobladores rurales. También se trata de la competitividad: aumentar la capacidad de los productores locales de competir para mejorar su acceso a mercados mediante el fortalecimiento de alianzas de comercio justo.

¿Cuánto significa toda la cooperación en recursos, donaciones y préstamos?

Entre 2002 y 2013, la UE aportó desde su cooperación bilateral cerca de 160 millones de euros en los llamados “Laboratorios de paz”. Si sumamos intervenciones en otros sectores y apoyos a la sociedad civil, en total hemos aportado más de 350 millones de euros en los últimos 10 años. En el futuro vamos a continuar con este apoyo intenso a Colombia. En los próximos meses vamos a firmar nuevos convenios con Colombia por más de 50 millones de euros en las áreas de desarrollo rural y política de competitividad en los territorios. Y estamos en preparación de un “fondo europeo para la paz”, que va a combinar contribuciones financieras de la Comisión Europea y varios de nuestros Estados miembros y que, una vez se firmen los acuerdos de paz, va a proporcionar una contribución significativa para el posconflicto en los próximos cinco años.

¿Cómo verifican o planean verificar los resultados de esa cooperación, que los recursos lleguen a quien los necesite y que no se quede en burocracia?

La UE tiene diferentes instrumentos de cooperación que llegan a diferentes implementadores. No obstante, todos los proyectos se encuentran bajo la “agenda por el cambio”, que prioriza acciones de lucha contra la pobreza y que exige que las contribuciones europeas lleguen a las poblaciones marginadas y vulnerables. Los principales actores sociales beneficiados por el Desarrollo Rural con Enfoque Territorial en Colombia son los pequeños agricultores y campesinos, las víctimas del desplazamiento forzado, las mujeres y la población indígena y afrocolombiana. Todos los programas reciben misiones de evaluación formales, realizadas por expertos independientes a la mitad y al final de la implementación de los proyectos. Adicionalmente, la Delegación/Embajada cuenta con gestores de proyectos que realizan un seguimiento detallado a las actividades técnicas y administrativas que ejecutan nuestros beneficiarios. En el marco de nuestra cooperación bilateral, además utilizamos una herramienta denominada “Apoyos presupuestarios”, que en pocas palabras funcionan bajo un enfoque de “gestión por resultados”. Es decir, se establecen metas anuales sobre indicadores específicos acordados entre las partes. Sólo si se cumplen las metas se hacen los desembolsos subsiguientes.

¿Cuáles son los problemas que, cuanto antes, cree que el país debe resolver en el campo colombiano y cuál puede ser un buen comienzo?

Yo soy muy respetuoso con las prioridades que tengan otros gobiernos. No vengo a dar lecciones a nadie. Está claro que el campo colombiano y la gente del campo han sufrido mucho durante la época del conflicto, por lo tanto, el Fondo Fiduciario Europeo para la Paz pondrá hincapié en el desarrollo rural integral, de modo que las zonas rurales puedan volver a ser áreas de producción de alto nivel. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el Ministerio para el Posconflicto han coincidido en una herramienta que es fundamental para lograr focalizar las poblaciones más pobres del país, que son los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial. Creemos que este es un paso en la dirección correcta. De otra parte, pensamos que se debe hacer un ejercicio de reivindicación de lo rural. Es necesario concientizar a los pobladores urbanos de la interdependencia que existe entre el campo y las ciudades, tanto para la provisión de alimentos como de servicios estratégicos como la regulación del ciclo del agua. Es necesario que los campesinos quieran seguir en el campo y que lo hagan en condiciones dignas y prósperas.

¿Cómo evalúa el modelo de desarrollo rural que actualmente contempla Colombia con la reforma institucional, una ley como la de zidres, entre otras? Particularmente, ¿cree que la agricultura familiar y la agroindustria hacen un contrapeso adecuado?

En un mismo territorio pueden coexistir diferentes modelos de producción, siempre y cuando se establezcan “reglas de juego” que garanticen transacciones justas y equitativas. Hay zonas del país que sólo pueden desarrollarse con altas inversiones que son difíciles de cubrir por comunidades campesinas pobres. No obstante, es necesario que las cadenas productivas que se establezcan en estas zonas sean inclusivas y no sólo maximicen el criterio de “beneficio económico” del capital, sino que tengan un alto contenido de bienestar social.

¿Qué recomendaciones da a pequeños productores colombianos que quieren que sus productos lleguen al mercado europeo?

De acuerdo con cifras de Procolombia, 49 microempresas del Valle del Cauca comenzaron a exportar a los 28 países de la UE tras la entrada en vigor del acuerdo comercial. Estos datos demuestran que éste ofrece oportunidades en Europa y que existen posibilidades reales de exportación para los pequeños productores. En Europa hemos observado con satisfacción que cuando los pequeños productores se reúnen en cooperativas, soy gran aficionado del modelo cooperativo, pueden abrirse oportunidades enormes de exportación. Las cooperativas permiten también a los pequeños productores incrementar su poder y ser más fuertes a la hora de negociar un precio más elevado frente a la cadena alimentaria e incluso con los exportadores.

Por María Alejandra Medina C.

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