Es improbable que Grecia abandone el euro ya que su gobierno no tiene la capacidad para emitir una moneda de reemplazo, dijo Erik Nielsen, economista jefe global de Unicredit SpA.
Disponer la producción de nuevos billetes no sería una “tarea fácil para un gobierno que no puede organizar un asado, francamente”, dijo Nielsen en una entrevista en Bloomberg Television el viernes. “Honestamente no creo que tenga ni la capacidad política ni la capacidad técnica para lanzar su propia moneda. El dinero tiene que ser una mercancía de confianza, y no creo que tenga la confianza de la población”.
El Fondo Monetario Internacional dijo que su equipo que está negociando con Grecia se marchó de Bruselas el jueves sin haber podido avanzar en un acuerdo sobre la deuda que ayude a ese país a evitar un incumplimiento de pago. Dado que tiene que haber un programa en marcha para fin de mes, el acuerdo tiene que cerrarse antes del fin de semana próximo y así dejar tiempo para las aprobaciones parlamentarias, dijo Nielsen.
Si las conversaciones fallan y Grecia intenta crear una moneda paralela al euro, la emisión de nuevos billetes físicos seguiría siendo difícil porque no tiene su propia imprenta. Los billetes solicitados al exterior tendrían que ser distribuidos a los bancos en secreto y estos bancos están “a medio cerrar, nacionalizados o bajo controles de capital”, dijo Nielsen.
Los acreedores de Grecia “nunca antes vieron algo tan ridículo, francamente, de parte de un país deudor en la manera en que abordan el problema”, dijo. “La gente simplemente está harta de todo esto”.
UE se prepara para lo peor
Después de cuatro meses dando vueltas en círculos, las amabilidades diplomáticas se agotaron el jueves en Bruselas cuando el presidente de la Unión Europea, Donald Tusk, reprendió al primer ministro griego, Alexis Tsipras, por su lentitud para llegar a un acuerdo de deuda. Grecia tiene menos de una semana para aceptar las condiciones de ayuda que le han ofrecido, en tanto está previsto que la Eurozona retirará su red de seguridad financiera a finales de este mes.
Funcionarios europeos se preparan para lo peor, dado que la política arriesgada de Tsipras está empujando al límite las finanzas de Grecia.
La canciller Ángela Merkel instó a Tsipras a aceptar la estructura de ayuda financiera, en vista de que la población alemana se vuelve en contra de apoyar a Grecia, y los funcionarios de la Eurozona exigieron una propuesta para estabilizar la deuda del país para última hora de este viernes. El equipo del FMI abandonó Bruselas esta semana, desalentado con la táctica de Tsipras. Las acciones griegas cayeron.
En respuesta, Grecia descartó el recorte de pensiones y demandó una reestructuración de deuda. Las acciones de los bancos cayeron.