Más del 80% de la población de Colombia es católica. Después de México y Brasil, es el país de Latinoamérica con más practicantes, según el centro de investigaciones Pew Research, de Estados Unidos.
Esta razón, además de generar una amplia movilización religiosa durante Semana Santa, también estimula una fuerte actividad turística— sobre todo en ciudades como Cartagena, Santa Marta, Medellín y Bogotá, de acuerdo con datos de Anato— razón por la que son necesarios planes logísticos especiales en las vías.
Para esta temporada, las autoridades pronostican que más de ocho millones de vehículos utilizarán los corredores viales, mientras que las movilizaciones aéreas aumentarán 11% con respecto a 2014, es decir, dos millones quinientas mil personas adicionales solicitarán el servicio de las aerolíneas. El director de la Aeronáutica Civil, Gustavo Lenis, aseguro que en esta temporada habrá un crecimiento de 17% en los vuelos internacionales, mientras en los nacionales solo llegará al 8%.
“Se ha dispuesto una serie de medidas para poder efectuar una transportación segura en Semana Santa. Para el Plan de Seguridad Vial de Semana Santa fueron integrados más de 70 mil policías, dos mil funcionarios de entidades adscritas al Ministerio de Transporte y más de 4 mil vehículos para proteger la vida de quienes transitan”, dijo el viceministro de Transporte, Enrique Nates.
Esta celebración se presenta en medio de una ola invernal que generalmente compromete el estado de las vías, pero sobre todo amenaza con generar deslizamientos de tierra. Por esta razón el director del Instituto Nacional de Vías (Invías), Carlos Alberto García, advirtió que la red de carreteras no concesionadas está en perfecta condiciones y funcionarios de la entidad están prestos para reaccionar ante cualquier calamidad.
“Tenemos dispuestas en nuestras 26 territoriales a los directores y administradores para que hagan presencia en todas las vías que están a cargo del Instituto, un total de 11.700 kilómetros. Las vías tienen transitabilidad, adicionalmente contamos con recursos para atender problemas por deslizamientos y lograr que la vía recupere su transitabilidad de manera rápida”.
Las vías secundarias y terciarias también recibirán atención por parte de la Policía de Carreteras, que tiene a disposición de esta operación más de 400 cámaras monitoreando las carreteras, diez drones y 22 helicópteros. Asimismo, en tramos como el del Alto de La Línea, que comunica a Bogotá con Cali, tendrá a disposición de los viajeros vehículos de alojamiento equipados para que los conductores agotados por el viaje puedan descansar.
En las terminales terrestres harán controles a los vehículos y a los choferes para garantizar la seguridad en la prestación del servicio.