La empresa, que este año cumple 64 años de vida, genera 1.500 empleos directos y 3.000 indirectos.
La tradicional compañía se inició en 1950, cuando Rafael Molano comenzó a vender a sus compañeros de la empresa Bavaria, los ponqués que Ana Luisa, su esposa, le preparaba, con la receta original que su suegra le dio. El sabor los había conquistado y ahora todos le pedían por encargo. Comienza la historia de Ramo con el Ponqué Ramo Tradicional.
Un año después buscó la ayuda de un tendero para distribuir a una escala mayor sus ponqués y decide tajarlo y su esposa, para evitar que las tajadas se abrieran decidió amarrarlo con un moño blanco.
Así arrancó la historia de una compañía que se coló en el corazón y la recordación de los colombianos, que hoy resiste la embestida de las grandes multinacionales del sector y que sigue manteniendo una importante participación en el mercado.
Productos como las achiras, el Chocorramo, los panderitos, las galletas, el ponqué Gala, entre otros hacen parte fundamental de las loncheras de muchos niños y son infaltables en las novenas navideñas.
En el año 1967, el Sales & Marketing Executive International lo señaló como uno de los 20 casos exitosos de mercadeo en el mundo, al lado de BMW y Sony, entre otros.
En 1969 se instaló la planta de producción para todo el país en una zona de desarrollo, en ese entonces, en Mosquera (Cundinamarca), hoy sin duda una de las zonas industriales más importantes del país.
En 2012, Rafael Molano, fue reconocido por una de las consultoras de servicios profesionales más importantes del mundo, Ernst&Young, como uno de los emprendedores más importantes de Colombia.