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La jefe del BD Bacatá

Este proyecto será el edificio más alto del país. Costará 200 mil millones y pesará 200 mil toneladas. Las primeras entregas serán en 2014.

Jairo Chacón González
28 de julio de 2013 - 09:00 p. m.
Carolina Rodríguez Rubio, directora de obra del BD de Bacatá. / Óscar Pérez
Carolina Rodríguez Rubio, directora de obra del BD de Bacatá. / Óscar Pérez
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Mientras realizaba labores en el complejo petrolero de Barrancabermeja, recibió una llamada del presidente de Prabyc Ingenieros, su antiguo jefe, quien después de saludarla como viejos conocidos le ofreció viajar a la capital para construir el edificio más alto del país. Veinticuatro horas después de la llamada, Carolina Rodríguez Rubio estaba en las oficinas de Bogotá legalizando el encargo.

Carolina es arquitecta de la Universidad Santo Tomás de Aquino y lleva más de un año y medio dirigiendo la obra de lo que será el edificio más alto del país y el segundo de Latinoamérica (el primer puesto se lo lleva el rascacielos de La Costanera de Santiago de Chile). El BD Bacatá estará listo en el 2015 y le dará a la ciudad una construcción de 216 metros de altura más cerca de las estrellas.

Esta ibaguereña que entre risas señala que su mamá le enseñó las tablas de multiplicar a ‘fuete’, hoy tiene su cabeza llena cifras, las cuales salen disparadas a cualquier pregunta sobre la obra; fue de allí que se pudo conocer que hasta el momento se han invertido más de 25 mil millones de pesos.

Su centró de operaciones está en el lote que quedó libre en la calle 19 entre carreras quinta y séptima, luego de que los quince pisos del tradicional Hotel Bacatá fueran demolidos para dar paso al BD Bacatá. Este es un proyecto que se financió con Fidis (derechos fiduciarios) y que hoy tiene más de 4.000 inversionistas.

Rodríguez, de tan sólo 35 años de edad, sostiene con certeza que las personas que han criticado el proyecto y que siguen diciendo que no se ha hecho nada, van a ser sorprendidas a partir del 29 de noviembre, cuando vean que cada semana aparecerá un nuevo piso, hasta lograr llegar al número 66 de la torre sur y al 55 de la torre norte (ver gráfico).

“En tiempo llevamos alrededor de un año y medio creando las bases que soportarán las 200 mil toneladas que pesará el edificio –recalcó después interrumpir la entrevista para ordenar a uno de sus cien trabajadores que le reportara el avance de la tarea del día: las estructuras.

La arquitecta señala que allí, en pleno corazón de lo que será el rascacielos, hay 15 mil metros cúbicos de concreto y más de un millón de kilos de acero enterrado.

“En la primera etapa de este trabajo, se invirtieron seis meses para construir las pantallas perimetrales de 45 metros de profundidad, lo cual representa la protección o la contención del edificio; simultáneamente se fundieron los pilotes constructivos que descendieron 23 metros bajo tierra y que deberán demolerse para dar paso a los siete pisos de sótanos donde funcionarán seis niveles de parqueaderos y el centro comercial”, indicó.

Mientras seguimos hablando, el ruido del tráfico de la calle 19 llega hasta el cuartel general de Carolina Rodríguez, donde en medio de planos da instrucciones a distancia a los obreros que manipulan los grandes equipos que deberán desbaratarse para poder ser retirados del centro de la obra.

La mujer sigue disparando cifras y detalles técnicos que para nosotros son de difícil comprensión pero que en su vida hacen ya parte de la cotidianidad: “Para los pilotes estructurales, los cuales se mantendrán para continuar con la obra, fue necesario descender 60 metros hasta encontrar una roca llamada arcillolita; allí se empotraron unos cinco o seis metros, lo que permitirá que el edificio no sufra desplazamientos una vez esté construido”.

“Es por esta razón que la gente no ha visto crecer el edificio, pero para diciembre de este año tendremos los tres primeros pisos de lo que será el ícono de Bogotá y la obra que abrirá el camino para la renovación del centro de la ciudad”, señaló.

Y a la pregunta obligada, ¿cuándo estará listo el edificio? , responde sin titubeos: “En diciembre de 2014 entregaremos el centro comercial, las oficinas y la primera etapa de vivienda. Luego vendrá el hotel”.

Por ahora los más de 4.000 inversionistas del proyecto, el cual tendrá un costo final de 200 mil millones de pesos, esperan que la obra esté lista y en plena operación para empezar a recibir los primeros dividendos .

“Otro aspecto especial de esto es que gracias al BD Bacatá se abrió el espacio para la construcción de más rascacielos. Colombia estaba completamente quieta desde hace 35 años, y aunque me duela admitirlo, ya trabajan en una construcción que será más alta que ésta, pero sólo hasta dentro de unos cinco años se iniciará la obra”, sostuvo.

Rodríguez cree que en el futuro no podrá construir un edificio más pequeño que el Bacatá y espera que a sus manos llegue uno más grande, preferiblemente en Colombia. Aunque no descarta atender ofertas de otros países.

 

jchacon@elespectador.com

@jairochacong

Por Jairo Chacón González

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