Fútbol, el color de la esperanza

Mientras para millones de colombianos la ilusión de salir campeones del Mundial Sub-20 se esfumó con la eliminación de la Selección el pasado sábado, al perder frente a México, 1.400 niños, de las zonas más golpeadas por la violencia en Bogotá y Cali, no la han perdido, por el contrario la tienen más viva que nunca.

Y es que los 700 menores de la Comuna 20 de Cali, en Siloé, de la mano de la Fundación Sidoc y 700 niños más de Ciudad Bolívar en Bogotá con Colombianitos, espantan la violencia a las patadas, y tendrán desde hoy tres refuerzos fundamentales para erradicar o por lo menos alejar estos flagelos que minan la esperanza de los niños de convertirse en una estrella del fútbol.

Para ello la Fifa, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Coca Cola, junto con el gobierno coreano, destinarán 1,1 millones de dólares que permitirán poner en marcha el programa Fútbol para la Esperanza.

Estos refuerzos acompañarán a las alcaldías de Bogotá y de Cali, para poner en marcha este programa que busca arrebatar estos niños de la violencia.

El gerente de responsabilidad social de la Fifa, Federico Addiechi, señaló que este programa, que se inició en 2005, tiene el propósito de aprovechar al máximo el poder del fútbol para impulsar el desarrollo social. A través de esta iniciativa la Fifa apoya a más de 175 programas en 63 países.

El alcalde de Cali, Iván Ospina, señaló que este patrocinio permitirá mejorar la convivencia en la Comuna 20, en el sector de Siloé, y que el fútbol es la herramienta para lograr una paz duradera, no sólo en Colombia, sino en el mundo.

Por su parte la alcaldesa de Bogotá, Clara López, indicó que iniciativas como estas deben ampliarse y deben ser llevadas a zonas de conflicto, con el fin de buscar una salida de esta problemática.

El gerente de Coca Cola para la región Andina, Ricardo Cortés, sostuvo que con este tipo de iniciativas se pretende construir comunidades sostenibles que contribuyan al desarrollo económico y social del país.

Uno de los protagonistas de esta nueva selección es Wilfan Peña, un niño de 12 años que con la ayuda de la fundación Colombianitos ha logrado escalar metas y alejarse de las calles.

Peña entrena dos veces en la semana y piensa convertirse en una figura del fútbol global.

Uno de los mensajes de él para el resto de niños colombianos es que le den duro al fútbol, para que un día de éstos el fútbol les dé a ellos muchas satisfacciones.

Ana María Rodríguez, gerente del sector de Capacidad Institucional del BID, señaló que es una gran satisfacción para el banco apoyar estas iniciativas que tienen como objetivo mejorar los niveles de convivencia entre los jóvenes.

Por ahora el Mundial Sub-20 está en la recta final, pero se inicia otro torneo que no sólo busca un título, sino mejorar una forma de vida de 1.400 protagonistas, que a su vez influirán en miles de familias, no sólo de la Comuna 20 de Cali y Ciudad Bolívar, sino de otros sectores del país, en donde en las calles no se juega fútbol.