“El otro año será de presencia regional”: Agencia Nacional de Minería

Silvana Habib es la sexta en la presidencia de la Agencia Nacional de Minería en cinco años. / Óscar Pérez - El Espectador

Silvana Habib es la sexta ejecutiva en la presidenta, en cinco años, de la Agencia Nacional de Minería (ANM), entidad que desde su creación fue la llamada a mover la “locomotora minera” del actual Gobierno. Sin embargo, en el sector la sensación del estancamiento sigue latente.

Habib, quien se desempeñaba como directora del Sector Privado de la Presidencia de la República, parece tener toda la inten ción de poner en marcha el tren de la extracción. En entrevista con El Espectador aseguró que para 2016 aumentará cuatro veces el presupuesto para la descongestión de los trámites mineros y se enfocará en la presencia regional para desde allí acompañar a las empresas.

La demora en los trámites mineros es uno de los problemas más recurrentes, según las empresas del sector, ¿cuál es su estrategia para agilizarlos?

Cuando me posesioné uno de los compromisos fue reactivar la ventanilla minera. La idea era que desde el día uno hiciera todo el plan para darle un impulso. En noviembre, logramos que se duplicaran los trámites, fueron 1.393 trámites.

¿En qué consistió su propuesta?

Asignamos más personas en las dos vicepresidencias que hacen estos trámites y doblamos los turnos. Este problema no se soluciona de un día para otro, pero estamos trabajando para avanzar. El otro año va a ser de presencia regional, donde no haya punto regional desplazarnos hasta las zonas.

Esos 1.393 trámites que dice se llevaron a cabo, ¿de qué fueron?

La agencia tiene dos frentes de trabajo: la vicepresidencia de seguimiento y control y la de titulación. Esas dos áreas son las que mayor carga de trámites tiene y van desde la fiscalización de los títulos, seguimiento al cumplimiento de los compromisos de los títulos, control de la producción, normas de seguridad de la mina. El otro frente es el de los trámites que se generan en el desarrollo del contrato de concesión minera, cuando se solicita prórroga de los contratos, integración de títulos para lograr mayor eficiencia. La idea es ayudar a que las empresas sean más eficientes y logren sus niveles de utilidad.

¿De cuánto será el presupuesto destinado a este plan?

Este año se destinaron $1.500 millones para este fin, pero para 2016 tenemos presupuestado $7.000 millones, son casi cuatro veces lo que invertimos en 2015. Tenemos un plan ambicioso para el tercer trimestre de aumentar en un 250% la meta mensual, queremos agilizar trámites.

¿Cuáles son los estímulos que se están planeando desde la agencia para el sector, que no se vio tan beneficiado en este sentido como sí lo estuvieron los petroleros?

Tengo que buscar la forma de ofrecer reglas claras para las empresas, para que inviertan y desarrollen proyectos. Eso incluye certidumbre de tiempos y seguridad jurídica. También hay que acompañarlos, que sientan que en esta coyuntura de precios bajos vamos a apoyarlos.

Hay que hacer una claridad con respecto a lo que está pasando con el apoyo a las empresas petroleras. Existe una razón de fondo y es que desafortunada o afortunadamente funcionamos con el Código de Minas, todo es reglado. En la Agencia Nacional de Hidrocarburos no tienen una ley como nosotros, tienen una capacidad de moverse que nosotros no.

Entonces, ¿el Código Minero es una camisa de fuerza para la ANM?

No, son las reglas que tenemos que cumplir por eso le digo que vamos a levantar una agenda de oportunidades. El mercado está difícil y cuando uno habla con los inversionistas no se quejan del código sino de no poder llevar dentro de los tiempos los proyectos.

¿Cómo está la relación con el Ministerio de Minas porque la presidencia anterior, dicen, tuvo bastantes problemas con el ministro?

Tenemos muy buena articulación en el rol, ellos de fijar política y nosotros de ser su parte técnica nos va muy bien. La idea es que el minero sepa que la institucionalidad está puesta a su disposición.

A la producción de carbón parece que este año no le va a ir tan bien.

Todavía no sabemos. Desde el inicio, la proyección que se hizo fue de 88 millones de toneladas. Creo que vamos a terminar cerca de la meta. Había una expectativa mayor pero tuvimos nueve meses de cierres del tren de Fenoco, que mueve la mitad del carbón. El problema de Venezuela tuvo efectos en la producción de Norte de Santander y los precios.

¿Alguna empresa ha manifestado suspender algún proyecto afectada por la caída de los precios?

De las grandes no, pero algunos pequeños han hecho sus modificaciones a los planes mineros por razones económicas.

¿La meta de producción de carbón para el próximo año se mantendrá igual a la de este o aumentará?

El país tiene la capacidad para hacerlo, si estuvieran funcionando bien las cuatro empresas grandes podríamos producir más de cien millones de toneladas, pero el mercado no lo maneja ni la agencia, ni las empresas. Aventurarnos a dar una cifra es difícil, pero a inicios del otro año lo miraremos porque seguramente sí va a haber modificaciones a los planes anuales de las empresas.

¿Cómo están participando en el combate contra la minería ilegal?

El Registro Único de Comercializadores (Rucom) es la mejor manera. De esa forma estamos controlando la minería ilegal porque obliga a los comercializadores a inscribirse.

¿Qué van a buscar para las empresas mineras en la Reforma Tributaria estructural?

Vamos a contarle al Gobierno cómo están las empresas. Lo importante es que la reforma no castigue la competitividad de las empresas.

Red Eagle y Gramalote fueron los dos proyectos mineros licenciados este año, ¿habrá anuncios similares para el próximo año con otros proyectos?

No. El proyecto más cercano es el de Buriticá pero le falta. No que tengan anuncios cercanos de licenciamiento pero los de Santurbán, con la delimitación, ya están trabajando para lograrlo, pero no será en 2016.

¿Cómo va la pelea con Cerro Matoso por la liquidación de las regalías?

No tenemos peleas con Cerro Matoso. Estamos en el proceso normal de la liquidación de un contrato. Cualquier liquidación implica un estudio jurídico juicioso pero no estamos peleando.