El bolívar separa a Colombia y Venezuela

Comercio fronterizo es víctima del cambio de denominación del billete venezolano. Cambistas y autoridades cucuteñas le exigen medidas al Gobierno Nacional.

Camilo Vega Barbosa
14 de diciembre de 2016 - 04:15 a. m.
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Foto: AFP - JUAN BARRETO

Una barrera separa una vez más a Colombia y Venezuela, y de nuevo un presunto mal proveniente del lado colombiano es lo que motiva al presidente Nicolás Maduro a ordenar el cierre del paso que conecta ambas naciones. En esta oportunidad el mandatario denuncia que hay mafias disfrazadas de ONG, contratadas por el gobierno estadounidense y que contrataban a su vez a grupos criminales que sacaron más de 300.000 millones de bolívares (unos US$448 millones) a través de Colombia y luego los enviaron a Europa y Asia. (Lea Venezuela no tendría con qué pagar la impresión de sus billetes)

El problema bilateral empezó el domingo pasado, cuando el gobierno venezolano emitió un sorpresivo decreto con el que ordenó dar fin a la circulación del billete de 100 bolívares para emitir papel moneda de una mayor denominación. Desde ese momento, Maduro reforzó la seguridad en la frontera para evitar que las mafias de las que habla pasaran los billetes a Venezuela y los cambiaran. Sin embargo, el lunes en la noche decidió cerrar la frontera por 72 horas después de que las autoridades incautaran 64 millones de bolívares (US$96.000) que supuestamente querían pasar por trochas. 

Tal como ha pasado con las anteriores medidas del mismo calibre, el lado colombiano de la frontera no escapa a las repercusiones de las decisiones del gobierno venezolano. En diálogo con El Espectador, varios comerciantes de Cúcuta afirman que es muy común que algunas transacciones se hagan con bolívares. (Lea: Holguín pide a Maduro dialogar para que cierre de la frontera no afecte a comerciantes de Cúcuta)

“Los venezolanos suelen pasar la frontera principalmente para hacer mercado y pagan con la moneda de su país. Por lo general, hacen compras para el hogar, pero también se ve que compran con bolívares ropa y otro tipo de cosas. Hace seis años el comercio era mucho más fluido, antes de que empezara el declive del régimen Chávez, pues el tipo de cambio les servía a ellos. Sin embargo, aunque sea menos rentable, a los venezolanos les sale más barato pegarse el viaje y mercar en Colombia que en su país”, explicó Claudia Sandoval, una comerciante de Cúcuta.

Los otros que se ven afectados por las medidas de Maduro son los cambistas, los que trabajan en las casas de cambio de Cúcuta. Se trata de los comerciantes que le dan sinergia a la economía fronteriza: los tenderos de los supermercados son clientes habituales de estos locales, pues cambian sus ganancias de bolívares a pesos colombianos. Asimismo, con ellos los venezolanos pueden conseguir pesos para comprar en los lugares en donde no se recibe el papel moneda de su nación.

Diego Olarte, un cambista de Cúcuta, dice que “tuvimos mucha suerte. Teníamos cerca de un millón de bolívares en billetes de 100, cerca de un millón de pesos colombianos, y logramos venderle la mitad a un señor que tenía que hacer el pago de una construcción. Sin embargo, tuvimos que bajar la tasa a la que le vendimos la plata de 1,2 a 0,9, es decir, perdimos cerca de $150.000. Por esta razón, sólo estamos recibiendo billete de denominaciones menores de 100 bolívares. También sabemos que muchas tiendas y supermercados ya no están recibiendo los billetes de 100”.

Olarte muestra también su malestar frente a las medidas del gobierno venezolano: “Ya es recurrente que Maduro culpe siempre a los colombianos, específicamente a los cucuteños, de los males de su país. Todos saben que el declive de su economía es por las malas políticas de su administración y de Chávez. Y para rematar, no percibimos el apoyo del gobierno colombiano. Es más, muchas veces sentimos que las medidas que toma el gobernador del estado de Táchira nos benefician más que las que implementa nuestro gobierno”.

Al referirse al cierre “unilateral” de la frontera, la cancillería colombiana pidió en un comunicado a Venezuela que “se respeten y se garanticen los derechos del comercio formal de los municipios y departamentos fronterizos. Esta medida afecta a las personas que, de buena fe, comercializaron legalmente los productos de primera necesidad en bolívares y ahora, al no poderlos cambiar, perdieron todo su valor”.

Por su parte, el alcalde de Cúcuta, César Ómar Rojas Ayala, preocupado por las medidas de Maduro, convocó a la Cámara de Comercio, la Andi, Fenalco y Asocambios, con el fin de revisar la problemática de las divisas en la ciudad, dando un parte de tranquilidad para la economía de los cucuteños. Asimismo, programó un encuentro el sábado con los parlamentarios, las autoridades municipales y departamentales, para trabajar en estrategias que serán presentadas en una sola consigna al Gobierno Nacional.

“El informe de Asocambios indica que no hay bolívares en la ciudad, no somos lavadores de divisas, como lo plantea Maduro. Vamos a redactar un documento para hacerlo llegar al Gobierno Nacional, exhortándolo a que tome medidas contundentes en favor de Cúcuta y el departamento de Norte de Santander. Esperamos que se solucione rápido el tema, pero que el Gobierno también tome acciones directas, exigiéndole a Venezuela que tiene que respetar toda una ciudad y al país”, afirmó Rojas.

Más allá de las disputas diplomáticas, no se pueden desconocer las relaciones comerciales entre ambas naciones: desde el 26 de septiembre hasta el 4 de noviembre se han realizado 96 exportaciones por US$4,7 millones, y 293 importaciones, según el DANE. Los principales productos que manda Colombia son de aseo, sustancias odoríferas, papel, prendas de vestir, cueros y marroquinería, textiles, alimentos y baldosas. Y los productos que importa son los de juguetería, autopartes, plásticos y polietileno. Sin embargo, por el momento sólo queda esperar a que las puertas de Venezuela se abran y así el comercio bilateral fluya de nuevo.

El problema  de los billetes en Venezuela

Los de 100 bolívares

Mañana jueves, a la medianoche, vencen las 72 horas definidas por el presidente Nicolás Maduro para retirar de las calles el billete de 100 bolívares, según él, porque “mafias” desde Colombia estarían acaparando el billete de mayor denominación venezolano “con la intención de asfixiar al país”. Venezuela atraviesa una grave crisis económica que se traduce en alta inflación, escasez de alimentos y medicinas. El problema es tan grave que un billete de 100 bolívares apenas alcanza para comprar un dulce. Se requieren 50 de esa denominación para pagar una hamburguesa.

Un retiro exprés

La intención con el retiro rápido de los billetes, que el Gobierno reconoce como “difícil pero necesaria”, es impedir el retorno de esos billetes que están en el extranjero, según explicó el ministro de Interior, Néstor Reverol. Además, urge sacarlo de circulación porque el jueves se incorpora el nuevo cono monetario, es decir, entran en circulación nuevas monedas y billetes. El primero en llegar al mercado será el billete de 500 bolívares, pero el próximo año entrarán los de 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 bolívares. Actualmente existen en Venezuela billetes de 2, 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares.

Caos en el cambio

Como ya es parte del panorama, los venezolanos tienen que hacer una fila adicional a las de comprar comida y buscar medicinas. Las colas para cambiar los billetes eran larguísimas, pues esta semana fueron las más atareadas a nivel bancario. Todos los bancos, públicos y privados, están obligados a hacer el cambio de billetes antes del jueves. Después de esa fecha el Banco Central de Venezuela abrirá dos taquillas especiales por siete días, sólo en Caracas, para recibir los billetes que aún permanezcan en circulación. Las colas para cambiar se suman a las de pago de salarios y pensiones. Además, la red de pagos electrónicos está presentando fallas.

Medida necesaria

El economista y analista político Luis Vicente León consideró acertada la medida del Ejecutivo. “El cambio de cono monetario es imprescindible y operativamente positivo a la economía. Lástima que los anuncios alrededor sean políticos (…) Una estrategia deliberadamente política de distracción frente a la crisis”, acotó el analista vía Twitter. Las últimas semanas la falta de efectivo ha golpeado más a los venezolanos, pues hacen falta billetes para pagar bienes. “¡Cuando la ineptitud gobierna! ¿A quién se le ocurre hacer algo así en diciembre y con las dificultades que hay?”, se preguntó Henrique Capriles.
 

Por Camilo Vega Barbosa

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