Carlos Ignacio Gallego se caracteriza por su preocupación por las personas con las que trabaja. Lleva 24 años en el Grupo Nutresa, principal conglomerado de alimentos del país, hoy es su presidente y como tal dirige a 43.000 colaboradores. La clave de su éxito ha sido entender qué significa ser un líder integral, es decir, un líder con sensibilidad humana y ampliamente comprometido con el desarrollo de políticas que ayuden a construir un mejor país. De hecho, su vida y su recorrido profesional representan un ejemplo de esos valores esenciales.
Nacido en Medellín, después de estudiar ingeniería civil y adelantar un máster en administración en la Universidad Eafit, emprendió su vida laboral como practicante en este mismo centro docente. Luego se desempeñó en varios cargos gerenciales en la firma Vida S. A. y desde 1991 ingresó a la Compañía Nacional de Chocolates, empresa clave del Grupo Nutresa. Entró como ingeniero de planeación y, después de una vertiginosa carrera en la que además participó en la creación de Servicios Nutresa, en 2014 asumió la presidencia del grupo.
Una exitosa trayectoria que desde el primer día asumió con una filosofía clara: construir una empresa sostenible con un equipo humano de alto desempeño y compromiso con el país. De hecho, recientemente fue uno de los empresarios que viajó a La Habana para hablar con los voceros de las Farc acerca del posconflicto. Una visión que parte de identificar y potencializar habilidades y de otorgar oportunidades de progreso. Sobre esta experiencia de vida, volcada a su universo profesional, Carlos Ignacio Gallego habló así con El Espectador.
¿Por qué es importante el liderazgo empresarial?
Colombia necesita líderes empresariales que desarrollen una visión sostenible de su negocio, de manera que logren trascender las organizaciones que lideran y al mismo tiempo velar por su crecimiento. Una perspectiva que no puede perder de vista la responsabilidad con el medio ambiente, las comunidades y la sociedad.
¿Cree que en Colombia se forman líderes?
Las instituciones educativas aún le dan más relevancia a la formación de competencias que a los atributos del ser. Sin embargo, se ha venido tomando conciencia sobre la importancia de formar seres humanos integrales. A pesar de que el liderazgo viene de las familias y se pule en las instituciones académicas, somos las empresas las responsables de reforzarlo.
¿Cuáles son las principales características que debe tener un líder?
Primera, humildad, interés por conocerse a sí mismo y sus limitaciones. Luego trabajar sobre ellas para tener coherencia entre lo que se predica y lo que se hace. Eso implica capacidad para reconocer al otro como persona y a los grupos relacionados como organización. Muchas veces las fronteras se las pone uno mismo, por eso es necesario trabajar por una mentalidad global, es decir, por una capacidad de inspirar y apasionar por lo que se hace. Algo fundamental es que toda persona sea curiosa, que investigue, que quiera innovar.
¿Cuál es el peor enemigo de un líder?
La soberbia y la arrogancia. El creer que uno es mejor en todo y que no hay necesidad de cuestionarse o de trabajar en equipo.
¿Cómo es el liderazgo del Grupo Nutresa?
Un liderazgo para inspirar el comportamiento de quienes conducen equipos de trabajo. Creación de talentos que tengan en cuenta el desarrollo una visión sostenible que incluya innovación, pasión por el cliente y el consumidor. Un liderazgo que no depende sólo del presidente, sino de muchos talentos potencializados.
Desde su cargo como presidente, ¿cómo forma a los futuros líderes?
En la cotidianidad siempre comparto mi conocimiento y dejo que las personas tomen decisiones y se arriesguen. Además los involucro en proyectos retadores para que confíen en sus talentos.
Usted dirige a 43.000 colaboradores, ¿cuál es su estrategia para crear un equipo comprometido?
Cuando hablamos de equipo nos referimos a espíritu colectivo. Que reconozcan que la diversidad es más potente y da mejores resultados. Nos gusta identificar a los talentos y sacar lo mejor de ellos. Para esto los capacitamos, para que generen buenos resultados.
¿Cómo logran sinergia entre los colaboradores con experiencia y los más jóvenes?
La experiencia genera tacto, mesura y conocimiento. Los jóvenes traen disposición y nuevas perspectivas. La idea es aprovechar los dos escenarios para tomar mejores decisiones y generar un equipo competitivo a través del coaching.
¿Qué se necesita para tener éxito como líder?
Primero tener sueños, querer lograr algo distinto y tener la voluntad y el deseo de alcanzarlo. Sin sueños no se llega a ninguna parte, sin ganas tampoco. También se debe entender que ser líder no es comprar una capa de superhéroe, sino un trabajo que requiere formación, humildad, confianza y retos. Más un factor adicional y determinante: ser auténtico, esto lo hace más potente.
Usted se ha preparado muy bien para ser líder, ¿cuál es el modelo de liderazgo que le ha permitido ser exitoso?
Antes que líder soy un ser humano como cualquier otro. Eso me permite apreciar y respetar a las personas y reconocerlas. Algo que ha marcado mi camino es la educación y considero que es la única forma de enfrentar retos y escribir nuevas historias. Somos responsables de nuestro desarrollo y está en nuestras manos ser mejores cada día. Mi modelo de liderazgo se centra en el ser humano y el servicio. Me siento inspirado por temas sociales como la educación.
Cuatro claves para el éxito empresarial...
Tener equilibrio laboral, familiar y social. Uno es más feliz y productivo si tiene claros estos espacios. Amo compartir con mi familia y en ella encuentro inspiración. Me gusta leer y estudiar mucho y es la ruta para ser mejores cada día, para transformar y dejar huella.
¿A usted qué lo apasiona?
Llevo 24 años en el Grupo Nutresa y este es el cargo número 11 que he desempeñado. A lo largo de la vida me he dado cuenta que me gustan los trabajos retadores, complejos, que me exijan volverme mejor, especialmente aquellos que la gente dice que son imposibles. Además siempre me ha gustado que sean desafíos que tengan que ver con las personas. Me gusta mucho trabajar con la gente y que esta crezca tanto como la organización.