Los beneficios económicos periódicos y la informalidad

Dado que este programa ayuda a que las personas de bajos ingresos ahorren para la vejez, se abrió el debate sobre si los que participen en el proyecto podrían ser considerados trabajadores informales.

Camilo Vega Barbosa
05 de octubre de 2015 - 01:55 a. m.

Los beneficios económicos periódicos (BEPS) son un programa del Gobierno que se lanzó a mediados de este año con el fin de brindarles un mecanismo de ahorro para la vejez a personas que no cuentan con los ingresos suficientes para acceder a una pensión completa.

Es una iniciativa enfocada en las poblaciones que pertenecen al Sisbén 1, 2 y 3, con la cual podrán abrir una cuenta bancaria en la que puedan ahorrar a un ritmo flexible por medio de pequeños depósitos sin plazos mensuales. Y del monto que ahorren el Gobierno les incrementará 20%, por ejemplo, por cada $100 les añadirá $20 a la cuenta de forma inmediata. Hasta el momento hay 100.000 colombianos inscritos en este proyecto y una de las dudas que han surgido es si las personas inscritas en los BEPS cuentan como trabajadores informales.

La inquietud radica en que hay dos grandes definiciones de informalidad. La primera es la que utilizan la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), según la cual los trabajadores de una empresa de menos de cinco empleados son considerados informales, alegando que este fenómeno es un problema de productividad. La segunda es la que podría llegar a ser problemática, pues considera que es informal la parte de la población ocupada que no cotiza seguridad social, es decir, ni pensiones ni salud.

De acuerdo con Stefano Farné, director del observatorio del mercado laboral de la Universidad Externado, “los BEPS no tendrían que incidir en las tasas de informalidad del país, pues el DANE utiliza la metodología del tamaño de la empresa. Por ello este indicador se ha mantenido relativamente estable en 50% en los últimos años. La pregunta que puede surgir es si esta es la medición correcta a la hora de estudiar el fenómeno, y es claro que los aportes de seguridad son un dato muy diciente del estado del mercado laboral. Sin embargo, hay que recordar que la OIT fue la que se inventó el concepto de la informalidad hace más de 40 años, por lo que si esta organización considera que ese es el camino correcto para estudiar esta problemática se debe respetar”.

Analizando la segunda definición de informalidad, Iván Daniel Jaramillo, investigador del observatorio laboral de la Universidad del Rosario, explica que “los BEPS podrían considerarse como un mecanismo de formalización indirecto, pero no definitivo. El proyecto contribuye a que las personas de bajos recursos ahorren para la vejez de una forma flexible, pero eso no quita los problemas estructurales del mercado laboral de esta población. Para empezar, muchos de los que cotizan a los BEPS no ganan ni siquiera el salario mínimo, y mucho menos tienen una correcta contratación”.

Por Camilo Vega Barbosa

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