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Los desafíos en Davos 2015

La caída de los precios del petróleo, el fin del "superciclo" de las materias primas y los estragos recientes del yihadismo en Francia, Nigeria y Oriente Medio ocuparán buena parte de los debates del Foro Económico Mundial, que se abrió en la localidad suiza de Davos.

Con información de agencias
21 de enero de 2015 - 05:42 p. m.
Los desafíos en Davos 2015

Más de 2.500 participantes de unos 140 países, entre ellos más de cuarenta jefes de Estado y de Gobierno y una enorme cohorte de empresarios tendrán ocasión, del miércoles al sábado, de analizar la actualidad económica, política y tecnológica, ampliar su red de contactos y explorar posibles contratos y acuerdos.

Estarán protegidos, como cada año, por un impresionante dispositivo de seguridad dotado de unos 3.000 militares y numerosos policías. La fuerte caída de los precios del petróleo, un rompecabezas para los países productores, será una de las cuestiones centrales de esta 45ª edición. La caída generalizada de las cotizaciones de las materias primas, después de un "superciclo" de 12 años, será abordada en los debates sobre las perspectivas de América Latina, que estará representada por las nutridas delegaciones de Brasil, México, Colombia, Perú y Panamá.

Además de numerosos ministros, habrá dos presidentes de la región, el peruano Ollanta Humala y el panameño Juan Carlos Varela. El nuevo ministro brasileño de Hacienda, Joaquim Levy, será escuchado con especial atención por los dirigentes y empresarios reunidos en la estación alpina, deseosos de saber los derroteros que tomará en 2015 una economía brasileña estancada y con una elevada inflación, que en noviembre superó el techo del 6,5%.

En los debates previstos, los BRICS tendrán a priori menos protagonismo que en ediciones anteriores, en un contexto delicado para este grupo de grandes emergentes que acusan una fuerte ralentización, y donde Rusia, a las puertas de la recesión, aparece especialmente debilitada por la caída de los precios del crudo y las sanciones occidentales impuestas por su rol en el conflicto de Ucrania.


* Los conflictos, muy presentes

Precisamente, los conflictos, con especial atención a las guerras en Irak y Siria, gozarán de un espacio preponderante en las salas de debate, las tribunas y los pasillos. "El terrorismo y la geopolítica harán planear su sombra sobre esta edición del Foro Económico Mundial. Ambos representan amenazas para la estabilidad política en Europa, Oriente Medio y África. Las conversaciones entre los líderes del Foro se concentrarán seguramente en esos aspectos", comenta a la AFP el economista jefe del gabinete IHS, Nahriman Behravesh, un buen conocedor de Davos.

La edición 2015 tendrá lugar tras los atentados yihadistas en París y la última gran ofensiva del grupo islamista nigeriano Boko Haram, que habría perpetrado en el noreste del país la peor masacre desde que inició su sangrienta insurgencia hace seis años. Otro asunto candente será el de las desigualdades económicas.

Oxfam pronosticó este lunes que el patrimonio del 1% de los más ricos del mundo superará en 2016 al del 99% restante, por lo que insta a los dirigentes internacionales a abordar "los intereses particulares de los pesos pesados, que obstaculizan un mundo más justo y más próspero". Para debatir sobre estas cuestiones, entre muchas otras, estarán en Davos el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, el canciller iraní, Javad Zarif, y el líder del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.

También viajarán el secretario de Estado norteamericano John Kerry, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, su homólogo chino Li Keqiang, y el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko. Del lado europeo habrá una importante representación, que incluye al presidente francés François Hollande, la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

* Atención a Europa

La interminable crisis de la Eurozona, amenazada de deflación y con un crecimiento muy bajo, también será abordada. Los debates de este año prestarán atención a dos acontecimientos: la reunión del BCE el jueves 22 de enero, tras la que podría anunciar un ambicioso plan de compra de activos financieros, y las elecciones legislativas griegas del domingo 25, donde podría ganar el partido de izquierda Syriza, opuesto a las medidas de austeridad y que plantea una amplia reestructuración de la deuda pública.

También se hablará de las revoluciones tecnológicas y científicas futuras, con participantes como Jack Ma, creador de la plataforma china de ventas online Alibaba, la consejera delegada de General Motors, Mary Barra, o la de Yahoo, Marissa Mayer. A su lado estarán los jefes de los grandes organismos económicos internacionales, como el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, o la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y varios banqueros centrales, entre ellos los de Japón, Inglaterra, Brasil y México.


* La apuesta de Brasil

El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, viajó hoy hacia Suiza, donde presentará ante el Foro Económico Mundial los planes del Gobierno de Dilma Rousseff para recuperar la economía nacional y la confianza de los mercados.

Tras cuatro años de bajo crecimiento con elevada inflación y las cuentas públicas en rojo, la confianza que los mercados tenían en Brasil se ha desvanecido y Rousseff ha decidido aplicar un fuerte y ortodoxo ajuste fiscal que implicará un recorte del gasto público y un aumento de la carga tributaria.

En sus primeros veinte días en el cargo, Levy ya ha anunciado un primer recorte de 22.700 millones de reales (unos 8.560 millones de dólares) en el presupuesto nacional de 2015, que afectará a los llamados "gastos discrecionales", que implican viajes, dietas y otros asuntos considerados "no obligatorios".

Aunque aún no los ha precisado, Levy adelantó que habrá otros recortes una vez que el Congreso, que está en receso hasta el 1 de febrero, apruebe el presupuesto nacional para 2015, que contempla gastos por 2,860 billones de reales (1,079 billones de dólares). Antes de viajar hacia Davos, el ministro anunció también un alza de los impuestos indirectos que se aplican a los combustibles, los productos importados y las operaciones de crédito, con los que se pretende aumentar la recaudación en unos 20.000 millones de reales (7.547 millones de dólares) este mismo año.

Según Levy, esas medidas, junto con las que se anunciarán en las próximas semanas, ayudarán a retomar la confianza de los mercados en la economía y estimularán un fuerte aumento de la inversión privada que el país requiere, sobre todo, en sectores de infraestructura
 

Por Con información de agencias

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