El negocio automotor, que venía marcando registros de Fórmula 1 en ventas, soltó el acelerador. No se vende tanto carro nuevo como en 2011 (325.000) y los importados, para sumarle a la baja velocidad de crucero que trae la industria nacional, están acelerando a fondo. Pero a pesar de todo, GM Colmotores, la primera ensambladora del país y ahora fabricante después de una millonaria inversión, ondea victoriosa la bandera del éxito y advierte que la demanda crecerá nuevamente. Video: Así se fabrica el carro colombiano
Once tipos de paneles, entre los que se cuentan la tapa del baúl y del motor, el techo, los laterales, las puertas y los guardabarros ya no los importan, los hacen en su planta de Bogotá, el mismo lugar donde se hace el Chevrolet Sail. Por eso, Jorge Mejía, presidente de GM Colmotores, quien lleva el timón de la organización, después de hacer un recorrido por la planta y explicar cómo se construye un vehículo en Colombia, habla del sector y de las apuestas en el mercado brasileño y mexicano.
Invirtieron US$200 millones en Colombia. Y entre muchos de los cambios, ¿qué lograron?
El proceso de estampado. Es el espacio en el que una prensa da la forma que se necesita: el capó, las puertas, los laterales o las demás piezas. Lo que estamos haciendo es la piel del carro. Y es donde podemos tener un mayor impacto en reducción de costos, porque suma bastante la importación. Lo que estábamos importando es lo que estamos haciendo aquí.
Y esa fue parte de la reconversión industrial...
Exacto, es cómo vamos reinventado el proceso industrial para ser competitivos. Hoy las normas dicen que si usted va a armar un carro puede traer un CKD (carro desarmado) con 0% de arancel siempre y cuando localice el 34,6% de las piezas. Y la única forma de ser lo más competitivos posible es localizando lo que más se pueda. Por más que usted sea muy eficiente comprando en China o Corea, va a tener que asumir el transporte, el empaque que es costosísimo y el contenedor.
Localizar es la estrategia.
El gran desafío es cómo localizar más para ser más eficiente.
Hace cuatro año los ensambladores se quejaban por el TLC con Corea. ¿Están listos?
No. Todo esto que estamos haciendo en inversiones es tratar de encontrar el camino. Pero el tema es muy simple: aquí producimos como 150.000 carros entre todos, en Corea se producen 5 millones, compensar esa diferencia es muy complicado. Venden volumen.
¿Y Centroamérica qué?
Estamos haciendo todas estas inversiones para ver si logramos armar una plataforma para exportar. No es fácil porque no somos fuertes en Centroamérica. Allá es una mezcla de muchos países chiquitos. Compran de todo lado un poquito. Una apuesta interesante sería Brasil. Se lo hemos dicho al ministro de Comercio y al presidente Santos. Entrar con algo, para ellos pequeño, sería grande para nosotros. Si logramos meternos en un nicho en el que ellos no tienen operaciones, sería importante.
¿Qué le dijo el Gobierno?
Que están trabajando en eso.
¿Qué otros mercados miran?
México es otro mercado interesante, pero la mano de obra en una planta de allá vale la mitad de lo que vale en una planta nuestra.
Las ventas locales van a la baja. ¿Qué está pasando?
Es una mezcla de muchas cosas, partiendo de la base que el potencial es gigante. En Colombia se venden siete carros por cada 1.000 habitantes y en Chile, Argentina y Brasil, 21, que son mercados similares. En Ecuador 10. Lo que ha pasado es que hay restricción en el crédito. El mismo Banco de la República empezó a subir las tasas hace dos años porque el crédito estaba subiendo mucho. La Superfinanciera puso provisiones adicionales para la cartera de consumo hace año y medio y lograron ajustar el mercado. Por eso empezó a caer el mercado desde hace un año. Tienen razón en algunas cosas.
¿Y no es porque hay demasiados carros?
En la compra de un carro la confianza es fundamental. Si la gente siente que el país va bien, compra carro. Si siente lo contrario, no. Es un buen termómetro. El carro es patrimonio y el 70% de las ventas son financiadas. Usted debe tener claro que la cosa va bien porque es a cuatro años el crédito. Pasa en las empresas. No endeudan la compañía si no está todo claro. Eso pasa desde el año pasado cuando el ministro de Hacienda dijo que tocaba prepararnos para la crisis. Luego dijeron que con la reforma tributaria iban a bajar los carros de precio y eso también hizo que la gente no comprara.
Los importados crecen en ventas y participación.
Los carros producidos aquí son más competitivos. El tema es que el país está creciendo y está de moda, entonces llegan inversionistas de todo el mundo. Y los de carros también.
¿Cuántas marcas hay en el país?
Más o menos 63, con más de 1.200 modelos.
¿Qué participación tienen?
Una de las mayores participaciones en el mundo en un mercado abierto. En Colombia el 27%. Sofasa tiene 14%.
¿Quién compra carro en el país?
Cuando mapeamos a Bogotá encontramos que el 69% de las ventas nuestras se hacen en los estratos 1, 2, 3 y 4. De entrada se rompe el paradigma de los gobernantes de esta ciudad que dicen que los carros son para los ricos.
¿Y cómo mejorar el tema de la movilidad?
Hay que hacer infraestructura, pero eso se demora y no es de un día para otro. No pueden decir que no se vendan carros, eso es ir en contra de un deseo natural. La cultura está cambiando. La gente sabe que si quiere carro, eso tiene un costo. Suple necesidades de movilidad. Si me puedo mover eficientemente a través de un Transmilenio, lo hago. La bicicleta es fantástica para un radio de acción. Y tenemos que educar a la gente en usar adecuadamente un carro, pero no ir al extremo de que la gente no compre automóvil y ande en bicicleta.