El cocinero japonés

La multinacional busca desatar en el país la revolución de las pastas listas para preparar. Construirá una planta para cubrir a toda la región.

David Mayorga
28 de agosto de 2013 - 10:40 p. m.
Nissin creó en 1946 el concepto de pastas listas para preparar. Hoy tiene presencia en 80 mercados. / Fotos: Cortesía
Nissin creó en 1946 el concepto de pastas listas para preparar. Hoy tiene presencia en 80 mercados. / Fotos: Cortesía

Como todos los años, Koki Ando se sentó a redactar una carta para los inversionistas de su compañía. En ella, en el reporte de operaciones de 2012, el presidente de Nissin Foods no sólo hizo su acostumbrado resumen de gestión sino que se permitió lanzar una pequeña advertencia: “La apreciación del yen y el alza de los costos de energía y materias primas han socavado la competitividad de la industria de comida procesada japonesa. Además, nuestro mercado ha madurado y crece a baja velocidad (...). Debemos reconocer el poderío de los mercados emergentes y de sus habitantes”.

Sus palabras eran la antesala a la nueva estrategia de expansión del conglomerado creado en 1946: reorganizar operaciones en Singapur para cubrir los mercados de alto crecimiento del Sudeste asiático y explorar nuevas oportunidades en América Latina para complementar sus operaciones en México y Brasil (en este último abarcan el 60% del mercado).

Por esa vía, y tras un detallado estudio de proyecciones, la multinacional japonesa, que el año pasado registró US$3.895 millones en ventas netas de sus sopas listas para preparar, se fijó en el mercado colombiano, donde, más allá de cifras de crecimiento de la economía y del consumo, encontró una razón de peso para invertir US$6 millones en la apertura de una nueva operación regional.

“Aquí los padres trabajan para proveer el sustento a las familias y están ocupados todo el tiempo. Por eso creemos que el concepto de comer algo nutritivo, caliente y preparado en sólo tres minutos es bastante atractivo como para convertirse en un punto clave para el desarrollo del país”, comenta Noritaka Ando, vicepresidente de planeación de Nissin, en diálogo con El Espectador.

Su llegada al mercado colombiano constará de dos fases: una de conocimiento del consumidor, desarrollada a través de importaciones de Cup Noodles, su producto estrella en el mundo, para hacerse a un nombre en el medio, y otra de crecimiento, en la que construirá una fábrica en 2015 para proveer, además del mercado interno, a Perú, Chile, Venezuela y Bolivia, países donde está iniciando sus operaciones.

En esa etapa jugará un papel importante el trigo, su materia prima esencial. Aunque saben que en un principio la importarán, esperan crear una cadena de suministros que les permita producirla localmente siempre y cuando los precios sean viables. Además, si la demanda se fortalece, ampliarían su portafolio de productos (cuentan con 73 marcas de alcance mundial) y explorarían nuevos segmentos. “No descartamos invertir en el segmento de pasta”, agrega.

Sus cuentas señalan que a la vuelta de 10 años alcanzarían ventas anuales de 46 millones de unidades en Colombia, mientras que su nueva planta en el país (hoy cuentan con 75 fábricas en 18 países), en conjunto con otra que están finalizando en Brasil, los llevaría a pasar de los 20.000 millones de unidades producidas en 2012 a 40.000 millones. “Estamos seguros de que la región tendrá el crecimiento necesario para alcanzar nuestras metas”, advierte Ando.

dmayorga@elespectador.com

Por David Mayorga

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