El ingenio de un mundo animado

Con dibujos en movimiento para entender el conflicto sirio, una pyme antioqueña llegó a las páginas de un diario en Hamburgo.

Sergio Silva Numa
10 de julio de 2013 - 10:53 p. m.
En la creación de la animación participaron cuatro personas entre guionistas y realizadores. /Imágenes: cortesía Bombillo amarillo
En la creación de la animación participaron cuatro personas entre guionistas y realizadores. /Imágenes: cortesía Bombillo amarillo

La animación como un medio de acercarse a la realidad; de criticarla con burla, de tratarla con sátira y señalarla con agudas ironías. “Es una forma de poder comentar ciertos temas con sutileza en una sociedad tan mediatizada como la nuestra, en la que los reality shows y las noticias nos quieren mostrar todo de una manera obscena e hiperreal”, había dicho hace un par de semanas Simón Wilches en una entrevista para En órbita, el buen programa cultural que se transmite por Señal Colombia.

Él, que fue uno de los creadores de Pariodiario y de El pequeño tirano, series animadas con abundantes y punzantes sarcasmos dirigidos a los hábitos colombianos y a la política nacional, aseguraba desde Los Ángeles que la importancia de ese formato está en la posibilidad de generar metáforas y alegorías visuales.

Alegorías que, además de entretener y hacer reír a unos cuantos con sus imágenes y sus ingeniosos diálogos, explicaban con argucia, aunque sin tabúes ni diplomacia, algunos de los comportamientos de un país divertido y distraído.

Y, tal vez, hallar esa manera de explicar la complejidad de ciertos hechos, era lo que pretendían los realizadores de Bombillo Amarillo cuando se dieron a la tarea de recrear el conflicto sirio.

Les bastaron cinco minutos para que, de la mano del periodista Wilson Liévano, aclararan las causas, identificaran  actores y analizaran la posición de ciertas potencias, frente a una guerra que se inició en los primeros meses de 2011 y que se ha prolongado hasta ahora, cuando en Homs aún hay largas ofensivas entre las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad y los rebeldes que permanecen en la ciudad.

En The sirian conflict in 5 minutes, los creadores de esa pequeña empresa que nació hace un par de años en Medellín entendieron que la animación es quizás el mejor medio para captar la atención de un público ajeno a esas lejanas problemáticas. Entendieron que las imágenes, las representaciones gráficas, son un puente para comprender asuntos de difícil interpretación. No en vano, RSAnimate, con ágiles dibujos, ha logrado que miles de personas busquen en Youtube la conferencia del lúcido pensador esloveno Slavoj Zizek en la que habla sobre las paradojas del capitalismo y de la economía de la caridad.

Esos antioqueños, llamados Juan Manuel Ochoa y Daniel Vélez, advirtieron esa estrategia desde 2009, cuando empezaron a trabajar para ser parte del grupo de las pymes colombianas.

Finalmente, después de fracasar en el primer intento, lo lograron en 2011, con la ayuda de varios inversionistas que hicieron caso omiso al ya común escepticismo y le apostaron a inyectar recursos y conocimientos de gerencia al proyecto audiovisual.

Esa valentía, que trataba de hacerle contrapeso al recelo y a la incertidumbre que esas propuestas generan en nuestro país, logró desembocar en proyectos para Discovery Kids y creaciones como las del conflicto sirio. De hecho, Stern, un periódico de Hamburgo, decidió publicar en su página y con audio en alemán, aquella animación.

Y a raíz de ese clip que, incluso, ha sido visto en tierras nigerianas, lanzarán una nueva serie animada el próximo año, realizada en convenio con una empresa canadiense experta en estos formatos. De continuar expandiéndose, esas técnicas lograrán abrir varios ojos, crear algunos disgustos y, como dice Simón Wilches, transmitir ideas fuertes y agudas, pero bajo la cobertura azucarada de la animación.

Por Sergio Silva Numa

 

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