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“La ética se aprende en la casa”: Miguel Pla

Se pintaba las uñas para promocionar los esmaltes que vendía. Hoy lidera la empresa que tiene el 30 % del negocio y exporta a 14 países.

Edwin Bohórquez Aya
07 de septiembre de 2016 - 03:00 a. m.
Miguel Pla García, presidente de Cerescos, la organización propietaria de las marcas Masglo y Admiss. / Jhonatan Ramos
Miguel Pla García, presidente de Cerescos, la organización propietaria de las marcas Masglo y Admiss. / Jhonatan Ramos

¿Cómo se lidera a Cerescos, la empresa dueña de Masglo?

Depende de las épocas. Si te hablo de cuando nació Masglo, se lidera liderándome yo, liderando mis propósitos, porque no tenía a quien liderar.

Miguel comenzó cuando comenzó Masglo, hace 30 años…

Así es, es una marca joven, me involucré en absolutamente todo, desde el diseño, los colores y en la venta, entonces el primer vendedor que tuvo la marca fui yo. Duré muchos meses vendiendo a mis amigos peluqueros, a quienes les agradezco en el alma ese recibimiento, y de la mano de todas las manicuristas. Sólo cuando la marca tuvo una calidad aceptable fue cuando empecé a contratar compañeros para que me ayudaran a impulsarla.

Al comienzo, recibir conceptos negativos fue muy difícil, se necesita mucha resistencia a la frustración para poder seguir adelante. Salir de un sitio donde le dicen que su producto es malo y luego entrar a otro sitio y seguir vendiéndolo. De lo que había que convencerse era de que sí teníamos un buen producto, entonces ese liderazgo comenzó por liderarme, liderar mis objetivos, mis propósitos, por vibrar y enamorarme del proyecto. Después se lidera con el ejemplo, porque cuando todo va creciendo, se contratan personas que se entusiasmen, que vibren como cuando uno se enamora.

Se pintaba las uñas como estrategia para vender...

Eso fue hace 25 años, imagínese que un hombre se pintara las uñas... no era tan acertado, pero cuando llegaba, lo que sucedía era que las manicuristas me veían con las uñas pintadas y me decían: yo quiero ese color. Esa era la estrategia. Una recordación: el mechudo que se pinta las uñas –en ese entonces tenía pelo, dice entre risas– genera recordación, que es lo que le digo al área comercial: si usted crea una relación afectiva con el cliente, está ganado.

¿Cómo se trasladan las decisiones de la junta directiva al resto de la organización? ¿Cómo se llevan hasta una tienda en donde venden sus esmaltes?

Esto es una junta donde precisamente están los socios, y hay una junta directiva que se reúne mensual o bimensual, donde usualmente tenemos dos consultores externos, personas muy prestantes que nos colaboran en opinar sobre alguna decisión estratégica que la compañía hace. Y termina siendo todo un sistema en la medida en la que has construido personas a tu alrededor a quienes les has dado confianza, todos terminamos siendo líderes de un pedazo de cada operación. Y cuando me reúno incluso con los operarios les digo: ustedes son líderes, lo son en su casa, con su familia, de sus hermanos, y por eso todos entienden que esto es toda una sinergia de liderazgos dentro de la compañía.

Habla de liderarse a sí mismo. Es deportista, ¿cómo imprime el deporte en su ejercicio como líder?

Yo me siento bendecido por haber practicado un gran deporte: el basquetbol. Fui selección Bogotá, del colegio, Colombia, y ahí me empecé a dar cuenta de que tenía algunas condiciones para ser líder, porque siempre me comían cuento, la gente me seguía, uno ve que tiene un perfil de ese tamaño. Después, con el tema del trabajo y la organización, empieza uno a enterarse de que efectivamente sí, nace con sensibilidad para liderar y eso hay que aprovecharlo.

Adelanta una formalización laboral de manicuristas, su gran soporte en el negocio. ¿De qué se trata?

La manicurista que atendía a mi mamá y ahora atiende a mis hermanas es una persona de 60 años que no tiene pensión, y no la tiene porque hace 25 años nadie le dijo que sacara un pequeño ahorro de sus ingresos para pagar su pensión, su bienestar. Quisimos sensibilizar para que la gente aporte y lo vamos a completar dando un mejor trabajo, mejores oportunidades de ingreso para que tengan facilidad de aportar en la seguridad social.

En su formación de líder, ¿qué peso tienen la academia y la experiencia?

Me da pena decirlo, pero yo fui muy mal estudiante, o sea, fui un estudiante normal que pasó las materias, cumplió con su carrera, pero era un estudiante desmotivado, entendí que la academia servía, pero cuando empecé a trabajar. Estudié después de empezar a trabajar y eso fue muy enriquecedor, pero es un conjunto de las dos. Indiscutiblemente el entorno es una ayuda para formarse, lo que uno es. Yo recibí ejemplos muy bonitos de parte de mis hermanos, de mi familia, del socio fundador de esta compañía. Uno empieza a tomar las cosas bonitas de cada persona y a interiorizarlas para poder ser un mejor ser humano.

¿Cómo es su equipo?

Todos son mejores que yo, afortunadamente, y ese es el éxito del liderazgo. Yo soy un conector de todos los talentos que hay en la compañía para lograr un objetivo final. Ese es mi talento, poder tomar decisiones y que la gente le crea a uno. Me rodeo de gente a la que le doy confianza, retos, y eso hace mucho más sencillo todo. Tengo un pedacito de lo que yo quiero en cada una de las personas que me colaboran. Cada uno es líder dentro del talento que tiene.

¿Un buen líder es un buen vendedor?

No veo un buen líder si no es un buen vendedor. Claro, un vendedor honesto. Nunca vendí ni ofrecí nada que no pudiera cumplir.

Hablemos de ética. ¿Qué papel juega en la empresa?

La ética es el comportamiento de todo el equipo de trabajo, su forma de actuar, de obrar. Hay un ejemplo de parte mía hacia ellos, pero la ética se aprende en la casa, en la familia. Que la gente que lo rodee tenga unos principios parecidos a los de uno y reunirlos en la empresa. A mí me entristece todo lo que ha pasado con los carteles, o con compañías más grandes como la Volkswagen. Si uno revisa a esos presidentes, tienen una academia importantísima, pero la ética y los valores se aprenden en la casa.

¿Cuáles son esos consejos que les da a las personas que están asumiendo posiciones de liderazgo?

Yo creo que uno debe ser generoso en la vida. En la medida en que uno dé más, más va a recibir en todo sentido. Hoy me siento mucho mejor persona porque la vida me ha enseñado mucho, he cometido muchos errores, pero de ellos he sacado enseñanzas y la palabra es: confianza en las personas y generosidad hacia sus contemporáneos.

Por Edwin Bohórquez Aya

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