A menos de 24 horas para que se realice el cuarto debate del proyecto de ley que busca elevar los impuestos de las bebidas alcohólicas, los gremios empresariales hacen una contrapropuesta. La posición unificada de los principales actores de la industria de licores busca crear condiciones que favorezcan el recaudo, garanticen la sostenibilidad del sector y no generen incentivos para actividades ilegales como el contrabando y la adulteración.
El proyecto de ley busca imponen un gravamen de $200 por grado de alcohol y un impuesto general de 25 % sobre el valor comercial. La propuesta unificada consiste en fijar el impuesto ad valorem en 20% para todos los productos, manteniendo la tarifa específica propuesta de $220 por grado de alcohol para licores y aperitivos no vínicos. Además recomiendan adoptar una tarifa diferencial específica para los vinos y aperitivos vínicos de $120 por grado alcoholimétrico.
La necesidad de hacer estas diferencias consiste en que de ser aprobado tal como está el proyecto de ley, el vino es el gran damnificado de la nueva regulación: el impuesto para las marcas nacionales pasaría de 20% a 29%, y el importado subiría de 12,8% a 26%. Por esto, algunos gremios como Fenalco consideran que podría ser el fin de la industria del vino como se conoce en Colombia.
Los gremios indican que el esquema que proponen permitirá a los departamentos obtener los recursos necesarios para cumplir sus retos en materia de salud y educación, a la industria legal crecer y desarrollarse bajo un modelo transparente y equitativo y a los consumidores tener acceso a una oferta más amplia de productos, viendo reducida su exposición a productos ilegales que ponen en riesgo su salud.