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El banquero reformista

Emilio Botín, presidente del Banco Santander y responsable de convertirlo en el más grande de la Eurozona, murió ayer en España.

Especial de El País (MADRID)
11 de septiembre de 2014 - 04:36 a. m.
Emilio Botín lideró el plan de compras del Banco Santander. / EFE
Emilio Botín lideró el plan de compras del Banco Santander. / EFE
Foto: EFE - Esteban Cobo

Emilio Botín, nacido en 1934, era bisnieto, nieto, sobrino, hijo, hermano y padre de banqueros, aunque insistía en añadir que era un banquero universal a secas. Entró al Banco Santander cuando tenía 24 años, en 1958, y no dejó de trabajar desde entonces. En 1960 se incorporó al consejo de administración y ascendió a la presidencia en 1986. En 2007 cambió los estatutos del banco para no jubilarse a los 72 años, tal y como preveía el reglamento. Ha sido uno de los pocos gestores financieros que, además de asumir la presidencia de la entidad, eran su principal ejecutivo y máximo accionista.

Bajo su dirección convirtió al Santander (la entidad es accionista de Prisa, el grupo editor de El País, con el 5,38% del capital) en el mayor banco de la Eurozona por capitalización bursátil, y lo hizo “a partir de un pequeño prestamista local”, como destaca la prensa económica internacional. Para ello llevó a cabo una política de compras muy agresiva. Dentro de esta expansión adquirió Banesto, absorbió el Central Hispano y, fuera de España, se hizo con el estadounidense Sovereign Bank, entre otras entidades de renombre en Latinoamérica, donde había fijado su objetivo, sobre todo en Brasil.

Economista y licenciado en derecho por la Universidad de Deusto, Botín tenía previsto en su agenda del miércoles acudir a la presentación en la Ciudad Financiera del Santander de un cuadro de Velázquez, La educación de la Virgen, restaurado con los fondos del banco. Estaba muy vinculado a la universidad y al ámbito científico, así como al del deporte, donde era muy popular su relación con la Fórmula 1.

Botín estaba casado con Paloma O’Shea, nombrada marquesa de O’Shea en 2008 por el rey Juan Carlos. Tenía seis hijos: Ana Patricia, Carmen, Emilio, Carolina, Paloma y Francisco Javier.

La muerte del banquero se anunció mientras en el Congreso comenzaba la sesión semanal de control al Gobierno. El presidente Mariano Rajoy mostró su pesar: “Emilio Botín ha sido un gran embajador de la marca España. El banco que presidía es el más importante de nuestro país y confío en que tras su fallecimiento las cosas se resuelvan lo mejor posible y siga siendo así”.

Por su parte, el líder de la oposición y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, manifestó su “tristeza” por el fallecimiento de Botín y ha trasladado su solidaridad a los familiares y personas cercanas: “Un abrazo a su familia y a sus seres queridos en estos momentos duros”.

Mientras, el presidente del BBVA, Francisco González, expresó en declaración a Europa Press: “Quiero transmitir en nombre de BBVA nuestro pésame por el fallecimiento de Emilio Botín. Lamentamos su pérdida y nos sumamos al dolor de su familia y del Grupo Santander en estos momentos”.

El Banco de España envió una nota en la que lamenta la repentina muerte del banquero, a quien considera “una figura excepcional en el sistema financiero internacional”. El organismo recuerda que, durante su presidencia, el Santander emprendió una política de expansión y diversificación dentro y fuera de España que llevó a la entidad a ser, por su volumen de activos, “el primer banco español y una de las mayores entidades del mundo, con una muy destacada presencia en, entre otros países, Reino Unido, Brasil, México, EE.UU., Portugal y Chile”.

Por Especial de El País (MADRID)

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