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El dólar y su impacto en las cuentas fiscales

Por una tasa de cambio a $3.000 la Nación deberá pagar $7,9 billones, 21% más de lo previsto, en intereses por el servicio de la deuda. Desde el Congreso piden intervención cambiaria.

Sergio David González
20 de agosto de 2015 - 03:30 a. m.

La llegada del tipo de cambio sobre los $3.000 ha generado todo tipo de reacciones tanto en el mercado como en los consumidores tradicionales de la canasta familiar. Por un lado expertos y Gobierno aseguran que no todo es tan malo argumenando que la devaluación disminuye los golpes de un precio menor en las materias prima. Sin embargo, los ciudadanos normales han visto un incremento en sus compras internacionales con tarjetas de crédito, como aquellos que buscan un mejor nivel académico en países como Estados Unidos o Australia, a quienes les ha tocado disponer de más pesos para poder estirar su presupuesto en dólares.

Al concentrarnos en los efectos al fisco, un estudio del Gobierno revela que un incremento de $10 en el tipo de cambio genera un efecto de cerca de $20.000 millones de mayor gasto en intereses por concepto de la deuda. Para Daniel Velandia, director de Estudios Económicos de la firma Credicorp Capital, “si se hacen las cuentas con una tasa de cambio de $2.480, que es el tipo de cambio con que está trabajando el Gobierno el presupuesto de 2016, publicado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, para el próximo año la Nación debe pagar $6,5 billones en términos de interés de la deuda, pero a la tasa actual de $3.000 eso se convierte en $7,9 billones, es decir $1,4 billones más de lo previsto”.

Munir Jalil, gerente de Investigaciones Económicas de Citivalores, considera que “el Gobierno hace un cálculo parecido al que hacemos todos con nuestra tarjeta de crédito cuando realizamos compras en Amazon en dólares y en una gran superficie en Colombia en pesos, esta deuda se sube al mes y lo que hace normalmente cada banco es decirnos cuánto debemos pagar en pesos y lamentablemente nos cobrará a una tasa de $3.000 la deuda en dólares subiendo nuestros pagos”.

El ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas, ha dicho que este fenómeno devaluacionista genera ganancias a las cuentas fiscales por mayores ingresos producto de las exportaciones y pierde por el lado de la deuda externa. “Con la caída del precio del petróleo se reducen las exportaciones de petróleo y el país tiene que acomodarse a esa nueva realidad”, dijo el funcionario.

Entre tanto, el experto de Credicorp Capital, citando un análisis del Gobierno sobre la sensibilidad de sus cuentas fiscales, dice que por cada $10 que sube la tasa de cambio tiene un efecto neto positivo sobre sus finanzas en $98.000 millones. “De esta manera el gasto de interés a la deuda es solo una fracción de los efectos, pero lo cierto es que cuando el dólar sube y el país sigue produciendo el mismo millón de barriles de petróleo, al final se logra compensar la caída del precio del crudo con la devaluación y a esto se suma que ingresan más tributos vía aranceles por comercio internacional. De esta manera el efecto neto de esta subida del dólar es positiva para el Gobierno”.

Desde el Congreso de la República, el representante Pierre García (Centro Democrático), se refirió al alza del precio del dólar proponiendo que “el Gobierno debe actuar y pensar en implementar medidas como: pensar en un dólar diferencial o crear líneas de crédito blando de largo plazo para importadores de alimentos y de materias primas”, explicando que “medidas como estas servirían para evitar que los importadores y productores transfieran la revaluación del dólar al consumidor colombiano”.

Sobre este tema, Munir Jalil, gerente de Investigaciones Económicas de Citivalores, considera que los argumentos del Banco de la República para salir a gastar reservas internacionales vendiendo dólares en el mercado y tratar que la divisa no se suba tanto, tendría justificación sólo si la estabilidad financiera del país estuviera en riesgo, “y acá vale la pena compararnos con Perú, en donde sí existe una intervención cambiaria fuerte porque en ese país muchas empresas y familias que se endeudaron y tomaron el crédito de su vehículo y de apartamentos en dólares y en ese caso la deuda se incrementa generando un riesgo de estabilidad financiera, algo que no pasa en Colombia porque no tenemos una dolarización de la economía”.

Jalil agrega que en la caja de herramientas del Banco Central se tendría a la mano una subida de tasas y después, si el dólar sigue subiendo con velocidad, es posible que tome muy del fondo de esta caja la intervención cambiaria, pero primero veremos incrementos en los tipos de interés.”

Entre tanto, Velandia estima que de alguna manera lo que el dólar está logrando es que la economía se estabilice, enfatizando que intervenir el tipo de cambio no tendría un efecto significativo teniendo en cuenta que los catalizadores de impulso del dólar se derivan de datos externos como el precio bajo del petróleo, las expectativas de incremento de tasas de interés de la reserva federal de los Estados Unidos y en tercer lugar la desaceleración de la economía china, “por lo tanto el efecto será mínimo si las autoridades tratan de controlar el tipo de cambio”, dijo.

Concluyó diciendo que lo importante es poder implementar una verdadera reforma tributaria estructural que logre reducir la carga impositiva del sector corporativo en un ambiente tan complejo como el actual.

 

Por Sergio David González

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