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Horst Paulmann, dueño de Cencosud, vio, después de casi una década, por fin terminada la construcción del edificio más alto de América Latina. Una estructura de 64 pisos en Santiago de Chile. Sin embargo, en menos de tres años la imponente obra se convirtió en un problema para el empresario.
La razón principal es el crecimiento de la valoración del complejo de uso mixto que pasó de costar US$400 millones a US$1.000 millones. Esto es consecuencia a las mejoras en el diseño durante la construcción. La zona en la que funcionan locales comerciales está funcionando desde 2012 mientras que las oficinas permanecen vacías desde 2014. Uno de los reporteros de The Wall Street Journal intentó entrar pero las puertas de acceso estaban cerradas.
Una de las conclusiones a las que llegó el medio norteamericano es que en vez de consagrarse como en un símbolo de los negocios internacionales de América Latina, el caso de la obra de Paulmann demuestra cómo las economías emergentes pueden afectarse por la mala planificación y los cambios políticos. “Ha sido un caso de estudio muy importante”, le dijo Roberto Moris, un urbanista que trabajó chileno, al diario estadounidense.
Y es que algo tiene que ver la burocracia está en el meollo. Cencosud no ha podido arrendar las oficinas del complejo porque no ha conseguido las autorizaciones del Gobierno para dicho proceso. Según algunos funcionarios, la compañía no ha cumplido con las mejoras de las calles para reducir el impacto de la llegada de miles de trabajadores a la edificación.
“Debemos avanzar hacia una cultura de movilidad sustentable y sostenible, en que los ciudadanos utilicen el auto de manera racional”, le dijo una portavoz de Providencia al Wall Street Journal.
Entre tanto, ejecutivos de la empresa manifestaron que necesitaran, al menos, un año para llevar a cabo las mejores que les han solicitado y que la inversión necesario para ello asciende a US$60 millones. En un par de día tendrían la autorización para poner en uso los primeros 15 mil metros cuadrados de la torre.
También dijeron que estos procesos han tomado más tiempo de lo que esperaron y que es inusual esperar hasta que el edificio esté terminado para enfrascarse en esas discusiones. Hoy el edificio de Cencosud es un elefante blanco sobre Santiago.
Luego de superar este impase, la firma tendrá que buscar clientes en medio de un país que vive la desaceleración de los mercados. Ejecutivos del sector, dijo el rotativo, considera que parte de la culpa por este fiasco se debe al enmarañado proceso de aprobación del gobierno. Cencosud ha tenido que obtener aprobaciones de siete diferentes organismos públicos nacionales y locales.
Nicolás Cox, director gerente de la oficina de CBRE en Chile, una de las firmas más importantes del mundo en servicios inmobiliarios, afirmó que Paulmann “está acostumbrado a la vía rápida” (…) ahora enfrenta la otra cara de la moneda”.