Los datos más recientes, que fueron presentados por la oficina nacional de estadística de España, resaltaron la llamativa divergencia entre la mejora que ha tenido el país ante los inversionistas de bonos y el empeoramiento de la situación económica en el terreno.
Desde el inicio del año, el tesoro de España ha hallado un interés inusualmente alto en los inversionistas hacia sus subastas y ventas de bonos. Es una señal clara de que la opinión del mercado hacia España se ha vuelto más optimista. Sin embargo, la reciente caída en los retornos sobre los bonos aconteció a pesar de la plétora de datos económicos negativos, que muestran que continúan el aumento del desempleo y la disminución de la actividad económica.
Según la última encuesta del mercado laboral, ahora hay 5,97 millones de españoles desempleados. Es un aumento de 363.000 en comparación con el tercer trimestre de 2012. La tasa de desempleo es ahora de 26,02%, en comparación a 25%, y es la segunda más alta de la Unión Europea después de Grecia. El último aumento se debió, nuevamente y en su mayoría, a recortes en la nómina del sector público y en el sector de servicios.
Los españoles jóvenes han sido los peor golpeados y los últimos datos arrojan que un 60% de los menores de 25 años estaban desempleados.
“La caída en el empleo del sector privado se ha desacelerado. Esa es la única buena noticia”, dijo Juan José Dolado, un profesor de economía de la Universidad Carlos III de Madrid. “En la próxima encuesta, probablemente superemos el ‘número mágico’ de 6 millones de desempleados, que es el más alto registrado”.