EPM pide incentivos para generación eólica o solar

Guatapé puso a prueba a EPM y nunca se le fue la luz. Anticipándose un mes, la empresa antioqueña logró superar definitivamente la emergencia que tuvo en vilo al país ante el peligro de sufrir cortes programados de energía. Sólo ocho o nueve gigavatios de menor consumo lo libraron de un racionamiento, a lo que ayudó también el ahorro programado del 5 %.

El daño sufrido en la central hidroeléctrica de Guatapé no consiguió impactar las finanzas de la compañía. La emergencia tuvo un costo de US$25 millones, sin incluir el lucro cesante, representado en la necesidad de tener que comprar energía a precios altos para honrar los contratos firmados. Ese lucro cesante fue estimado en $600.000 millones. Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de EPM, indicó que el daño costó alrededor de $700.000 millones. La buena noticia es que la empresa hará efectiva la póliza de seguros, y se espera que no le cueste más de $100.000 millones, dice.

La crisis que vivió el sistema eléctrico y que tuvo al borde del apagón al país no es motivo para pensar en implementar un revolcón en las instituciones del sector. “El sistema eléctrico es bastante sólido”, dice Londoño de la Cuesta y explica que esta situación no da para pensar que “las instituciones estaban mal diseñadas, sino que más bien el sistema funciona bastante bien”.

Al igual que el ministro de Minas y Energía, Germán Arce, el gerente de EPM considera que es necesario introducir algunos ajustes en el sistema para períodos de bajos regímenes de lluvias, con el objetivo de mejorar la confiabilidad del sistema. “Hay que definir bien claro la oferta de gas para períodos prolongados de sequía”, pero en caso de no llegar a un acuerdo, se deben estudiar modelos para cuando las plantas térmicas tengan que generar con combustibles líquidos.

Londoño de la Cuesta estima que se debe estar pensando en esquemas para las energías alternativas. “Como está hoy en día la tecnología desarrollada, habría que entrar a establecer una serie de incentivos o subsidios a la generación eólica o solar”.

Ahuyentado el fantasma del apagón y superadas las dificultades en Guatapé, EPM encauza sus pasos hacia el fortalecimiento institucional y empresarial, y proyecta inversiones por $12 billones para los siguientes cuatro años. Actualmente, los activos de la empresa antioqueña ascienden a $40 billones y cerca del 15 % de ese total se encuentra invertido en el exterior. “El principal reto es poner en operación la central hidroeléctrica de Ituango”, dijo el gerente.

La planta está ubicada en el noroccidente antioqueño y tiene una capacidad proyectada de 2.400 megavatios, que va a fortalecer el sistema eléctrico colombiano. La operación está prevista para diciembre de 2018, “eso va a robustecer el sistema eléctrico colombiano, máximo que allí se utiliza una tecnología que se conoce como filo de agua”, explicó Londoño de la Cuesta.

Otra iniciativa de EPM es la planta de aguas residuales del municipio de Bello (Antioquia), que entrará en operación en el primer semestre de 2017 y recogerá el 95 % de las aguas residuales que van al río Medellín. Trabaja también en la construcción de dos líneas de transmisión en Cundinamarca que robustecerán el servicio de energía para Bogotá; su entrada en operación está prevista para finales de 2016.

“Vamos a consolidar nuestras inversiones en el extranjero, y en los próximos años no está considerado hacer inversiones por fuera, más que las orgánicas”, dijo el gerente de EPM. Hasta el año 2018, la compañía no espera adelantar nuevos negocios de gran impacto. Recientemente adquirió dos compañías: una en México y la otra en Chile, país donde la inversión superó los US$1.000 millones. Ahora explora la posibilidad de desarrollar la energía geotérmica en el Nevado del Ruiz.

EPM es innovadora en el suministro de energía y agua mediante el sistema de prepago. En el programa de agua hay cerca de 7.000 usuarios y en energía 178.000. “Con este sistema se llega a las personas desconectadas del servicio”, dijo Londoño de la Cuesta.