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La fuerza textil de Brasil

Las empresas brasileñas demuestran su poderío en Colombiatex 2014. Medellín se convierte anualmente en una plataforma esencial para sus exportaciones hacia Colombia y la región.

Rocío Arias Hofman *
22 de enero de 2014 - 10:03 p. m.
Colombiatex estuvo dedicado ayer al dénim. Brasil es el segundo productor de este tejido en el mundo. / Cortesía - Colombiatex
Colombiatex estuvo dedicado ayer al dénim. Brasil es el segundo productor de este tejido en el mundo. / Cortesía - Colombiatex
Foto: Inexmoda

Que Colombia ocupe el decimoquinto puesto como destino de textiles y prendas terminadas producidas en el país más grande de América Latina hace que la estrecha relación entre las dos naciones sea cada vez más evidente. Hasta el punto en que empresarios brasileños y colombianos de la industria textil manifiestan su deseo de contar con un tratado de libre comercio que agilice y favorezca la balanza comercial (solamente en 2012, Brasil le vendió a Colombia US$59’222.275 e importó US$32’723.450 de los productos nacionales).

Colombiatex 2014, la feria de insumos para la moda que convoca anualmente el instituto Inexmoda desde hace veintiséis años, es la plataforma que utiliza hábilmente el conglomerado que agrupa la ABIT (Asociación Brasileña de la Industria Textil y de la Confección) para acrecentar sus exportaciones continentales. Este año, dieciséis empresas ocupan espacio en los pabellones comerciales para mostrar por qué Brasil es el quinto mayor productor de fibras textiles en el mundo, el segundo productor de dénim y el cuarto fabricante de productos confeccionados. Una industria que da trabajo a más de 1.600 millones de personas (el 75% de ellas son mujeres).

Solamente con observar las aceleradas jornadas que se viven, por ejemplo, en el stand de la firma Vicunha (São Paulo, 1974), productora de veinte millones de metros de índigo tejidos mensualmente, queda claro quién lleva la batuta en materia de dénim en esta feria. Sus novedades asombran, no solamente por la evolución tecnológica que permite tocar jeans con textura de terciopelo y tejido de punto, sino porque resuelve un gran enigma: la reinterpretación infinita y nunca satisfecha de la prenda que uniforma, por lo menos, a la sociedad secular de Occidente. Están las Eco-D, telas de línea que incluyen el 100% de poliéster reciclado producido a partir de botellas PET y composición BCI algodón y Moove, tejidos con elastano que convierten un jean en una prenda que casi no se siente sobre la piel. Francisco José González es el coordinador de marketing de Vicunha y viste una camisa elaborada con algodón y lino de color azul oscuro, que luce asombrosamente tersa sobre su cuerpo. “Nos dedicamos a vender piezas, más que tejido. Ahora mezclamos en hilos de colores, rosa, naranja y amarillo, y hacemos emerger estas tonalidades con procesos de lavandería sobre los jeans. Eso entra por los ojos”, confirma González mientras controla a sus vendedores y en simultánea cuelga las prendas que potenciales compradores abandonan fuera de los racks. No quiere perderse nada; minutos de oro para cerrar negocios con clientes que en Colombia son, sobre todo, marcas masivas.

Esta presencia contundente de Brasil en el universo del dénim queda de manifiesto en los desfiles breves que tienen lugar al aire libre, en el recinto ferial de Plaza Mayor en Medellín. Tavex presenta la capacidad del dénim para ser utilizado también en prendas sofisticadas que permiten la técnica del acuchillado —como en los antiguos jubones medievales— hasta el punto de lograr prendas de “alta costura”. El diseñador Alexandre Herchcovitch logró que la firma Rhodia invirtiera US$7 millones en investigación y desarrollo para generar Emana, un dénim que absorbe el calor corporal y estimula la circulación sanguínea. Un descubrimiento que permite reducir los signos de celulitis sobre la piel.

Lilian Kaddissi, representante de ABIT, aclara la estrategia brasileña: “Nuestra competencia es con insumos prémium porque los asiáticos ofrecen precios más bajos sin esta premisa”. La voracidad del mercado ha llevado también a que este país haya identificado una necesidad imperiosa en torno a la construcción de la marca Brasil. No como un enunciado publicitario sino como una cadena de hechos que incluye desde la creación de Brazilian to Be —incubadora de diseñadores jóvenes brasileños— hasta el fortalecimiento del Sistema Moda en Brasil, que une a todos los sectores de la industria. “Si Europa representa tradición; China, producción y Estados Unidos, retail, nosotros queremos presentarnos como una marca país inspiradora, que trabaja con calidad y respeto por el medio ambiente, plena de innovación y tecnología”, dice Kaddissi, quien, por cierto, viste un exquisito y tradicional traje negro y no una pieza en dénim como exigía el protocolo de ayer.

rariashofman@gmail.com

* Periodista independiente. Creadora del espacio digital sobre moda en Colombia www.sentadaensusillaverde.com.

Por Rocío Arias Hofman *

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