El chat con un corredor de Interbolsa

En un cruce de mensajes se evidenció que la comisionista se apropió de $750 millones de un cliente para cubrir un repo de Fabricato.

Juan David Laverde Palma
21 de enero de 2013 - 10:00 p. m.
El chat con un corredor de Interbolsa

Desde hace dos meses el economista Julio Toro Orozco, gerente comercial de la firma Kenworth de la Montaña —dueña del equipo de fútbol Once Caldas—, está batallando para recuperar el patrimonio de toda su vida que quedó embolatado en el escándalo de Interbolsa. El 30 de octubre pasado dio la orden de comprar, a través de la comisionista, 16.921 acciones de Pacific Rubiales, con fecha de vencimiento de pago el 2 de noviembre. Para dicha inversión dispuso del dinero que tenía en su cuenta: casi $754 millones.

No obstante, Interbolsa no formalizó la compra ordenada por Toro Orozco y el 1º de noviembre —un día antes de que fuera intervenida por el Gobierno— destinó esos $754 millones para cubrir un repo de Fabricato, dejando como garantía las acciones de esta empresa. Un negocio ilegal, ya que Toro Orozco nunca dio autorización para esta maniobra bursátil que se repitió con centenares de clientes de la comisionista y que hoy investiga la justicia. Según el directivo de Kenworth de la Montaña, la corredora de Interbolsa Alcira Osorno y su asistente, Mauricio Hernández, fueron los que realizaron esta operación.

Veinticuatro horas antes de la intervención de la otrora todopoderosa comisionista, Toro Orozco estaba en Filadelfia (Estados Unidos), atendiendo un tratamiento de su hija, cuando a su celular llegó la notificación de la operación repo de Fabricato. Alarmado, intentó aclarar la situación, pero sólo le fue posible hacerlo a su regreso al país. El 12 de noviembre de 2012 sostuvo una larga conversación vía chat con Mauricio Hernández, en la que el corredor le confesó que sabía que lo que había hecho estaba mal y que podría terminar en la cárcel por eso (ver chat).

El 2 de noviembre la novela de los repos de Fabricato quedó al descubierto y el país empezó a enterarse a destiempo de cómo Interbolsa parecía más un casino, en donde “la casa nunca pierde” mientras el dinero de sus clientes se feriaba para seguir manteniendo la burbuja de unas acciones en picada. Sin embargo, en el caso de Toro Orozco el asunto es, además de dramático, increíble. A pesar de que jamás autorizó el repo que lo dejó sin un peso, ahora aparece debiéndole a Interbolsa esos $754 millones, pues la orden de compra de las acciones de Pacific Rubiales fue ejecutada. El mundo al revés, se diría.

Toro Orozco le expuso su caso al liquidador inicial de Interbolsa, Ignacio Argüello Andrade, quien le contestó el pasado 27 de diciembre que, aunque lamentaba su situación, no podía reversar el repo de Fabricato que lo dejó sin sus ahorros de toda la vida. Y le añadió algo peor: “Teniendo en cuenta que no hemos recibido los recursos para el pago de sus acciones de Pacific Rubiales, éstas serán vendidas por Interbolsa sociedad en liquidación para pagar el saldo correspondiente”. Dicho de otra manera, Toro Orozco no sólo quedó quebrado sino endeudado. “Esto es absurdo, un atropello contra un inversionista que tiene todo su patrimonio comprometido”, señaló.

Y agregó: “O me está robando Interbolsa o el corredor”. Su historia parece de novela, y es apenas un caso más del multimillonario desfalco de la comisionista a sus clientes. El chat que reproduce El Espectador demuestra que fue asaltado en su buena fe y que la orden en la jerarquía de la pirámide era una sola: hacer una y otra vez repos de Fabricato: “Mi corredora me confesó que ésa había sido la directriz”. Su plata hoy está más embolatada que nunca, pero Julio Toro Orozco ya no confía en la bolsa sino en la justicia.

 

“LOS DUEÑOS DE INTERBOLSA HICIERON ALGO MUY GRAVE”

Julio Toro:  Hola.

Mauricio Hernández: Don Julio, ¿cómo está?

J.T. Más o menos, muy preocupado porque usted me hizo un repo de Fabricato sin mi autorización y ahora eso complica mucho más las cosas.

M.H. Don Julio, usted no sabe cómo estoy yo...

J.T. Alcira me dice que debo cumplir mañana con las acciones y no tengo cómo.

M.H. Yo no le estoy robando ni mucho menos, yo siempre velaba por mantener bien su dinero.

J.T. Me parece que Interbolsa actuó con dolo en el manejo de mi dinero.

M.H. Siempre colocaba el dinero en simultánea (negocio de compra y venta de acciones inmediatas) o en repo.

M.H. Y si lo hubiera colocado en la simultánea hubiera sido igual porque era en (el) fondo de capital privado de Interbolsa.

J.T. Nunca hablamos de repos; es más, siempre eran simultáneas y con mi autorización, y eso está en las grabaciones de nuestras conversaciones. Nunca autoricé operaciones de REPOS, siempre eran simultáneas.

M.H. Don Julio, tal vez yo no lo mencioné, pero muchas veces fue en repos...

J.T. Mauricio, siempre me llegaban mensajes (al celular) de (operaciones) simultáneas, no de REPOS.

M.H. Yo de verdad, don Julio, no lo hice con dolo.

J.T. Es más, usted y yo nunca hablamos de REPOS de Fabricato.

M.H. Sólo que para mi suerte por dejar esa plata quieta lo coloqué en el repo.

M.H. Yo no sabía de la situación de Interbolsa con esos repos.

J.T. Sí, pero era mi dinero.

M.H. Ellos decían que la contraparte era Interbolsa. Don Julio, yo no sé qué más decirle.

M.H. Yo estoy muy afectado emocionalmente, yo sé que usted me puede enviar a la cárcel. Estoy sufriendo mucho. Sólo actué pensando en un beneficio para usted, no para mí.

M.H. Yo no ganaba nada colocando esa plata en lo que fuera, ni con las comisiones. Y no soy una mala persona.

J.T. Mauricio, pero ahora no sé qué hacer. Según Alcira mañana la BVC (Bolsa de Valores de Colombia) vende mis acciones de PREC (Pacific Rubiales) a como estén, y voy a perder mucho dinero.

M.H. Perdóneme si hablo más de la cuenta, pero estoy supernervioso.

M.H. Nosotros enviamos un documento al liquidador donde decimos que había un compromiso previo. Y que el dinero es para cumplir la operación.

J.T. ¿Pero por qué se hace algo sin autorización, sabiendo que Interbolsa, como me lo dijo usted, era tan pegada al reglamento?

J.T. Mire Mauricio, yo no hablo de usted sino de Interbolsa, que era con quien yo tenía negocios.

M.H. Don Julio, esta gente que son los dueños de Interbolsa hicieron algo muy grave, que nosotros no teníamos idea.

M.H. Ellos se saltaron todos los reglamentos y sé que es injusto que lo paguen los clientes.

J.T. Sí, pero no puede ser que yo salga perjudicado de esa manera. ¿Ahora qué hago?

M.H. No lo sé, don Julio. Todo este fin de semana (eso) es lo único en que he pensado.

M.H. Quiero decirle algo que le ayude, pero de verdad no lo sé.

J.T. Por eso, pero debería haberle dicho (a) Alcira la verdad para empezar. Que ese repo no fue autorizado.

M.H. Sé que usted piensa lo peor de mí, pero sólo actué pensando en un beneficio, no en esta situación que me ha quitado mi alegría, mi tranquilidad.

J.T. Mauricio, por eso, por qué no hablas con Alcira y le dices la verdad.

M.H. Yo le dije que tenía autorización para ir llevando la plata en simultánea.

J.T. Sí, pero no (en) REPOS de Fabricato. Nunca hablamos de eso. Es más, cada tres días hablábamos para autorizarle la simultánea, porque ese era requisito que había que cumplirse. ¿Ahora qué hago?

M.H. No sé, don Julio.

M.H. Tenemos que esperar la respuesta del señor Ignacio (Argüello), el liquidador.

J.T. Qué vaina, ahora me quedé solo con semejante problema. Pero Alcira me dice que él ya se pronunció.

M.H. Pero no frente a su caso.

J.T. Sí, que en la noche del sábado contestó. ¿Usted no ha hablado con ella al respecto?

M.H. Hablé con ella, pero no me contó sobre eso.

J.T. ¿Pero cómo así, cuál es el manejo que le están dando a mi caso?

M.H. Don Julio, lo que se pronunció el liquidador fue (en relación) a todos los clientes, no sobre su caso.

J.T. ¿Entonces qué sigue?

M.H. Apenas supimos enviamos el correo, pero no creo que se haya pronunciado porque sé que Alcira sería lo primero que me diría. Lo que sigue es apenas (sic) nosotros lleguemos a comunicarnos con él.

J.T. Me parece que mañana es muy tarde.

M.H. Don Julio, pero hoy él ya (no) nos contesta.

J.T. Mauricio, ¿mañana usted va a la oficina?

M.H. Claro, don Julio. A las 8 estaré.

J.T. Necesito que me ayude para ver cuál es la repuesta de mi caso. Es muy importante conocer respuesta temprano para ver qué hago.

M.H. Sí, señor, lo sé, apenas llegue me comunicaré con el liquidador.

M.H. Don Julio, todavía no me han dicho nada, lo único que me han dicho hasta ahora es que no van a tocar las acciones ni hoy ni mañana.

J.T. Mauricio, le estoy marcando a la oficina.

M.H. Hola, don Julio, estoy en llamadas y no le he podido contestar. Pero le puedo dar tranquilidad de que hoy ni mañana no van a hacer nada con sus acciones, ni multas ni nada, el liquidador así lo dispuso.

J.T. OK, estaré muy pendiente. Es muy importante que me den las acciones que yo negocié.

 

En Twitter @jdlaverde9

Por Juan David Laverde Palma

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