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Europa y el FMI en duro pulso para reducir deuda griega

"Debemos encontrar una solución creíble", dijo la directora gerente del FMI, la francesa Christine Lagarde.

AFP
26 de noviembre de 2012 - 06:09 p. m.

La zona euro y el FMI enfrentan sus planes para reducir drásticamente la deuda griega, de manera de llegar a un acuerdo que les permita el desbloqueo inmediato de una parte del rescate a Grecia, clave para evitar que el país se declare en suspensión de pagos.

"Un acuerdo está casi finalizado, quedan algunos centímetros que definir", aseguró el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici durante la reunión que congregó por tercera vez a los ministros de la zona euro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), conocidos como la troika de acreedores públicos de Grecia.

Ante el deterioro de las finanzas griegas, lo que verdaderamente se busca es eliminar las dudas sobre la deuda griega con una hoja de ruta creíble para asegurar la sostenibilidad de la deuda del país, que alcanzará casi un 190% de su PIB el año próximo, en medio de una recesión profunda.

"Debemos encontrar una solución creíble", dijo la directora gerente del FMI, la francesa Christine Lagarde.

El FMI pide una reducción de la deuda de más de 40.000 millones de euros de acá a 2020, es decir que alcance un 120% de su PIB ese año, en lugar de más del 140% estimado por la troika de acreedores, dijo una fuente europea.

El asunto es cómo reducir ese 20%.

Para el FMI la solución más fácil sería borrar parte de la deuda griega por parte de los acreedores públicos, tal como lo hiciera el sector privado a principios de este año.

Pero el BCE se opone de plano, secundado por Alemania.

La troika ya se puso de acuerdo para otorgar dos años adicionales a Grecia para que cumpla con la meta fiscal de un déficit del 3%, en 2016 en lugar de 2014. Pero esta prórroga tendrá para ellos un costo adicional de 32.000 millones de euros.

El asunto es cómo financiar esa jugada con un plan convincente a los contribuyentes europeos. Sobre todo cuando el coste de una mala operación podría ser muy elevado para Alemania, a menos de un año de las elecciones.

Para asegurarse de que la reunión no culmine otra vez en un fracaso, que dañaría aún más la imagen de la Unión Europea, los ministros mantuvieron una conversación telefónica el sábado en la que "se pusieron de acuerdo sobre ciertos principios", dijo una fuente europea.

Acordaron reducir los intereses de los préstamos bilaterales ya otorgados a Atenas dentro del primer programa de ayuda a Grecia, pero no fijaron aún cuáles serán las nuevas tasas.

También decidieron transferir a Grecia una parte de los beneficios que han obtenido los bancos centrales nacionales y el BCE de los bonos griegos que detentan desde 2010, cuando detonó la crisis de la deuda europea en ese país.

Además, "establecieron" que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) sea el encargado de comprar deuda griega en los mercados secundarios.

Ahora hay que esperar a ver si el FMI "está de acuerdo" con estas medidas, afirmó la fuente, ya que tal como están previstas no permiten de momento reducir la deuda de Grecia a 120% del PIB en ocho años, como quiere la institución basada en Washington.

Según un informe del que la AFP obtuvo copia, la troika estima que la deuda griega alcanzará un 144% del PIB en 2020. Pero con el abanico de medidas que propusieron los ministros el sábado, sumado a las medidas que ya decidió el sector privado, la deuda griega podría llegar a un 128,2% en 2020.

Habrá que ver entonces si el FMI acepta este margen.

De los resultados de estas negociacioens depende que la troika decida el desbloqueo de un tramo de la ayuda de 31.200 millones de euros, pendientes desde junio. A estas alturas incluso es probable que los acreedores den luz verde a la entrega de 44.000 millones de euros, que incluye los montos previstos para el país hasta fin de este año.

Entre tanto, el gobierno griego, al borde de la suspensión de pagos observa impotente las divisiones entre sus acreedores

Grecia ya cumplió con las condiciones exigidas: la aprobación del proyecto de presupuesto de austeridad para 2013 y un plan de 18.100 millones de euros adicionales de ahorro de aquí a 2016. Ahora debe mostrar a su población que los esfuerzos no fueron en vano.

"Al menos parece que por esta vez, no se puede culpar a Grecia", dijo Carsten Brzeski, de ING.

Por AFP

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