El Departamento de Agricultura de Estados Unidos rebajó su estimativo para la producción de maíz un 16,9% con respecto a su estimativo de julio, para llegar a 10,77 billones de arrobas. El informe hizo que los precios de referencia de los futuros de maíz aumentaran más de 3%, para llegar al precio más alto de su historia: US$8,4375 la arroba.
Los precios del trigo, el maíz y el grano de soya ya habían aumentado entre 20 y 25% desde junio, de manera que el maíz y la soya superaron los niveles de la crisis alimentaria de 2007-2008 y marcaron de nuevo el récord.
Estados Unidos es el exportador más importante de maíz y es fundamental para el suministro de otros commodities alimenticios, que incluyen el grano de soya y el trigo. Los estimativos mensuales del Departamento de Agricultura son uno de los barómetros más monitoreados en los mercados de commodities alimenticios.
La explosión de los precios ha revivido las memorias de la crisis alimenticia de 2007-2008, cuando los precios históricamente altos desencadenaron motines en más de 30 países, desde Bangladesh hasta Haití.
Los políticos están cada vez más alarmados por la actual situación de la oferta de alimentos. José Graziano da Silva, secretario general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), escribió en un artículo de opinión publicado en el Financial Times del viernes que “mientras que la situación actual es precaria y podría deteriorar más si persisten las condiciones climáticas desfavorables, aún no es una crisis”, dijo.