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En Huila, el puente más largo del país

Tiene 1,7 kilómetros, lo hizo Emgesa y forma parte del programa de reposición de infraestructura de El Quimbo. Es una de las últimas obras de la empresa antes de la activación de la central hidroeléctrica.

Óscar Güesguán Serpa
23 de junio de 2015 - 02:47 a. m.
La construcción de la central hidroeléctrica El Quimbo presenta un retraso de seis meses. / “Diario del Huila”
La construcción de la central hidroeléctrica El Quimbo presenta un retraso de seis meses. / “Diario del Huila”
Foto: DIARIO EL HUILA

El viaducto construido por Emgesa, que comunica a Garzón y El Agrado, en Huila, será inaugurado hoy. Hace parte de las obras finales de la central hidroeléctrica El Quimbo, uno de los proyectos de generación de energía más ambiciosos de Colombia hecho por una empresa privada.

La obra, desarrollada en el marco del programa de reposición de infraestructura, convertirá este puente en el más largo del país, con 1,7 kilómetros de longitud, y tuvo una inversión cercana a los $73.000 millones y un estimado de circulación diaria que supera los 800 vehículos.

Según la empresa, el viaducto generará “beneficios en términos de distancias, condiciones de las vías, turismo y desarrollo económico para la región. Así como la mejora en la conectividad y productividad del departamento”.

Desde el sector energético se celebra que, luego de siete años y un retraso de más de seis meses, la hidroeléctrica esté ad portas de entrar en funcionamiento, una vez se haga el llenado del embalse. Sin embargo, este proyecto, que generará más de 390 megavatios y hace parte de los 3.900 que aumentarán la energía instalada de Colombia en 2015, todavía plantea dudas a los expertos.

El expresidente de Derivex, mercado de derivados de commodities energéticas, Alejandro Lucio Chaustre, asegura que “El Quimbo es un proyecto que ya tiene un retraso considerable, pero en la medida que entre en operación podría aliviar las presiones al alza del precio de la energía. Esto sólo será posible si el embalse logre llenarse. Si no, será muy chévere que esté listo, pero sin agua no aporta nada”.

Lucio Chaustre explica que se aproxima la oleada más fuerte del fenómeno de El Niño, por lo que El Quimbo es clave para evitar que los precios del insumo aumenten como consecuencia del comportamiento climático. Aunque el presupuesto inicial de este proyecto fue de US$837 millones, “compensaciones ambientales y sociales” hicieron que terminara costando US$1.093 millones.

“Es muy importante que El Quimbo opere, porque es uno de los embalses más grandes que ha construido el sector privado. Lo importante de la entrada de la central es que nos ayuda a tener más oferta de energía y, como este es un mercado de oferta y demanda, entre más tengamos tendremos precios más competitivos”, dijo la presidenta de Acolgén, Ángela Montoya Holguín.

A pesar de los beneficios que puede tener el proyecto para el abastecimiento de Colombia, también ha encontrado oposición en las comunidades de la zona por el impacto ambiental y productivo que pueda tener, entre ellos la inundación de 8.500 hectáreas de reserva forestal de la Amazonia y del Macizo Colombiano.

Elizabeth Périz, miembro de Tierra Digna, organización que radicó ante el Consejo de Estado una acción de nulidad de la licencia ambiental, manifestó que se está afectando “la cuenca alta del Magdalena, la estrella fluvial más importante del país. El represamiento del agua en ese punto está comprometiendo las tierras más productivas de la región, que generan más de 30.000 toneladas de alimentos anuales y con las que se emplean 12.000 personas”.

Por Óscar Güesguán Serpa

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