Monti se defiende antes de la tormenta

Después de un año de relativa estabilidad política y recuperación de la confianza de los mercados, Italia está de nuevo cayendo en el conflicto político.

El Espectador
10 de diciembre de 2012 - 10:00 p. m.

La decisión sorpresa que tomó Mario Monti de renunciar como primer ministro tecnócrata, una vez que se apruebe la ley de presupuesto de 2013 por parte del Parlamento (que probablemente será a finales de este mes), quiere decir que Italia deba ir a elecciones generales a mediados de febrero, seis semanas antes de lo previsto.

Los eventos de la semana pasada ya han ocasionado una venta considerable de bonos italianos, lo cual aumentó en 10 puntos base los retornos sobre los bonos a 10 años, y llegaron a 4,53%. Esto sigue siendo 250 puntos por debajo del nivel a que se llegó hace 13 meses, cuando Monti asumió el poder que dejó Berlusconi y, gracias en buena medida a la asistencia de Mario Draghi desde el Banco Central Europeo, evitó que Italia cayera en una implosión que amenazaba a Europa. 

Lo que podría convertir a las próximas elecciones en algo que supere la repetición de anteriores batallas entre izquierda y derecha es la presión que aumenta sobre Monti para que sea candidato y defienda el legado de sus reformas.

Las acciones italianas y españolas tuvieron una fuerte caída ayer luego de la noticia de la renuncia. En Milán, el índice de referencia, el FTSE MIB, cayó 2,2% para llegar a 15.354,01; y uno de los bancos más importantes de Italia lideró la caída. Intesa Sanpaolo y UniCredit cayeron 5,2%, para llegar a 1,22 euros y 3,46 euros, respectivamente, por acción, al tiempo que los inversionistas especulaban si la salida temprana de Monti implicaba el fin de las reformas económicas que habían ayudado a calmar los mercados de acciones y bonos.

Por El Espectador

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