OMS no tocó el negocio de la carne

El Espectador consultó a los expertos del sector para conocer sus opiniones y los posibles efectos en el sector ganadero colombiano.

SERGIO DAVID GONZÁLEZ
01 de noviembre de 2015 - 02:12 a. m.

Después de conocerse el más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que determinó que la ingesta de carne procesada como salchichas, embutidos o preparaciones en conserva es cancerígeno para los humanos y que consumir carne roja “probablemente” también lo sea, El Espectador consultó a los expertos del sector para conocer sus opiniones y los posibles efectos en el sector ganadero colombiano.

Al parecer, los consumidores de esta proteína en Bogotá hacen caso omiso a los anuncios del organismo internacional. “Muchos clientes nos han dicho que no dejarán de comer carne por ese anuncio, las ventas han disminuido, pero no es por la OMS; en Bogotá está relacionado por un incremento del precio a causa de la sequía en muchas regiones del país. Desde septiembre hemos tenido que subir los precios por el verano tan fuerte y nuestros clientes se han resentido por ese tema”, señaló Laura Álvarez, coordinadora de Beef Market en el Frigorífico Guadalupe, al sur de Bogotá.

De acuerdo con la administradora, hace dos semanas una libra de carne constaba $3.800 y a causa del fenómeno de El Niño ahora está en $4.500, impactando el bolsillo de las familias. “A esto se le suma que el ganado no está llegando a Bogotá y el poco que llega está a precios intocables, por eso ajustamos los precios en venta por mostrador”, dijo.

Cifras del DANE (ver gráfico) revelan que durante el segundo trimestre de 2015 se sacrificaron en Colombia 949.217 cabezas de ganado vacuno, lo que representó una disminución de 1,3% frente al mismo período de 2014. El presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, dijo que al año el país sacrifica aproximadamente 4’300.000 animales con un consumo cercano a los 18 kilos per cápita.

El dirigente gremial manifestó que al año el país exporta aproximadamente 200 mil toneladas de este producto, representado en unos US$700 millones para el sector, y aunque señala que el anuncio de la OMS no afectará la industria cárnica, el golpe se está sintiendo por el cierre del mercado venezolano. “Este año hemos exportado cerca de 38 mil toneladas y la disminución se explica porque ya no vendemos a Venezuela, porque no hay quién pague allá, y por eso nos hemos abierto a países como Rusia, Líbano, Jordania, Perú y hasta Angola”.

El estudio de la Organización Mundial de la Salud señala que las carnes procesadas, como las salchichas, se encuentran en el mismo grupo de peligrosidad que un cigarrillo o el plutonio. El Espectador consultó al Grupo Nutresa, dueño de Zenú, que afirmó que se pronunciarán sobre el tema hasta conocer en detalle lo dicho por el organismo internacional.

Entre tanto, Laura Álvarez dice que los alimentos procesados sí podrían presentar inconvenientes en sus ventas. “Ellos sí pueden llegar a sentir un efecto por lo anunciado, pero la venta de carne directa seguirá estable porque la producción en Colombia es muy orgánica, diferente a países como Estados Unidos, que para aumentar la masa corporal de los animales les inyectan hormonas (…) y a las malas los hacen crecer”.

Son muchos los actores de esta industria. Carlos Plata lleva 40 años como trabajador en varios expendios de carne de Bogotá y dice tener toda la experiencia en el ramo, justificando que “el comportamiento de la carne es como la papa, algunos días sube y otros días baja; la gente sigue consumiendo carne normal, desde que tengan la plata siguen comiendo; si no tienen platica en el bolsillo, pues esa semana no la comen, así de sencillo, y para diciembre no vemos afectaciones”. Y estas palabras de Carlos van acordes con argumentos de Fedegán, al señalar que la tendencia del consumo de la carne en Colombia está muy asociada con el crecimiento económico del país, reflejado en la disponibilidad de dinero de cada familia.

En un escenario adverso

Carlos Gómez , director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Empresarios de los Subproductos de la Ganadería (Acesgán), advierte que si la OMS logra con su informe disminuir el consumo de ganado bovino y, por lo tanto, su sacrificio, se afectaría de manera negativa la industria de los subproductos, haciendo que se incrementen sus precios, los cuales son materias primas fundamentales para varias industrias en Colombia.

“Por ejemplo, impactaría en el mercado de las pieles, vendidas a empresas procesadoras (curtiembres) nacionales e internacionales, empresas que a su vez producen el subproducto de la piel denominado carnaza, utilizado para la producción de gelatina y cápsulas para medicamentos. También afectaría a la industria de harinas de carne hueso y sangre, utilizados en alimentos concentrados para mascotas, cerdos, aves, entre otros. Y, finalmente, a los empresarios que se dedican a las grasas manipuladas como materia prima para la fabricación de jabones”.

Dicen que no hay semana más larga que una sin carne, por lo tanto los conocedores señalan que más allá de las recomendaciones internacionales, lo importante es conocer la procedencia del producto, por eso piden más regulación al expendio de carne artesanal.

Por SERGIO DAVID GONZÁLEZ

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