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El Comisionado de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Pierre Moscovici, puso fin a los rumores sobre planes de contingencia ante un posible fracaso de las negociaciones con Grecia.
Luego de una tensa reunión con los 19 ministros de Hacienda de la zona del euro, Moscovici instó a los funcionarios a concentrarse en las formas de mantener a Grecia en la unión monetaria en lugar de en medidas para limitar los daños si el esfuerzo fracasa.
“No hay un Plan B, no debe existir un Plan B”, dijo Moscovici en una entrevista televisiva en Riga, Letonia. “Aquí todos trabajan con el mismo fin, que es que Grecia siga en la zona del euro”.
Durante las conversaciones a puertas cerradas, un ministro instó al bloque a considerar la elaboración de un llamado Plan B para mitigar el golpe en caso de que fracasaran las negociaciones con Grecia, dijeron tres personas con conocimiento de las conversaciones y que pidieron que no se revelara su identidad porque la reunión fue privada. Si bien esa propuesta no recibió apoyo alguno durante la reunión, los ministros hablan de manera informal de la necesidad de un plan de contingencia, dijo una cuarta persona.
El gobierno de Grecia, que se opone a la austeridad y ganó las elecciones en enero con la promesa de renegociar las condiciones de un rescate de 240.000 millones de euros (US$261.000 millones), tiene que presentar a los acreedores europeos propuestas detalladas de reorganización de su economía a los efectos de que éstos desembolsen el siguiente tramo del préstamo de rescate. De lo contrario, corre el riesgo de quedarse sin dinero.
Los ministros de Hacienda de la zona del euro dijeron en febrero que esperaban una lista de reformas para fines de abril. El progreso en relación con ese objetivo es “demasiado lento”, dijo Moscovici.
“Algo teórico”
Durante una sesión informativa luego de la reunión, se le preguntó al ministro de Hacienda holandés, Jeroen Dijsselbloem, que preside la reunión de titulares de Hacienda de la zona del euro, si podría llegarse a un acuerdo sobre la ayuda en la próxima reunión del grupo, prevista para el 11 de mayo.
“No me atrevo a decir si habrá algún resultado para ese entonces”, dijo Dijsselbloem. “Me parece demasiado rápido, dada la situación actual. Se lo puede conseguir, pero empieza a convertirse en algo teórico”.
En momentos en que a Grecia se le agota el dinero y los compromisos en relación con reformas se encuentran estancados, los inversores buscan que los funcionarios les aseguren que se limitarán las consecuencias de una escisión de la unión monetaria.
“No puedo leer la mente de tal o cual colega, pero sé que no hay un Plan B”, dijo Moscovici. “Por más que la situación progrese con demasiada lentitud, por más que haya mucho trabajo por hacer, todos somos de la misma opinión: queremos que Grecia siga en la zona del euro”.