La hoja de ruta de Blackberry

Con diseño sencillo y un sistema que permite fusionar la vida privada y la laboral, la compañía canadiense busca retomar el liderazgo que tuvo a principios de la década pasada.

David Mayorga / San José, California
25 de septiembre de 2012 - 04:28 p. m.
Después del mediodía, la acción de RIM se transaba a US$6,60, un ascenso de 4,68% frente al precio del lunes.  / EFE
Después del mediodía, la acción de RIM se transaba a US$6,60, un ascenso de 4,68% frente al precio del lunes. / EFE

“La industria de la tecnología móvil sufrirá una transformación y en Blackberry nos estamos preparando para ella”. Con estas palabras, Thorsten Heins, el responsable desde enero pasado de recuperar los días de gloria para la canadiense Research In Motion (RIM), presentó ayer la nueva plataforma Blackberry 10, el sistema operativo que buscará no sólo revolucionar un mercado dominado por Apple y Google, sino implementar un cambio profundo en las costumbres de sus clientes. Dos objetivos que la compañía espera alcanzar con el movimiento de un pulgar.

Es lo único que su nueva apuesta necesita: que el usuario mueva su dedo para pasar de una aplicación a otra, consultar sus mensajes personales, retomar conversaciones en las redes sociales, programar sus próximas reuniones, cambiar de sus aplicaciones sociales a las corporativas o, simplemente, tomarse una pausa y apagar su teléfono móvil. Un concepto construido a partir de tres pilares: el hub (la interfaz sobre la que todo esto es posible), el flow (la disponibilidad de todos los elementos) y el swipe (la dualidad entre el perfil personal y el laboral en un mismo dispositivo).

Este experimento cuenta con otras características prometedoras, como un teclado virtual con vocabulario predictivo en diferentes idiomas que se alimenta de los mensajes escritos en los medios sociales, una alianza con Facebook que se materializa en un aplicativo rápido y limpio, y una tienda de aplicaciones con más de 105.000 opciones disponibles a partir del 10 de octubre.

“La única forma de triunfar en esta industria es con un producto diferenciado, no podríamos hacerlo copiando”, comenta Frank Boulben, presidente de Mercadeo de RIM, quien es el responsable de que todo este esfuerzo se traduzca en un buen comportamiento en las ventas. Una meta sensible, si se tiene en cuenta que la compañía, según la consultora Gartner, sufrió una caída en la adopción de su sistema operativo: su participación del mercado se redujo de 11,7% en el segundo trimestre de 2011 a 5,3% en el mismo período del presente año. De hecho, en los últimos 12 meses el precio de su acción pasó de US$24,4 a los US$6,35 con los que inició esta semana.

Sin duda alguna, un duro camino por recorrer. RIM lo sabe, y también que la mejor forma de hacerlo es en compañía. Por eso desde hace algunos meses se lanzó a la aventura de configurar este nuevo sistema operativo a través de diálogos con todo su ecosistema: clientes corporativos y usuarios, operadores móviles, desarrolladores de aplicaciones e, incluso, sus propios empleados.

Aunque la compañía no reveló ningún diseño o prototipo, sí dejó muy en claro que espera crear un ecosistema especial para sus desarrolladores. Con la promesa de entregar un 50% más de ganancias que las aplicaciones en su mercado con la mayor demanda, anunció ayer una nueva estructura de trabajo con la que busca depurar su oferta al someter cada aplicación móvil a un proceso de certificación tecnológica, de plazos de entrega estrictos y la meta de ingresos de US$1.000 en su primer año de promoción. Condiciones que pueden sonar restrictivas, pero que RIM considera posibles gracias a que, en esta ocasión, los números la acompañan: las aplicaciones descargadas crecieron 54% entre 2011 y el segundo trimestre de 2012, justo cuando registró 80 millones de usuarios.

Otros aliados claves son los operadores móviles. En meses recientes se reunieron con 30 de ellos alrededor del mundo (en América Latina mantuvieron encuentros con ejecutivos de América Móvil y Telefónica) y la respuesta fue más que positiva. “A todos les encantó Blackberry 10; incluso, algunos nos pidieron la exclusividad”, revela Boulden.

De momento, la respuesta parece ser positiva. Poco después del mediodía, la acción de RIM se transaba a US$6,60, un ascenso de 4,68% frente al precio de cierre del lunes. Una muestra de confianza que será vital para el camino que RIM se ha propuesto emprender. “Ustedes nos dijeron lo que necesitaban, así que los escuchamos e hicimos cambios. Tenemos un nuevo enfoque y una nueva energía. Estamos peleando”, le anunció Heins al mundo, justo antes de que sus palabras fueran secundadas por un aplauso.

*Artículo posible gracias a la invitación de RIM.

Por David Mayorga / San José, California

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