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El próximo viernes se realizará en Colombia un lanzamiento por lo alto. Será en el Club El Nogal, incluirá a ministros y a los principales representantes de la diplomacia británica en el país, pero ante todo la presencia estratégica de Alderman Roger Gifford, alcalde del Distrito Financiero de Londres. Ellos avalarán la presentación de Holdtrade, firma reconocida por la construcción de ferrocarriles en el mundo.
La agenda oficial registra que la compañía anunciará allí la apertura de su nueva oficina en la región Caribe. Pero ése es un dato anecdótico: la compañía redobla así su presencia (estaba representada desde Bogotá por Ferrocarriles, Minería y Aceros de Suramérica, Ferminac), motivada por las grandes oportunidades de negocios que representa el sector de la infraestructura.
En esencia, su interés radica en el Magdalena Medio. El gran proyecto al que busca hacerse es el Sistema Ferroviario Central, la rehabilitación y construcción de vías férreas de trocha ancha para conectar a Bogotá con el municipio cesarense de Chiriguaná y generar una conexión directa con el Ferrocarril del Norte de Colombia (Fenoco), que llega hasta el puerto de Santa Marta.
“Es una obra de alta importancia que beneficiará al transporte del carbón térmico que se produce en Boyacá, Cundinamarca y Santander; al de petróleo, como alternativa a los carrotanques; a la importación de diluyentes para la industria de hidrocarburos, y al de granos”, explica Luis Fernando Andrade, director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), quien anuncia que se abrirá la licitación del primer tramo (Bogotá-Belencito) en los próximos días.
Se calcula que su desarrollo requerirá de inversiones privadas que sobrepasan los US$2.000 millones, por eso Holdtrade ha cristalizado una alianza con la operadora de transporte sudafricana Transmet para participar en conjunto. La unión se habría comenzado a fraguar desde noviembre del año pasado, cuando altos ejecutivos londinenses fueron invitados a Bogotá por la Embajada Británica para analizar diversos proyectos de inversión.
De hecho, su llegada se da en una coyuntura especial de las relaciones binacionales. El interés de múltiples empresas por cruzar el Atlántico e invertir en Colombia ha llevado a la Embajada y a la Cámara de Comercio Colombo Británica a coordinar los esfuerzos para concretar negocios. Es así como la primera institución se ha encargado de llevar a buen puerto los intereses de las firmas de infraestructura y la segunda, los del sector de minería e hidrocarburos.
“Nos dividimos las tareas para optimizar los resultados. Por nuestra parte hemos realizado dos misiones con ejecutivos y geólogos para conocer las buenas prácticas mineras con el objetivo de replicarlas en Colombia ante al gran interés que despiertan los gases no convencionales, o shale gas”, indica Patricia Tovar, presidenta de la Cámara.
La entidad cuenta con 140 empresas afiliadas, de las cuales el 42% son originarias de las islas. Este trabajo, que se complementa con actividades y reuniones periódicas entre empresarios de ambas naciones para explorar nuevos negocios, podría incrementar esos números en el mediano plazo. La lista de candidatos incluye a las firmas Control Risks, Across Research, Systech Solicitors, Arup y McBains Cooper, firmas cuya llegada al país está siendo coordinadas desde la propia Embajada Británica en Bogotá.