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¿Isagén promete más que Ecopetrol?

Los dividendos que se dejarían de recibir por la venta de la participación en la petrolera son mayores que los que pagaría la generadora de energía.

Camilo Vega Barbosa
17 de mayo de 2015 - 02:00 a. m.

Dos años después de la primera propuesta del Gobierno, y a pesar de que se volvió a caer la venta de Isagén, la operación con la que se buscaba financiar la construcción de las carreteras 4G, la polémica siguen encendida, hay debates y hasta dolor de patria. Y todo se complica porque incluso ya tres candidatos habían expresado la intención de adquirir a la segunda generadora eléctrica más grande del país por un monto no menor a $3,399 por acción, un negocio de aproximadamente $5,33 billones. Sucede que  hay quienes siguen cuestionando la estrategia de la administración del presidente Juan Manuel Santos.
 
Además, los reportes financieros de Ecopetrol del primer trimestre de 2015, que revelaron que la utilidad neta de la estatal pasó de $3,88 billones a $160 mil millones entre el primer trimestre de 2014 y el primer cuarto de este año, ha reabierto el debate si lo mejor para el país es renunciar a una porción de la iguana y no perder por completo a Isagén.
 
Para el exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta, “la coyuntura actual de la baja cotización del crudo hace que este sea el peor momento para vender alguna porción de la iguana”.  Bajo los precios actuales de la acción de Ecopetrol el Gobierno tendría que optar por renunciar a cerca del 6% de participación con el fin de financiar el monto mínimo,  $5,33 billones, que exige por la venta de Isagén.
 
Una reducción accionaria que le habría implicado a la nación una caída de $540 mil millones de los $8 billones del dividendo que cobró en 2014, y de $330 mil millones de los $4,9 billones  que cobrará en junio de 2015. Cifras significativamente mayores que los más de $100 mil millones que la generadora de energía ha pagado en promedio al país, y de los $200 mil millones que devengará este año.
 
Felipe Campos, gerente de investigaciones económicas de Alianza Valores, explicó que “Isagén como Ecopetrol son inversiones muy diferentes. Mientras que una representa estabilidad, retornos moderados y un sector poco volátil, la otra es riesgo, menos diversificación para un gobierno ya de por sí poco diversificado y un retorno potencial más alto”. 
 
Por su parte, José Roberto Acosta, vocero de la Red por la Justicia Tributaria, comentó que “Isagén es más prometedora que Ecopetrol. Mientras que a la iguana la han ordeñado fiscalmente, a tal punto que no guarda ni un punto de rentabilidad, la generadora de energía sólo reparte el 3% de dividendos del 10% que podría devengar, por lo que cuenta con mayor potencial de crecimiento. De manera que es preferible vender una porción de la petrolera que renunciar para siempre a la estatal eléctrica”.
 
El senador del Centro Democrático Iván Duque no está de acuerdo con ninguna alternativa. El congresista indicó que “no tiene sentido vender parte de Ecopetrol para financiar las carreteras 4G, si se realiza una colocación de acciones esta operación se debe hacer para fortalecer la compañía y no para destinar recursos a otros proyectos. Y en vez de renunciar por completo a Isagén se deberían estudiar las otras opciones de financiamiento que hay en el mercado, como las líneas de crédito que ofrece el Fondo Monetario Internacional que no afectan el déficit fiscal estructural del Gobierno”. 
 
Además de las diferencias en rentabilidades, Isagén y Ecopetrol son empresas que se mueven en sectores con proyecciones diferentes. Por un lado, la iguana es una empresa que al igual que las demás petroleras del mundo se encuentra sufriendo los efectos de la crisis de los precios del crudo. También está en una situación complicada en la que debe reducir costos con el fin de sanear sus balances, pero al mismo tiempo está en una contrarreloj para encontrar nuevos yacimientos, ya que sus reservas existentes sólo alcanzan para ocho años.
 
Por otro lado, Isagén es una compañía que proporciona energía renovable, por lo que su fuente de generación de ingresos no se reduce como en el caso de Ecopetrol. Y paralelamente no se puede ignorar que Noruega, Siria y China están haciendo presencia en la generación eléctrica porque lo consideran un sector estratégico pues, tal como pasa en Colombia, la demanda de energía mantiene una tendencia creciente.

Por Camilo Vega Barbosa

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